Es muy frecuente escuchar o leer sobre una supuesta paronia que se atribuye a los partidos comunistas y a sus militantes en el mundo entero, en nuestro país históricamente ha sido así incluso en esa heterogénea alianza que apoya al presidente Chávez, y de la cual sin duda participamos los comunistas venezolanos. Se dice que los comunistas vemos agentes de la CIA por todos lados, que en todas partes y a todas horas vemos una conspiración; sin embargo, la realidad histórica ha demostrado que no hay tal paranoia, porque las advertencias que son lanzadas desde el Partido Comunista provienen de un análisis objetivo de la realidad basado en el marxismo como herramienta y en el estudio y proyección histórica como verdad objetiva e inamovible, la paranoia de la que se nos acusa solo deja de ser tal para la mayoría de nuestros aliados políticos cuando en sus alocuciones el Presidente Chávez lanza las mismas advertencias.
Sucede que no existe ninguna mágica receta ni mucho menos una habilidad especial de adivino sino más bien la aplicación del materialismo histórico a nuestra realidad concreta para preveer, con suficiente tiempo de antelación, que todo proyecto de liberación de cualquier país en nuestra América será atacado por los Estados Unidos que continua considerando a esta continente como su “patio trasero”; mucho más fuerte y agudo será este ataque si el gobierno o las fuerzas insurgentes que emprenden batalla contra el imperialismo están asentadas sobre un país de importancia geoestratégica como el nuestro (grandes reservas energéticas, minerales y acuíferas, somos parte de la amazonía, etc.). Basta con revisar la historia de nuestro continente para ver lo que ha pasado en el Chile de Allende, en la Guatemala de Jacobo Arbens, en la isla Granada con Bishop, la grosera colonización de Puerto Rico, la invasión a Panamá (que en días pasado conmemoró veinte años), el caso de República Dominicana, la intervención en Colombia contra las fuerzas insurgentes, la inocultable participación de los Estados Unidos en el golpe de abril de 2.002 en nuestra patria y más recientemente el golpe de estado contra el Presidente Zelaya en Honduras, así como también el sabotaje y bloqueo económico contra la revolución cubana por espacio de cincuenta años, sí eso no nos ofrece un marco de proyección histórica de constantes agresiones a los procesos de liberación en los pueblos de nuestro contiente aunado a la presente instalación de bases militares en toda la cuenca amazónica, (principal objetivo geoestratégico del imperialismo en Sur América), el reciente tratado Bogotá-Washington, las bases en Centro América y el Caribe (Guantamo incluida), no sabríamos entonces que cosa pudiese marcar un nivel de alerta para repetir junto al Che que al imperialismo” ni tantico así”.
Se nos catalogó de paranoicos (entre otras cosas) a los comunistas cuando el año pasado protestamos contra una visita de Uribe a nuestra tierra por considerarlo (como ahora si lo reconocen todas las fuerzas aliadas al proceso), lacayo del imperialismo y lanza de los ataques contra nuestro proceso bolivariano, nos catalogaron de paranoicos cuando advertíamos que Obama no marcaría ninguna diferencia porque el presidente de los Estados Unidos siempre debe estar ceñido a los planes imperialistas de esa nación más allá de su color de piel, extracción social u otras características y considerando igualmente que más allá del verbo los demócratas siempre han sido más funestos en las acciones belicistas e intervencionista contra los pueblos.
En definitiva, desechando las ilusiones, llamamos a la organización popular, a la unidad de los partidos, movimientos, grupos e individualidades que apoyan nuestro proceso bolivariano con conciencia antiimperialista a lograr la más amplia unidad frente a las cada vez más abiertas y evidentes amenazas del gobierno de Estados Unidos contra nuestra soberanía y autodeterminación, para ello hemos venido proponiendo el nacimiento del Frente Amplio Antiimperialista, considerando que la unidad antiimperialista no es paranoia sino exigencia histórica.
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