Entrevistando imaginariamente a Marx sobre lo tratado en:

La sección primera del capítulo I de “El Capital” (IV)

¿Cuál es el dúo de caracteres opuestos y complementarios no duales del trabajo que subyace en las mercancías?

Así como el valor de uso y el valor representan las dos caras opuestas y complementarias no duales de la mercancía, igualmente nos encontramos con que el trabajo expresado en el valor no presenta los mismos caracteres que el trabajo creador de valores de uso. Quiero aclararle que de ahora en adelante y tal y como lo estoy haciendo en este momento, para referirme al valor de cambio voy a utilizar simplemente el vocablo valor.

¿Cuál es el carácter del trabajo creador de valores de uso?

Para crear el valor de uso que satisface una necesidad concreta se requiere una clase de actividad que está determinada por su fin, modo de operar, objeto, medios y resultado. El trabajo cuya utilidad viene a materializarse así en el valor de uso de su producto o en el hecho de que su producto sea un valor de uso, es lo que llamamos, resumiendo todo eso, trabajo útil.

Considerado desde este punto de vista, el trabajo se nos revela siempre asociado a su utilidad. Del mismo modo que los valores de uso de dos mercancías son cualitativamente distintos, los trabajos a los que deben su existencia son también trabajos cualitativamente distintos, tal y como sucede, por ejemplo, con el trabajo del sastre y el del tejedor que están implícitos en la producción de un traje y de la tela con el cual está confeccionado. Si no fuesen valores de uso cualitativamente distintos y, por tanto, producto de trabajos útiles cualitativamente distintos también, aquellos objetos bajo ningún concepto podrían enfrentarse el uno con el otro como mercancías, ya que no es práctico cambiar un traje por otro, valores de uso por otros idénticos.

Como creador de valores de uso, es decir como trabajo útil, el trabajo es, por tanto, condición de vida del ser humano, y condición independiente de todas las formas de la sociedad, una necesidad perenne y natural sin la que no se concebiría el intercambio orgánico entre él y la naturaleza ni, por consiguiente, la vida humana.

¿Cuál es el carácter del trabajo expresado en el valor?

Si prescindimos del carácter concreto de la actividad productiva y, por tanto, de la utilidad del trabajo, ¿qué queda en pie de él? Queda, simplemente, el ser un gasto de una fuerza humana de trabajo que tienen de común el hecho de ser un gasto productivo de cerebro humano, de músculo, de nervio, de brazo, etc. El trabajo humano es el empleo de esa simple fuerza de trabajo que toda persona común y corriente, por término medio, posee en su organismo corpóreo, sin necesidad de una especial educación. Por muy complejo que sea el trabajo a que debe su existencia una mercancía, el valor la equipara enseguida al producto del trabajo simple, y como tal valor sólo representa, por tanto, una determinada cantidad de trabajo simple. En consecuencia, si en relación al valor de uso el trabajo representado por la mercancía sólo interesa cualitativamente, en cuanto a la magnitud del valor se refiere sólo interesa en su aspecto cuantitativo, una vez reducido a la unidad de trabajo humano puro y simple.

Todo trabajo es, de una parte, gasto de la fuerza humana de trabajo en el sentido fisiológico y, como tal, como trabajo humano igual o trabajo humano abstracto, forma el valor de la mercancía. Pero todo trabajo es, de otra parte, gasto de fuerza humana de trabajo bajo una forma especial y encaminada a un fin y, como tal, como trabajo concreto y útil, produce los valores de uso.


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Nicolás Urdaneta Núñez


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