El tal Uribe Vélez es un prófugo de la desvergüenza que puede estar aquí como allá, enlazando los tejemanejes que le den una importancia que no se merece, ni tiene, en ninguna parte, al no habérsela ganado con moralidad como líder de la ultra derecha colombiana con sus falsos positivos todavía en uso y, cómplice de los gringos por donde se le detalle como patrio trasero que ha sido Colombia de ese imperio y, es que éste alborotador de los ruidos más perversos se va de bruces encaramado de rabia no mas pensar en el presidente Chávez, se destapona y lo invade un corto circuito de envidia en sus neuronas que, le trastoca sus miserias humanas que lo llevan a reventar las estupideces más locuaces que colombiano alguno pueda imaginar. ¿Verdad que sí, amigo Gilberto?
Este ventrílocuo de las ironías encubiertas que cuando se emberrincha es más peligroso que la computadora de Raúl Reyes, que para ellos es tan prolífera en situaciones embarazosas que les da la sutileza aventurera en tratar de desprestigiar con el lastre de su disco duro de sus pretensiones inútiles al seleccionado para el fin que interese, apoyados dentro de la corte de los malos augurios que está en Colombia o donde esté Uribe Vélez con su casete de puro egoísmo acumulado de vileza de tinte político que, le da la paciencia de socavar con sus ideas de malas intenciones a quien quiera joder de rabia, no importa quién sea, mientras no esté en el mismo círculo que socorre al mismo Uribe Vélez que, cuando el probable acusado despierte está en la cola del palanganero del purgatorio de sus desenredos, tratando de limpiarse del embarre del expresidente –único de tantas vilezas juntas cometidas, todas en su estadía de gobernante en general- y si le sonríe a alguien, es peor, lo llena de cataratas infladas de injusticias por él antes soñadas.
La mediocridad de este mal gobernante que plagó a Colombia de baratijas sociales a su antojo y provecho económico, donde el paramilitarismo fue su Talón de Aquiles que se organizó y desarrolló con su visto bueno, fuerza que educó y reeducó en su pendenciero mandatos que, además lacero de ignominia a ese país sembrándolo de crímenes y masacres de lesa humanidad y padre, a la vez, de la parapolítica infernal que lo mantuvo durante dos períodos al frente del poder y que dejó a ese país frente al mundo como la mayor vena abierta en América Latina de genocidios que sumados al desplazamiento de un gran número de sus habitantes, llenan de horror las páginas que ese miserable mal nacido, altivo de mediocridades, llamado Álvaro Uribe Vélez, ande por el mundo dando muestras de estadista, solicitando, que se vigile lo más vigilado que ha habido sobre la tierra: como lo han sido las elecciones presidenciales venezolanas, llegado su período y. es que ese engagé de la destructiva y epiléptica política de su desgobierno tiene la pretensión que una mala conciencia ofrece como una almohada casi mejor que una buena, con tal que sea bien mala.
Ese vil de Uribe Vélez, porqué no le pedirá a Obama que deje el mundo en paz sin sus provocaciones y a Colombia sin bases militares que no perjudiquen a sus vecinos y, ojala que ambos se los trague la experiencia del olvido.
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