Entrevistando imaginariamente a Marx sobre lo tratado en:

El postfacio a la segunda edición y el prólogo y nota final a la edición francesa de “El Capital”

¿A qué sector social le corresponde asumir la crítica social en nuestro país?

Esta crítica social, en la medida en que una clase social es capaz de representarla, sólo puede estar personificada por aquel sector cuya misión histórica es derrocar el régimen de producción, distribución y consumo capitalista, en aras de atenuar progresivamente la explotación de los seres humanos y del medio ambiente.

¿A qué se deben las interpretaciones contradictorias que de “El Capital” se han hecho?

A la incomprensión de los métodos de exposición y de investigación que deben distinguirse formalmente, ya que el último ha de tender a asimilar en detalle la materia investigada, a analizar sus diferentes formas de desarrollo y a descubrir sus nexos internos y sólo después de coronar esa labor, puede el investigador proceder a exponer adecuadamente el movimiento real. Y si sabe hacerlo y consigue reflejar idealmente en la exposición la vida de la materia investigada, cabe siempre la posibilidad de que se tenga la impresión de estar ante una construcción a priori.

¿Qué diferencias y semejanzas posee su método con el de Hegel, en virtud de que ambos son dialécticos?

Mi método no sólo es fundamentalmente distinto del método de Hegel, sino que es, en todo y por todo, su antítesis, ya que para Hegel el proceso del pensamiento, al que él incluso convierte bajo el nombre de idea, en sujeto con vida propia, en el Dios de una realidad que es la simple forma externa en que toma cuerpo. Para mí, al contrario, lo ideal no es más que lo material traducido y transpuesto a la cabeza del ser humano.

¿Qué opinión, entonces, usted tiene de Hegel y de su método?

El hecho de que la dialéctica sufra en manos de Hegel una mistificación, no obsta para que este filósofo fuese el primero que supo exponer sus formas generales de movimiento de un modo amplio y consciente. Lo que ocurre es que la dialéctica aparece en él invertida, puesta de cabeza. No hay más que darle la vuelta, mejor dicho ponerla de pie y enseguida se descubre bajo la corteza mística la semilla racional. Y esta inversión provoca el hostigamiento y es el azote de la burguesía y de sus portavoces doctrinarios, porque en la inteligencia y explicación positiva de lo que existe se abriga a la par la inteligencia de su negación, de su muerte forzosa; porque crítica y revolucionaria por esencia, enfoca todas las formas actuales en pleno movimiento, sin omitir, por tanto, lo que tiene de perecedero y sin dejarse intimidar por nada.

¿Qué tipo de disposición deben tener nuestros investigadores?

Quienes aspiren remontar las luminosas cumbres del conocimiento tienen que estar dispuesto a escalar la montaña por terrenos escabrosos.


nicolasurdaneta@gmail.com


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Nicolás Urdaneta Núñez


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