Obama: “Toda persona en las Amérricas merece vivir con segurridad”

¿Hasta cuándo el mundo vivirá o soportará tantas mentiras? Sólo, tal vez, Dante, de tanto creer en la divinidad, podría saberlo más allá de la Tierra pero en ésta sólo el proletariado –especialmente de las naciones imperialistas- lo sabe. Por muy largas que sean las zancadas de la mentira en cada recodo del camino tropieza y se va golpeando hasta que la verdad la aniquila por nockout.

         De entradita, el señor Obama nos recuerda que no existe, por ahora, un continente que se llame América. Esta quedó tan atrás como tan lejos quedan los recuerdos sobre Colón, su Pinta, su Niña y su Santa María. Son tres Américas: Estados Unidos, la América Uno; Canadá, la América Dos; y Latinoamérica y el Caribe, la América Tres. Y por encima de esas Tres Américas existe la consigna: Américas para Estados Unidos.

         Decir, por ejemplo, que el señor Obama es la personalidad más destacada en el mundo ni es una mentira completa ni es una verdad completa, porque es una verdad a medias. Si se trata de intervencionismo en los asuntos internos de otras naciones, de hacer guerras valiéndose de falsas acusaciones contra sus víctimas, de violaciones a los derechos humanos, de mantener presos políticos antiterroristas haciéndolos pasar como terroristas, sin duda alguna, Obama es la personalidad más destacada de la Tierra. Pero si dicen que es el que más garantiza la democracia, la paz y la libertad, el señor Obama es el peor personaje de este planeta.

         En una entrevista el señor Obama dijo que “Toda persona en las Amérricas merrece vivir con segurridad”. Pero tendríamos que preguntar ¿qué significa seguridad para el señor Obama? Con sólo medio dedo de frente cualquier persona sabe que eso significa, entre muchas cosas, lo siguiente: obedecer los dictámenes emanados por el imperialismo estadounidense; oponerse y derrocar a todo gobierno que se proponga la construcción de un nuevo mundo, es decir, el socialismo; hacerle guerra de rapiña a los Estados que no compartan la política internacional de Estados Unidos; ejecutar terrorismo contra toda persona o movimiento político que luche activamente por el comunismo; imponer una paz de sepulcro a todo pueblo que intente ser el verdadero protagonista de su historia y decidir su propio destino. Eso es “segurridad” para el señor Obama.

         Nunca, en sus intervenciones o discursos, el señor Obama ha dejado de lado el cinismo porque gracias a éste le otorgaron un Nobel de la Paz. Lean lo que dijo el subsidiador de las políticas más terroristas en el mundo: “Continuaremos defendiendo el derecho de los ciudadanos de expresarse libremente, de vivir en sociedades que tengan una prensa libre y legislaturas y sistemas judiciales sólidos e independientes, y de escoger a sus propios líderes mediante elecciones libres y justas”. El señor Obama no nos dice nada del por qué aceptó ser el Presidente de los Estados Unidos si el pueblo con su voto no lo eligió directamente sino a un Colegio  Electoral que es quien tiene la potestad de decidir por los que cumplen con su derecho o deber de votar en Estados Unidos. El señor Obama nada nos dice del por qué se mantiene a los cinco camaradas cubanos antiterroristas presos en Estados Unidos bajo cargo de terroristas. El señor Obama no nos dice nada del por qué fueron a invadir a Irak y a Afganistán si esas naciones no pertenecen al mapa de estrellas de Estados Unidos. El señor Obama nada nos dice del por qué los soldados estadounidenses violan derechos humanos en el mundo, se burlan de sus víctimas, y hasta las continúan torturando después de haberlas asesinado. El señor Obama nada nos dice del por qué no se calla la jeta cuando en otras naciones los pueblos eligen presidentes que no son del agrado de los imperialistas. El señor Obama nada nos dice del por qué imponen una ley patriota para que nada se divulgue de sus crímenes y genocidios cuando hacen guerras imperialistas a otras naciones para robarles su riqueza económica. El señor Obama merece un Nobel de la Guerra pero también otro Nobel de la Mentira.

         Vivimos en un mundo donde los mayores y más salvajes ejecutores del terrorismo de Estado son los que dictan lecciones magistrales de democracia, paz, libertad de expresión, prensa libre y legislaturas sólidas para garantizar que toda persona haga real su derecho a la seguridad. Vivimos en un planeta en que los que más violan el derecho de los pueblos a su autodeterminación son los que más hablan de la solidaridad, del amor, de la fe en Dios y de la ternura. Vivimos en un tiempo en que los gobernantes que más hacen guerra a los pueblos son los que tienen mayores opciones de ganarse el Premio Nobel de la Paz. Y entre esos tenebrosos personajes se destaca, sin duda alguna, el señor Obama, flamante Presidente del imperialismo más belicoso y expoliador que haya conocido el género humano: el estadounidense.



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Freddy Yépez


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