MALO NO FUESE
No sé en qué canal, sólo que no fue nacional, donde escuché de alguien una especie de propuesta que me pareció fabulosa y que consiste en pedirle a los países agrupados en la Comunidad Andina de Naciones (CAN), a la cual Venezuela ya no tiene adhesión desde el 20 de abril del 2006.
Sin embargo y a pesar de no ser miembro no implica que si la propuesta tiene ventajas que contribuyan de manera positiva, sea adoptada por nuestro país, e incluso impulsada. Dicha propuesta o mas que ello sugerencia se refería al estudio de la posibilidad de que en los países de esa Organización Regional montasen una especie de pote común para la adquisición de medicamentos, en virtud de las marcadas diferencias de precios de compra a laboratorios en el exterior de los mismos y daban como ejemplo de que un medicamento que costaba importar a Colombia 18 dólares a Bolivia le costa 7, razón por la cual si se aplicara una compra común para la posterior distribución de cantidades de medicamentos suficientes para las necesidades de los diferentes países, sería mucho el ahorro para las economías de los miembros y el precio final al consumidor mucho mas bajo.
Excelente idea que de ser posible implementar, vendría a contribuir en mucho a mejorar no solo aspectos económicos sino de salud en todos nuestros países y que bien podría ser emulada por todas las demás organizaciones que agrupan a los países en desarrollo, no solo de América Latina sino de otros continentes que no son productores de medicamentos y que por fuerza tienen que depender de las trasnacionales que explotan la salud, es decir la vida de los seres humanos.-
La verdad que es una brillante propuesta que habría que ver como es recibida por las empresas transnacionales productoras de medicamentos, si se avienen a una salida de ese tipo, vendiendo por ejemplo solo al país al que les suministran a menor precio, para que este se encargue de hacerlo llegar a los demás. En principio no debería haber problema porque al dejar de venderle por ejemplo directamente a Colombia y hacerlo solo a Bolivia, lo harían en mayor cantidad lo cual a la final no representaría mayo problema desde el punto de vista de sus ingresos..
Ahora bien, esta idea de ser viable, bien podría operar en otros rubros del comercio internacional, en productos que de manera común no sean fabricados en nuestros países y a la vez sería magnifico multiplicarla a través de las demás Organizaciones regionales.-
NO PODIA FALTAR LA MANO IMPERIAL
Ya no queda duda que en lo que sucede en Libia e Irán países del mundo árabe, después de lo de Egipto, Tunez, Jordania, Yemen y Bahrein, todos prácticamente sus satélites, el imperio tenía que reaccionar como lo está haciendo en Libia para contrarrestar de alguna manera la pérdida de la influencia que conjuntamente con Israel ejercía sobre esos países; también Inglaterra, en una especie de trilogía, se aprestaron a financiar revueltas y aportar mercenarios, que han llevado a esos dos países a enfrentar las situaciones que hoy el mundo observa y que ha traído como consecuencia un inminente guerra civil en Libia y escaramuzas de cierta gravedad en Irán. El centro de los hechos tiene que ver con el temor del imperio de perder el suministro seguro y barato y ni corto ni perezoso aprovecha la oportunidad para ver si como en Irak le pone la mano al control de la fuente energética que cada día pareciera le es más indispensable para poder mantener la dispendiosa carga que le representa no solo el gasto desmedido de su forma de vida sino los diferentes frentes de guerra que mantiene.-
Así que lo que estamos viendo en Libia al parecer tendrá un desenlace contrario al líder de la Revolución abiertamente antiimperialista y convertirá ese país en otro satélite de la voracidad del conquistador gringo.
Con toda seguridad, así como Irán, nuestro país está en la lista de los objetivos imperiales, de eso no nos debe caber la menor duda, ya hemos vivido sus zarpazos que han fracasado por la acción de un pueblo consciente, sin embargo siguen en su empeño con lo que ha sido denunciado por algunos como “golpe suave” utilizando a venezolanos a quienes no les importa vender su conciencia y convertirse en mercenarios tarifados como los agrupados en la llama JAVU, y quienes desde las filas de la derecha son frecuentes viajeros hacia el imperio no solo a recibir línea, sino a convertirse en una especie de “mulas” para trasportar los dólares con los que mantienen activa la agenda mediática y de calle en la búsqueda de minar las bases revolucionarias.-
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