No soy ni estudioso ni crítico del fútbol. Simplemente soy un aficionado que aprovecha la televisión para disfrutar de algunos partidos y, especialmente, entre el Barcelona y el Real Madrid. Millones y millones de personas igualmente lo disfrutan. Sólo los fanáticos empedernidos padecen de síntomas no aptos de un sano comportamiento humano. El fútbol, como la política o la ideología, no pocas divide a la propia familia en opiniones o gustos diferentes.
Todos los medios de comunicación del mundo y, fundamentalmente, los deportivos hablan y escriben constantemente de Messi y de Ronaldo como los dos mejores futbolistas del planeta y, además, los mejores pagados. Son verdaderas mercancías para producir ganancias a los propietarios privados de conjuntos futbolísticos. Pertenecen, Ronaldo y Messi como muchísimos otros futbolistas bien pagados, a los explotados muy privilegiados que muy prontamente se transforman en explotadores de otros cuando sus capitales los invierten en negocios o empresas privadas. De eso no vamos a ocuparnos por ahora.
Durante toda la temporada de la liga brava del fútbol español estuve atento, fundamentalmente, a los partidos del Real Madrid, que es mi equipo de preferencia aunque un español anarquista amigo no entiende el por qué simpatizo con el conjunto de fútbol de la oligarquía española como si el Barcelona perteneciera a una cooperativa obrera y no a los ricos. Si no fuese así de ¿dónde sacarían el dinero para contratar a tantos jugadores excelentes del Barcelona y bien remunerados?
Cada vez que jugaba el Real Madrid, deseaba no sólo que ganara y perdiera el Barcelona sino, también, que Ronaldo hiciera muchos goles y Messi pocos. Nunca tuve dudas que el Real Madrid ganaría la Liga pero me equivoqué al creer que Ronaldo terminaría siendo el mayor goleador de la misma. La ganó Messi y eso, en verdad, no me disgusta. Creo que Messi, como lo consideran los estudiosos y críticos del fútbol, es el mejor jugador del mundo. Sus habilidades, su talento, su capacidad física de corredor y mareador de contrarios, su tino para burlar jugadores y su sabiduría para bañar a los arqueros, lo convierten en una fiera y un demonio para hacer goles pero, en una escala un poquito menor, también lo es Ronaldo y quien es mucho más veloz que Messi y, además, así lo considero, deja de hacer goles por incurrir en demostraciones artísticas en el fútbol cuando domina con sus piernas el balón. Sin embargo, los goles del portugués, a mi juicio, son más espectaculares que los del argentino.
Sin nada saber de fútbol he llegado a una conclusión que pongo a disposición no sólo de los amantes del llamado deporte rey sino, especialmente, de los estudiosos y críticos del mismo para una reflexión en busca de afirmaciones definitivas sobre los dos astros mundiales de ese deporte.
Si Ronaldo jugara para el Barcelona, creo, terminaría haciendo más de sesenta o setenta goles en cada temporada, porque la estrategia y la táctica futbolística –estrechamente vinculadas entre sí- de ese gran equipo es que los excelentes jugadores del mismo deben hacerlo en procura de poner en bandeja de plata el balón para que el líder sea el goleador sin envidia de nadie ni en detrimento de ningún otro jugador estrella. El técnico del Barcelona sabe que todos sus jugadores son estrellas pero hay uno que es un sol, ese es Messi. En cambio, si Messi jugara para el Real Madrid no pasaría de treinta o treinta y cinco goles por temporada, ya que Iguaín y Benzemá son goleadores por contumacia y no jugarían para ser siempre segundones ni de Messi como tampoco de Ronaldo. Revisen las grabaciones y muchísimas fueron las veces en que Iguaín y Benzemá debieron pasarle el balón a Ronaldo para asegurar el gol y no lo hicieron, prefirieron patearlo hacia el arco y fallaron. El Barcelona, sin desmedro de ninguno de sus jugadores que actúan para asegurar el gol a través de Messi, no tiene dos que actúen como Iguaín y Benzemá.
Bueno, lo cierto es que la gran fanaticada mundial del fútbol está viviendo un momento glorioso al observar la recia competencia que mantienen los dos astros del deporte rey: Messi y Ronaldo.