Debió ser declarado persona “non grata” y sus adláteres de aquí denunciados ante los órganos jurisdiccionales.
La bravuconada de Uribe, al afirmar que le faltó tiempo para violar nuestra soberanía con una operación militar, es algo inaceptable y que debería ser repudiado por todo el país sin distingos de si se es del gobierno u oposición, bien sabemos que de parte de quienes aspiran volver a tomar el poder en este país sin importarles los medios, pues ya lo han intentado por la vía de la violencia y ahora se camuflan con el ropaje de demócratas, pero con una carta bajo la manga, con un plan B, del cual bien sabemos es ideólogo y pieza fundamental el nefasto ex presidente Uribe que si o sí tiene que hacerlo, no sólo porque lleva en sus genes el gusano de sus ancestros que odiaban al Libertador hasta desearle la muerte, sino porque fichado como está por su prontuario delincuencial, tiene que intentar por lo menos cumplir la voluntad del imperio, de salir de Chávez a como dé lugar, lo que hace de muy buen agrado pues bien sabemos le ha declarado la guerra al proyecto bolivariano que por estar tan cerca, lo deja muy mal parado cuando un buen número de colombianos compara lo que aquí se hace en bien de los más necesitados y allá se deja de hacer por ser un país en manos del capitalismo y prácticamente un satélite del imperio.
Es tanto el odio de este nefasto personaje que no le perdona a su sucesor el Presidente Santos que haya recompuesto lo que él dejó por el suelo en cuanto a las relaciones entre los dos países y menos le perdona a Chávez que haya sido reconocido como un líder continental, es tanto su reconcomio y viudez de poder que quiere mantenerse en la palestra pública a costa de la figura y popularidad del Presidente Chávez y encuentra terreno fértil en una oposición venezolana que sufre del mismo síndrome desde 1998 cuando al fin este pueblo abrió los ojos, como comenzó a abrirlos en Colombia cuando no le compró la idea reeleccionista a un capo que llegó a la política de la mano del narcotráfico y el paramilitarismo.
Como vimos en la Asamblea Nacional, se demostró la abierta intención de Uribe de intervenir militarmente a nuestro país y su conexión directa con figuras connotadas de la mesa de la unidad, a quienes les gira instrucciones para que manifiesten su rechazo a las políticas bilaterales de integración llevadas por nuestro gobierno y el de Santos, en una demostración de que ha sido acogido por la oposición venezolana como su asesor de campaña para el departamento de guerra sucia.
Las pruebas documentales presentadas en la Asamblea dieron pié para que a regañadientes y no sin antes tratar de dorar la píldora ante los ojos del país, la bancada de la derecha tuviese que sumarse a la propuesta de repudio a la injerencia uribista, que más que repudio debió ser una declaración de persona non grata e incluso el envío de una nota diplomática al gobierno Colombiano para que se le ponga coto a las desbocadas manifestaciones contra el estado de cosas que el pueblo venezolano se ha dado libremente en más de 14 elecciones nacionales.
Otra metida de pata más de una oposición que en su desesperación ante una nueva derrota acude a lo que sea, así ello les presente simple y llanamente como lo que son: apátridas, capaces de vender hasta su propia madre por lograr sus aspiraciones de volver a ponerle la mano a las riquezas del país, para colocarlas al servicio de sus amos imperiales, como lo venían haciendo hasta la llegada de la Revolución. Así pues que la reacción debió ser más contundente contra las pretensiones de Uribe pero además la firme condena y su denuncia ante los organismos jurisdiccionales de los miembros de la MUD, que participaron en actividades en las que un extranjero como Uribe les gira instrucciones para actuar contra nuestra soberanía.
yuviliz40@hotmail.com
