A 70 años del asesinato de Trotsky vemos por
cualquier sitio en
internet las consabidas apologías a un personaje que se caracterizó por
ser un revolucionario sin fronteras. En este terrible aniversario las
apologías sobre Trotsky sobran si no se hace referencia a su demostrado
internacionalismo con los proletarios del mundo y sus vanguardias
políticas. De Trotsky nadie puede alegar haberse apartado del
internacionalismo proletario, aún si las
condiciones en el Estado Obrero que se esforzó en construir, y que al
poco tiempo fuera degenerado por la casta burocrática que lo echó de
sus fronteras, no hubieran ocurrido. 50 años antes de luchas obreras
habían colocado el hecho consciente del papel preponderante como clase
social frente a los explotadores a pesar de guerras por el control del
capital y las bancarrotas del mismo, todo bajo una premisa fundamental,
el marxismo. La década del 30 en el siglo pasado vendría a colocar el
freno a ese ascenso revolucionario de las masas con el accionar
contrarrevolucionario del fascismo, el nazismo, el franquismo y el
estalinismo. La segunda internacional fallecida por la entrega de las
masas proletarias de manos de los creyentes en el necesario
sostenimiento del Estado capitalista mientras eran masacrados en la
primera gran guerra entre los imperios sin embargo no impidió la
revolución proletaria y la dictadura de su clase en la inmensa Rusia,
lo que permitió que una tercera internacional condujera, al menos
durante sus cuatro primeros congresos, a la unificación de la
vanguardia política del proletariado del mundo por la revolución
mundial. Trotsky no dejó de ser referencia obligada en esas luchas
concretas.
Pero los imperios terminarían triunfado por sobre los proletarios del mundo, luego de esa otra década gloriosa de los años veinte, preparando el abono a una nueva barbarie 10 años después, mientras el Estado obrero soviético se encerraba en los dictados de su gran embaucador, Stalin, con el absurdo del socialismo en un sólo país lo que negaba el fundamento marxista del internacionalismo proletario. Contra la corriente claudicionista emanada desde el Kremlin colocando la Komiterm bajo los dictados del PCUS y que fenecería por decreto en 1943 en función de la abierta conciliación de clases con los dueños del capital mundial, Trotsky, con lo muy precario de sus posibilidades de subsistir, sea por los esbirros estalinistas que estaban tras su caza o por la negativa de aceptarlo en sus países los reformistas del socialismo por el temor a alentar a las masas proletarias a romper con sus explotadores, no abandona a los proletarios del mundo, y tras incontables marchas y contramarchas, enarbola las banderas de una nueva internacional, la IV. Pero no suficiente con ello, elabora lo que sería el programa de transición para que los proletarios del mundo pudieran agruparse, no sólo como medio de respuesta ante el acoso de los imperios y sus burguesías explotadoras que preparaban una nueva barbarie y colocaban bajo sus hombros todo el peso de la bancarrota del capital, sino porque tendía a plantear de nuevo el fundamento internacional de la revolución proletaria.
Es en los albores de la segunda gran barbarie que Trostsky por fin será alcanzado por la piqueta del asesino enviado por su enemigo jurado, hace ya hoy 70 años. Lo que podría haber significado la debacle de los internacionalistas proletarios del mundo en la falsa creencia que acabando con su cabeza visible desaparecería el internacionalismo de los proletarios por la revolución mundial, a estos 70 años posteriores demuestra que no lo fue en lo absoluto y que el movimiento trotskista en el mundo sigue siendo una referencia para aquella. El marxismo en su mejor expresión por parte de Trotsky no sólo pronosticó la bancarrota del capital como antesala a la segunda gran guerra, también lo hizo respecto a la indetenible restitución capitalista de los Estados obreros de manos de la casta burocrática stalinista. Ya desde antes del 2007 los trotskistas hemos estado alertando por la nueva bancarrota del capital mientras su reagrupamiento por una salida proletaria internacionalista aún no se concreta. Mientras no están agotados los planteos de la IV internacional, menos su programa que sigue estando a la orden del día, los albores de una nueva barbarie se abate ya sobre los explotados del mundo mientras la otra izquierda se refugia en los planteos nacionalistas pero como buey de arreo de sus Estados capitalistas en bancarrota. Hoy de nuevo la refundación de la IV internacional, bajo el fundamento del internacionalismo proletario, va en contra corriente. La diferencia, a desmedro de aquella época en que marcó su nacimiento, la harán los ya cientos de miles de trotskistas del mundo en reconocerlo y saldar sus diferencias. No hacerlo significará esta vez colocar al mundo al borde de su propia aniquilación.
