Marx no solía hablar de sí mismo como filósofo, historiador o economista –pese a ser todo eso a la vez- sino como crítico de la sociedad y, por tanto, el método de investigación marxista es la crítica social dialéctica que en este artículo utilizamos para tratar la temática de la holística y trascendente conciencia humana socialista.
La conciencia humana se define en general como el conocimiento que la individualidad humana posee sobre sí mismo, sobre su existencia y su relación con el mundo e involucra los procesos cognitivos que permiten la interacción, interpretación y asociación con los estímulos externos, denominados realidad y, por tanto, la conciencia humana socialista tiene como referentes a los procesos cognitivos y a la realidad imperantes en el ámbito de dicha mancomunidad social.
El proceso de discernimiento socialista de la existencia de la individualidad humana está caracterizado por: concentrar la atención en sus procesos biológico, síquico, espiritual y social; combinar los enfoques reduccionista y holístico para entender sus detallados mecanismos y lograr la integración de éstos; concertar el análisis de la información linealmente secuencial con la síntesis de la información difusa y simultánea y expandir la conciencia mediante la estimulación e integración de ambos hemisferios cerebrales.
Igualmente, el proceso del comprensión socialista del comportamiento del entorno de las individualidades humanas está definido por: la concentración de la mirada inquisitiva en los procesos de producción, distribución y consumo de bienes y servicios paradigmáticos, prescriptivos, perceptivos, pragmáticos, mediáticos y objetivos; acordar los enfoques miniaturista e integral para percibir sus puntualizados engranajes y lograr la integración de éstos; el preferente empleo de la concertación de la data rectilíneamente encadenada con el testimonio impreciso y sincrónico y, la exaltación de la unificación en un todo de los diferentes ingredientes envueltos, contenidos y trascendidos por dicho contexto.
Por otro lado, el carácter trascendente del propósito medular del socialismo, el encuentro con un estilo de vida preñado del progresivo desarrollo integral del potencial humano y de la preservación ecológica del medio ambiente, enaltece la infinita vastedad de las individualidades y congregaciones humanas, del entorno ambiental y del conocimiento que envuelve, contiene y trasciende la mancomunidad socialista, al cimentar el señorío del enfoque del campo unificado que, al trascender las modalidades empírica, racional y espiritual, logra asumir una visión completa del espectro total de la condición humana que abarca tanto su semblante terrenal como su faceta divina y, por tanto, acrecienta significativamente la autoestima y la conciencia de las individualidades humanas y las convierte en dignificadas barreras inmunizadas contra el manipulador arte del engaño capitalista.
De lo escrito en las dos primeros piezas del trío de párrafos precedentes llegamos a la conclusión de que la conciencia humana socialista está signada por lo holístico, así como también el contenido del penúltimo párrafo de este artículo tiene como corolario la adición de su semblante trascendental.
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