Son históricas las desavenencias políticas y territoriales que han tenido Colombia y Venezuela a través de su historia, desde los tiempos de Bolívar, Santander, Páez y Miguel Peña, pasando por el Cabito Castro, Juan V. Gómez, y mas reciente Pérez Jiménez, Caldera, CAP I y Lusinchi, sin olvidar claro esta toda la problemática surgida desde que llego la Revolución Bolivariana al poder político de Venezuela. Hemos estado a puntito de conflictos armados, recordamos la controversia de los Monjes cuando Pérez Jiménez y CAP I, y el conflicto de la Corbeta Caldas cuando Lusinchi. Debemos recordar que los problemas presentados por la presencia de los grupos insurrectos colombianos en nuestro territorio también es de vieja data, mucho se rumoro sobre la ayuda bélica que presto el primer gobierno de CAP a la FARC, igual la presencia del celebre comandante Ariel en Miraflores en una oficina a todo trapo en tiempos de la IV república. No podemos pasar por debajo de la mesa la masacre de nuestros soldados a manos de grupos insurgentes en suelo venezolano en el segundo gobierno de Caldera. En fin toda una historia de rupturas que vienen desde el fusilamiento de nuestro héroe Leonardo Infante de manos de Santander que llevo a la disolución de la mal llamada “Gran Colombia” por decreto de Páez, hasta nuestro días, cuando un inefable canciller de apellido Hoyos, arremete contra nuestro gentilicio y de forma injerencista trata de colocar dudas del proceso de tinte social revolucionario que se gesta en el país.
La Oligarquía Rancia y Conservadora Colombiana nunca han visto con buenos ojos a nuestro país, independientemente quienes estén en el poder político. Hay que ver la cantidad de muertos que ha ocurrido en Colombia desde que las fuerzas burguesas dominan el poder político. Desde 1948, cuando ocurrió el asesinato vil de Gaitán, se sembró en Colombia la exterminación de todos aquellos que se oponían a la doctrina conservadora burgués neoliberal. Fueron millones los exterminados, asesinados, la Oligarquía no se conformaba con asesinar a los dirigentes políticos o campesinos rebeldes, sino que también masacraban a sus familias sin importar si eran niños, mujeres o ancianos, sumados a la quema y arrase total de sus aldeas, todo esto ocurrió y sigue ocurriendo desde 1948.
En ningún organismo internacional se ha tratado este tema de genocidio cometido contra el noble pueblo colombiano, tampoco la prensa internacional ha dicho esta boca es mía. Por eso el Estado Colombiano y sus instituciones son un Estado Forajido, Genocida, que debe mas bien pedir disculpas al mundo y a su pueblo de las atrocidades que han cometido durante mas de 60 años.
Se comenta que lo sucedido con el “Para” canciller Hoyos no es mas que una cortina de humo para tapar el descubrimiento de fosas comunes, donde reposan miles de campesinos asesinados por la fuerzas militares que defienden los intereses de la oligarquía conservadora bogotana. Habría que preguntarse, ¿porque a pocos días de hacer maletas e ir a cuidar a sus nietos y dejar el poder Uribe, se hace este tipo de maniobras?, ¿a quien beneficiaria un enfrentamiento en estos momentos con Venezuela? No nos queda la menor duda que detrás de todo esto esta la mano peluda del imperio y sus lacayos venezolanos. ¿Porque la oposición venezolana se pone a favor de un estado genocida y forajido como Colombia? Será que de esta manera le hace carantoñas al imperio, y sabiendas que perderán las elecciones del 26S, se aseguran su sobrevivencia política y de vida por unos cuantos dólares mensuales ¡¡.
Lo cierto que cualquier analista internacional debe reconocer que el rompimiento de las Relaciones con el vecino país está bien hecho, no podíamos aceptar tamaña barrabasada del “Para” Hoyos y su jefazo el mafioso Uribe. Venezuela es un país digno de respeto, no los hemos ganado a través de siglos, llevando libertad a otros países, dando ayuda a los países mas débiles económicamente, aceptando ciudadanos, hombres y mujeres de otras latitudes que vienen buscando prosperidad y seguridad, como los mas de 4 millones de colombianos que han llegado a nuestro suelo buscando vida, amor y paz. Pero debemos exigir respeto, las diferencias políticas, ideológicas con el estado genocida de Colombia son únicamente con sus operadores, es decir con la rancia oligarquía conservadora burguesa que rige los destinos políticos de ese país. Con nuestros hermanos colombianos, no tenemos nada en contra, y sabemos que mas temprano que tarde todos estaremos unidos hacia el fortalecimiento de una gran nación, como es la Patria Grande que soñaron nuestros libertadores.
Saludos cordiales, RAS, Siglo XXI
pedro2_jose@yahoo.com
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