A propósito de la instalación del Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y unas importantes reflexiones y lectura del Presidente Chávez en el Teatro Municipal de Caracas sobre el carácter ideológico del proceso revolucionario, hurgué en libros, notas, papeles sueltos y encontré lo que buscaba: “Carácter y Tareas de la Revolución Democrática Bolivariana” de Guillermo García Ponce, escrito en el 2000, año de ajetreo revolucionario-constituyente. Estas ideas en el texto son una guía válida, como lo plantea el presidente para avanzar hacia la formación de un partido revolucionario.
En esta tesis de García Ponce se esquematiza un modelo ideológico propio de la revolución venezolana, ideal para plantear en este congreso, luego de diez años, aspectos que en la actualidad, sin apremios, podrían aportar elementos de gran valía para teorizar y a la vez trazar el carácter ideo-programático del Socialismo a la venezolana o SSXXI.
De entrada se plantea la tarea de trabajar en el campo ideológico, la formación de líderes y militantes pertrechados de una ideología de vanguardia, la creación de una conciencia política y social en correspondencia con el carácter y fines del proceso revolucionario.
Esto efectivamente, evitaría el propósito de los poseedores de los poderosos medios masivos de propaganda anti Chávez, cuyo único norte es quebrar la voluntad popular, que los revolucionarios pierdan la confianza en el proceso, que no logren percibir dónde está el enemigo y donde están los aliados, es decir entrampar a las masas con argumentos que apuntan a un desgaste del proceso luego de 10 años de gobierno. Una verdadera olla donde participan tránsfugas, expertos en propaganda ideologizada, medios privados, y grupos económicos aunado con intereses imperiales.
Apunta el Constituyente y amigo García Ponce, que la revolución venezolana requiere un partido diestro en el manejo de la teoría y práctica revolucionarias, capaz de ser la vanguardia del proceso. Creo que este aspecto es medular y es tarea obligada del congreso dar esa discusión, evitar el encostramiento bajo parcelas o caudillismos que se reparten delegados y mediatizan los debates y conclusiones quedando estas gatopardianas, cambiar todo para que nada cambie.
Hay que hacer un esfuerzo en definitiva, si queremos preservar y avanzar en el proceso revolucionario, esta tarea la tienen nuestros delegados a los que hemos elegido en todo el territorio nacional, vamos pues, hay que abolir toda clase de opresión y privilegios enfermizo que todavía deambula por los pasillos de los centros de poder cual fantasma en espera de un efímero regreso.
El partido revolucionario definido, con una clara identidad nacional, antiimperialista, en la búsqueda de la unidad suramericana, soberanía de los pueblos, y sobre todo que el PSUV sea expresión de la voluntad de un pueblo que reclama que su líder Hugo Chávez Frías permanezca en el poder hasta que se haya consolidado el proyecto progresista que redima a la gran masa que lucha en contra de la mentira y por una vida digna en esta etapa de transición que vivimos.
Existe la convicción que hay madera fina para llevar adelante estas tareas, compatriotas delegados, de todo el país debatan y aprovechen la reunión en Caracas de representantes del Primer Encuentro Internacional de Partidos Políticos de Izquierda de todo el mundo para macerar con lecho de roca el partido revolucionario que requiere el proceso nuestro.horokoima@yahoo.es