La masacre de Tucson, que dejo un saldo de 6 personas muertas y 14 heridos, ha puesto a muchos a pensar. No fue un chiflado el asesino de Arizona, sino un fascista, pues, su autor fue motivado por la ultraderecha norteamericana para ejecutar su crimen. Hoy la sociedad norteamericana se encuentra consternada. Esa masacre podría ser un espejo para nuestro país si la derecha venezolana no modera su lenguaje y reflexiona. Son precisamente ellos quienes han promovido el odio y la intolerancia contra los revolucionarios. Basta con sólo ver la programación mediática antichavista y anticastrista desarrollada desde Miami por la gusanera prófuga cubano-venezolana, ver Globovision, o los comentarios de páginas Web como Noticias24, etc. Lo hemos advirtiendo: la canalla burguesía se encuentra alimentando “la psicología de masas del fascismo". Muchos hechos justifican advertencia.
La burguesía venezolana nos acusan de dividir y confrontar al país, y de mantener un discurso virulento, cuando, en realidad, sólo hemos develado la injustificable miseria y la división de clases ocultada tras la mascara de la democracia burguesa. En sus discursos de odio y venganza es común escuchar en sus mítines palabras como "mueran los miserables chavistas", o consignas como "ganar y cobrar", etc.
En cambio, nuestro discurso se caracteriza por decir siempre la verdad sin temer ni ofender a nadie. Nuestra expresión no es de rabia, sino de indignación ante los males heredados. Pero también de convicción porque tenemos las ideas y un camino recorrido para remediar la penosa situación de nuestro pueblo.
En los EUA, los fascistas del Tea Party han amenazado con la Segunda Enmienda. En Venezuela, la derecha nos amenaza con el Golpe de Estado y “la muerte del Presidente y de gran parte de su jauría”.
Un sheriff de Tucson, Clarence Dupnik, quien obviamente no es político, describió de forma magistral las razones de la masacre al decir a la prensa: "Cuando se ven personas desequilibradas, que responden a la virulencia con que hablan determinadas personas acerca de destruir al gobierno, la furia, el dio y el fanatismo en este país están alcanzando un nivel horroroso. Y lamentablemente creo que Arizona se esta convirtiendo en la Meca del prejuicio y la intolerancia".
Arizona también tiene sus peregrinos entre la derecha venezolana. La Justicia del país debe actuar al respecto.
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