El titular de la prensa de hoy es muy explicito y no deja lugar a dudas: Admitieron nulidad contra ocupación de galpones de Polar en Lara. La Polar y el gobernador Falcón se salieron con la suya. El único perdedor es el pueblo, que ahora no tendrá viviendas y perderán las esperanzas de tenerla, pues el Comandante Chávez había dado su palabra de que así sería y él ya no está para defenderlos.
La Sala Política Administrativa del TSJ admitió la acción de nulidad contra los decretos, dictados por el Comandante Chávez, para la adquisición forzosa de unos galpones, prácticamente ubicados en el centro de Barquisimeto y usados para guardar camiones por la empresa Polar. Allí se había planificado construir varios miles de viviendas para darle solución al problema habitacional que sufre la población de esa ciudad.
El Comandante creyó que con esos decretos todo se había solucionado. La Polar y Falcón lo esperaron en la bajadita y aprovecharon que ahora está ausente y afincaron el poder que todavía preservan y le torcieron el rabo a la puerca.
La Construcción de Viviendas Dignas para El Pueblo Larense, el cual era el nombre con el cual había bautizado El Comandante el proyecto habitacional, tendrá que esperar, pues para la Polar, lo mas importante es resguardar sus camiones y para ellos y Falcon el pueblo sólo es necesario para que consuman cervezas y voten por ellos en los procesos electorales.
Esa medida es un desmentido, a la matriz de opinión que proclama la derecha, de que en Venezuela todos los poderes están sometidos al Ejecutivo y que por lo tanto lo que hay es una dictadura del presidente de la República.
Ayer mismo celebrábamos todos los homenajes que en la CELAC se le hacían al Comandante Chávez en la Habana. Habia un reconocimiento total a su obra por lograr la integración del Continente. Hasta un Museo le dedicaron a él y la labor realizada durante los últimos 20 años en favor de la Unidad y la Paz. Aquí mientras tanto se trabaja, de día y de noche por eliminar su recuerdo del inconsciente colectivo y presentarlo como un presidente nefasto que atentó contra los sagrados derechos de las empresas privadas.
Pobre Chávez, tan cerca del pueblo y tan lejos de las acciones que impulsan los capitalistas que gobiernan todavía a su país.