Marx no solía hablar de sí mismo como filósofo, historiador o economista –pese a ser todo eso a la vez- sino como crítico de la sociedad y, por tanto, el método de investigación marxista es la crítica social dialéctica que en este artículo utilizamos para tratar la temática de la esencia polarizada y polarizante del capitalismo.
Los dirigentes de la contrarrevolución venezolana, como experimentados practicantes del arte del engaño, afirman que la polarización de nuestra sociedad es consecuencia del discurso del Presidente Chávez, cuando en realidad dicha polarización no es más que una de las pruebas más fehacientes del significativo influjo que aún tiene el capitalismo en el aquí y ahora de nuestro país. El discurso del Presidente Chávez lo que en realidad ha hecho es desenmascarar la esencia polarizada y polarizante que subyace en el código social oculto de dicha formación socio-económica.
El capitalismo corona un devenir histórico de las sociedades clasistas que está marcado por la progresiva polarización de la distribución de las riquezas generadas en un proceso de producción, distribución y consumo de los bienes y servicios, en razón de la acción del principio de concentración en un contexto competitivo que, al mismo tiempo que incrementa los ingresos de los miembros de las clases dominantes, empequeñece las retribuciones reales de los integrantes de las clases dominadas.
Polarización de la que ha resultado un crecimiento exponencial de la concentración de la riqueza en manos de una minoría cada vez más privilegiada y reducida a costa del crecimiento del infortunio de una mayoría cada vez más aumentada. La fuerza física y el caudal patrimonial que los esclavistas y los señores feudales utilizaron como instrumentos de explotación de los esclavos y de los siervos de la gleba, los capitalistas no solo las han potenciado, sino que le han adicionado la fuerza de un conocimiento utilizado para el ensanchamiento superlativo de la cantidad y la cualidad de los medios y los objetos partícipes en los procesos de producción, distribución y consumo de bienes y servicios de donde emana dicho enriquecimiento.
Y este proceso de polarización se despliega en todos y cada uno de los rincones o sectores de la sociedad capitalista, tal y como por ejemplo, lo confirma la atomización de la oposición venezolana y la confrontación del dúo Granier-Ravel con el Grupo Cisneros en donde la correlación de fuerzas a favor de éste último, en un lapso de tiempo muy breve, le ha costado a Ravel su cargo directivo en Globovisión y a Granier le ha minado la prepotencia hasta el punto de acceder a cumplir las exigencias legales de Conatel.
El carácter balanceado del socialismo le impone al proceso de transición que hoy vivimos, el importante objetivo de invertir progresivamente esta capitalista tendencia a elevar el grado de polarización al máximo maximorun, razón por la cual sólo el avance del proceso socialista es capaz de atenuar la polarización social de nuestra patria.
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