"La situación política mundial en su conjunto se caracteriza principalmente por la crisis histórica de la dirección del proletariado." Leon Trotsky - El Programa de Transición.
Levantemos los internacionalistas consecuentes las banderas de la IV Internacional por la revolución mundial y el internacionalismo proletario. El Programa de Transición hoy mantiene su total vigencia.
Pero los imperios terminarían triunfado por sobre los proletarios del mundo, luego de esa otra década gloriosa de los años veinte, preparando el abono a una nueva barbarie 10 años después, mientras el Estado obrero soviético se encerraba en los dictados de su gran embaucador, Stalin, con el absurdo del socialismo en un sólo país lo que negaba el fundamento marxista del internacionalismo proletario. Contra la corriente claudicionista emanada desde el Kremlin colocando la Komiterm bajo los dictados del PCUS y que fenecería por decreto en 1943 en función de la abierta conciliación de clases con los dueños del capital mundial, Trotsky, con lo muy precario de sus posibilidades de subsistir, sea por los esbirros estalinistas que estaban tras su caza o por la negativa de aceptarlo en sus países los reformistas del socialismo por el temor a alentar a las masas proletarias a romper con sus explotadores, no abandona a los proletarios del mundo, y tras incontables marchas y contramarchas, enarbola las banderas de una nueva internacional, la IV. Pero no suficiente con ello, elabora lo que sería el programa de transición para que los proletarios del mundo pudieran agruparse, no sólo como medio de respuesta ante el acoso de los imperios y sus burguesías explotadoras que preparaban una nueva barbarie y colocaban bajo sus hombros todo el peso de la bancarrota del capital, sino porque tendía a plantear de nuevo el fundamento internacional de la revolución proletaria.
Es en los albores de la segunda gran barbarie que Trostsky por fin será alcanzado por la piqueta del asesino enviado por su enemigo jurado, hace ya hoy 70 años. Lo que podría haber significado la debacle de los internacionalistas proletarios del mundo en la falsa creencia que acabando con su cabeza visible desaparecería el internacionalismo de los proletarios por la revolución mundial, a estos 70 años posteriores demuestra que no lo fue en lo absoluto y que el movimiento trotskista en el mundo sigue siendo una referencia para aquella. El marxismo en su mejor expresión por parte de Trotsky no sólo pronosticó la bancarrota del capital como antesala a la segunda gran guerra, también lo hizo respecto a la indetenible restitución capitalista de los Estados obreros de manos de la casta burocrática stalinista. Ya desde antes del 2007 los trotskistas hemos estado alertando por la nueva bancarrota del capital mientras su reagrupamiento por una salida proletaria internacionalista aún no se concreta. Mientras no están agotados los planteos de la IV internacional, menos su programa que sigue estando a la orden del día, los albores de una nueva barbarie se abate ya sobre los explotados del mundo mientras la otra izquierda se refugia en los planteos nacionalistas pero como buey de arreo de sus Estados capitalistas en bancarrota. Hoy de nuevo la refundación de la IV internacional, bajo el fundamento del internacionalismo proletario, va en contra corriente. La diferencia, a desmedro de aquella época en que marcó su nacimiento, la harán los ya cientos de miles de trotskistas del mundo en reconocerlo y saldar sus diferencias. No hacerlo significará esta vez colocar al mundo al borde de su propia aniquilación.
"La situación política mundial en su conjunto se caracteriza principalmente por la crisis histórica de la dirección del proletariado." Leon Trotsky - El Programa de Transición.
Levantemos los internacionalistas consecuentes las banderas de la IV Internacional por la revolución mundial y el internacionalismo proletario. El Programa de Transición hoy mantiene su total vigencia.
(*) Opción Obrera - Venezuela
virmontry@gmail.com