Marx no solía hablar de sí mismo como filósofo, historiador o economista –pese a ser todo eso a la vez- sino como crítico de la sociedad y, por tanto, el método de investigación marxista es la crítica social que en este artículo utilizamos para reflexionar sobre la deformada visión capitalista de la realidad que resulta de la utilización de una especie de espejuelos cuyo grado de refracción ha sido determinado a través de una fórmula que, en razón de sus caracteres clasista, fragmentario y polarizado, solo toma en cuenta la cara antagónica de los infinitos duplos de factores opuestos y complementarios omnipresentes en todos y cada una de las honduras recónditas y superficiales del Universo.
Visión particular de entender la sociedad y todo lo relativo a ella que, entre otras cosas, está signada por:
>> Convertir a los seres humanos, únicos multiplicadores de riquezas terrenales, en entes alienados ante el Capital que emerge de las entrañas de su fuerza de trabajo y le aporta el apellido a dicha formación socio-económica.
>> Fragmentar el conocimiento científico al no considerar que cada una de sus disciplinas no es más que un aspecto de toda una estructura ecológica y social, de todo un sistema formado por seres humanos que se relacionan continuamente entre sí y con unos recursos naturales que, a su vez, son también organismos vivientes..
>> Obligar a las figuras destacadas que critican este enfoque fragmentario y a quienes disienten de las doctrinas científicas consagradas, a situarse al margen de ellas y, en consecuencia, eximir del tratamiento de los problemas por ellos planteados a la confraternidad de científicos apologistas del orden capitalista.
>> Descuidar, pese a su enorme importancia y a su acelerante ritmo, una evolución dinámica de una sociedad que para aprehenderla se necesita un esquema conceptual que sea capaz de cambiar y adaptarse continuamente a las novedosas situaciones.
>> Menospreciar la importancia capital que posee el estudio de los valores en la ciencia en general y sobre todo en las ciencias sociales.
>> Tratar equivocadamente de proporcionar rigor científico a las diferentes disciplinas evadiendo constantemente los conflictos de valores mediante la utilización de un lenguaje técnico muy elaborado que ha generado un desinterés casi total por todos los principales problemas de nuestro tiempo.
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