Donde quiera que pisen con sus botas los soldados de Estados Unidos alegando llevar paz haciendo la guerra, nunca dejan de cometer las peores y más abominables crueldades contra los humanos invadidos. Reflejan la radiografía o fotografía perfecta de su comportamiento de mercenarios. Con razón el camarada Lenin catalogaba a los imperialistas como bandidos y a la Sociedad de Naciones como cocina de ladrones. Los imperialistas hacen sus guerras de rapiña utilizando sus argumentos como principios de la moral más “perfecta” y más “humana”. Pero en verdad eso no lo creen ni en la Casa Blanca ni en el ejército estadounidense.
Hace unos años recorrieron el mundo unas fotografías donde soldados de Estados Unidos (de ambos sexos) disfrutaban burlándose de los presos iraquíes que eran víctimas de sus torturas. Fue, realmente, un escándalo público que obligó al gobierno de Estados Unidos a condenar tan palurda fechoría y crueldad para salvar la “incorruptible e inviolable” moral de sus soldados y de sus supuestos derechos y deberes de invadir a Irak para derrocar a Saddam Hussein. En estos días vuelve a recorrer el mundo (como manifiesto imperialista) otro bochornoso y repudiable acto criminal cometido por soldados estadounidenses en Afghanistán. La madre Celestina del planeta mil y más veces criticó y critica las crueldades de los talibanes dictando clase de moralejas y cometen actos de una vileza que raya en la más burda de todas las burlas: aquella que se ejecuta sobre cadáveres que no tienen ninguna posibilidad de defensa. Un nuevo escándalo y la Casa Blanca lo condena alegando que ese repudiable comportamiento de algunos soldados estadounidenses no afecta en nada la moral del ejército de Estados Unidos, porque éste es Libertador y no opresor de pueblos.
Fueron develadas o publicadas unas fotografías donde aparecen unos soldados de Estados Unidos orinándose sobre los cadáveres de unos afghanos asesinados por los invasores. Terrible desorden sicológico de esos soldados. Cuando los que matan a otros y se ríen de los muertos, ya eso en sí mismo es un desiquilibrio mental; cuando contiúan disparando sobre los cadáveres, ya eso es en sí mismo un trastorno mental serio; pero cuando se orinan sobre los cadáveres, ya eso en sí mismo es una degeneración gravísiva y extrema de la psiquis de quienes cometen ese abominable acto de burla y festejo injustificable y asqueroso de sus crímenes. Robespierre guillotinó gente, porque los consideraba enemigos acérrimos de la Revolución Burguesa Francesa de 1789. Algunas de sus víctimas eran ciertamente inocentes, por lo cual fueron al sepulcro injustificadamente. Entre esas víctimas estuvo, nada más y nada menos, que Danton, sin el cual jamás se hubiera producido la Revolución, pero no se conoce ningún caso en que Robespierre se hubiese burlado del algún cadáver o hubiera esputado u orinado sobre la cabeza decapitada de alguna de sus víctimas. En Estados Unidos, algunos altos personeros del gobierno, incluyendo al Presidente Obama y la Secretaria de Estado la señora Clinton, gozaron un bolón y parte de la otra por la muerte de Osama Bin Laden como también otros altos funcionarios de Estados Unidos disfrutaron a carcajada limpia cuando a un negrito le salió humo por la cabeza durante su ejecución en una silla eléctrica hace algunos años atrás. Con razón los soldados estadounidenses se sienten preparados sicológicamente para burlarse de sus víctimas mortales o para orinarse sobre los cadáveres, producto del estado de descomposición o degeneración mental con que los envían a las guerras imperialistas que se hacen para expoliar naciones enteras.
El Presidente, impuesto por el imperialismo, de Afghanistán se sintió ofendido, humillado, ultrajado y vilipendiado por el vil acto de sadismo que cometieron los soldados estadounidenses orinándose sobre los cadáves de afghanos pero, aunque no lo reconozca, es el principal cómplice afghano de los crímenes que cometen los invasores en su país.
No existe, en este momento de la historia, ningún ejército que pisotee y vulnere tanto los principios de la moral –incluso burguesa- que el de Estados Unidos. Pareciera que quisieran volver a los tiempos de Gengis Khan pero con una novedad: legalizar el canibalismo para los soldados estadounidenses. Si algún ejército del mundo, para hacer sus necesidades fisiológicas, en vez de utilizar toallas higiénicas usa las reglas de la moral para limpiarse es, exactamente, el de Estados Uidos.
Los crímenes, los abusos, las crueldades, las burlas, los cinismos, los cadáveres ultrajados, los muertos orinados o esputados continuarán viéndose a través del tiempo mientras los imperialistas hagan sus guerras de para saquear las riquezas de otras naciones. Sólo cuando el mundo entre de manera definitiva en el sendero del socialismo se acabarán para siempre todas las tropelías y crueldades que cometen los hombres-lobos y las mujeres-lobas contra la inmensa mayoría de la humanidad. .La solidaridad y el amor entre los seres humanos desplazarán de pies a cabeza al egoísmo y el odio para que reine completamente la libertad sin fronteras nacionales.¡Viva el comunismo!