Leo es Aporrea un artículo en torno a la vinculación de la Constructora Sambil con el Sionismo, en un texto escrito por Simón Rodríguez Porra.
Allí mismo releo (pues, antes lo leí escrito por el escritor Saúl Guaimara, también en Aporrea) sobre la alianza del Sambil y un alcalde “socialista” en Mérida, un tal Carlos León, quien al parecer celebra esta unidad entre el socialismo del siglo XXI y el más aberrante consumismo promovido por los Cohen.
Respecto al mismo tema del Sambil en Mérida, Aporrea publicó en octubre un comunicado firmado por militantes de los colectivos Aquiles Nazoa, Emancipación Revolucionaria, Proyecto Nuestramérica y Radio Ecos 93.9 FM de Mérida, donde denunciaban la construcción de este mamotreto, símbolo del capitalismo en el mundo, pero que en Venezuela pareciera símbolo del socialismo del siglo XXI.
En ese mismo documentos, los “abajo firmantes” denunciaron actos de corrupción en torno a la permisología.
Estas lecturas fueron previas al anuncio del Presidente Chávez de expropiar al Sambil que se construye en La Candelaria; construcción que debió contar con la firma, el apoyo y la buena pro de unos cuantos funcionarios “socialistas”, entre ellos el de algún Alcalde, bien Bernal o Barreto, ambos sumandos al socialismo del siglo XXI.
Pero previo a este anuncio no logré ver que el canal del Estado, VTV, dedicara tiempo a denunciar tremendo mamotreto que no sólo haría colapsar el tráfico en el centro de Caracas, sino que significa un atentado contra la ciudad y un monumento al consumismo desenfrenado, además de ser uno de los modernos mecanismos para que dentro del propio capitalismo “el pez grande se trague al chico”, pues las franquicias internacionales ahogan a los pequeños negocios.
No sé si es que el Camarada Presidente se enteró hace poco de esta construcción monstruosa; sí es así, el tratamiento del tema en VTV, bien en los noticieros o en los programas de opinión, hubiese adelantado la posición del Presidente.
¿O es que el canal del Estado no actúa sino luego que conoce la posición del Presidente? No puedo olvidar como en el caso de Sidor los trabajadores en plan de lucha prácticamente estuvieron vetados en VTV hasta que el Camarada Chávez se pronunció por la nacionalización de esa empresa.
A partir de ese momento, los micrófonos y las cámaras estuvieron disponibles para los trabajadores sidoristas, antes hasta golpeados por el gobernador “socialista” de Bolívar.
Volviendo al tema del Sambil, es bueno recordar que en agosto del año 2007, pudimos leer a Mariadela Linares en un artículo titulado “La cultura Sambil”, en el que advertía lo negativo de la construcción del Sambil de La Candelaria; en este texto, la periodista hizo referencia a la quiebra de pequeños negocios ante el nacimiento del Sambil.
Me permito citar a Mariadela Linares en torno a la construcción de este monstruo monopolico en La Candelaria: “Los pequeños comerciantes de la zona pagarán el precio de una competencia casi monopólica y verán su clientela migrar hipnotizada. Mientras tanto, habrá más de uno frotándose las manos: después que se apruebe la reforma constitucional la gente tendrá dos horas más de tiempo libre para invertirlo en la alienante práctica de sambilear”.
Ni Bernal ni Barreto, ni nadie del entorno del Presidente Chávez leyó este artículo o si lo leyeron a lo mejor comentaron con desprecio que la periodista no estaba a la moda.
Pero en el estado Lara también el Sambil se ha convertido en una razón “socialista” para celebrar el progreso, según el gobernador Henry Falcón. Igual en Táchira y así en varias partes del país se ha venido dando esta extraña unidad Sambil-socialismo del siglo XXI.
Por esta vía iremos construyendo el sambil-socialismo, un camino a la felicidad, y esto nos remite al artículo de Emilio Silva, publicado en mayo del 2005 en Aporrea, bajo el título de “¿Qué es ser de la sociedad Sambil?”.
Pues, el propio Silva nos lo escribe. Nosotros sólo citaremos un fragmento:
“Es vivir para consumir y no consumir para vivir, es decir, pasar por la casa y vivir en el Sambil, y no vivir en la casa y pasar por el Sambil.
Es ser víctima inocente de la dictadura de los medios de incomunicación, que desde la niñez enseñan a vivir de la apariencia y no de la esencia.
Es ridiculizar la sensibilidad social que hacía “los condenados de la tierra” (Frantz Fanon) sienten las personas con bienes de fortuna.
Es hablar mal de Venezuela y su pueblo cuando se bebe whisky en un bar de Las Mercedes (y los más afortunados en Londres), y cuando se reúne para un almuerzo de negocios en un restaurante de Altamira (ídem en París).
Es culpar al pueblo venezolano de flojo e irresponsable por la pobreza que sufre mientras ese mismo pueblo le produce bienes y riquezas a esos parásitos y al imperio gringo que ellos admiran rastreramente.
Es preferir leer la revista Seventeen a un libro de Historia de Venezuela.
Es saber todos los chismes de farándula y concursos de belleza, e ignorar el proceso socio-histórico de la formación de Venezuela como nación.
Es discriminar a alguien que no tenga carros de lujo y no vista ropas de marca como ellos.
Es imitar las modas foráneas promocionadas en la televisión, y despreciar como de monos y marginales las tradiciones y costumbres criollas.
Es vestir la mente con franelas de los Backstreet Boys y Britney Spears, y mirar feo a los que visten el cuerpo con franelas de Alí Primera y Simón Bolívar. En pocas palabras, es hablar en español y pensar en inglés”.
Podríamos seguir citando textos escritos contra el Sambil y su esencia capitalista, bastión del consumismo y del nuevorriquismo, pero considero que es suficiente.
Bien vale la pena reflexionar que si con estos antecedentes escritos, sólo la palabra del Presidente Chávez parece abrirle los ojos a nuestros dirigentes socialistas ante la realidad, ¿qué nos espera en el futuro?
La verdad que tal situación nos permite aceptar como lógico que una Alcaldesa Socialista en Margarita y su esposo, hoy flamante legislador socialista, se disfracen de San Nicolás el mes de diciembre.
¿Duro el Sambil socialista, no?
salima36@cantv.net