Venezuela, China, América latina y La Celac

El título de este escrito podría traer preguntas y reflexiones cuando incluimos como apartado separado a América Latina de la CELAC. Hay una razón que sustentamos en las muy serias asimetrías que se presentan en las relaciones económicas y comerciales de China con cada uno de los países al sur del río Bravo y al sur de la península de la Florida en el marco de la bilateralidad, en las relaciones que China pueda desarrollar en profundidad con grupos regionales y ciertos países de la Región (Centroamérica, Caribe, países andinos occidentales, Argentina, Brasil, Chile y, las curiosidades presentes en lo referido a Paraguay), y las particularidades en las relaciones que existen en pleno desarrollo entre Venezuela y China. Es decir, habría que definir el contexto en el cual se desarrollarían las relaciones de China con la CELAC y, por separado, con América Latina.

En ese orden, empecemos por precisar algunos detalles sobre las relaciones entre Venezuela y China que, en última instancia, son de nuestro particular interés en el marco del desarrollo y consolidación de la Revolución Bolivariana y, muy especialmente, en el desarrollo de la propuesta de nuestro Comandante en Jefe, Hugo Rafael Chávez Frías, sobre el socialismo del siglo XXI, cual, como lo expresara, puntualmente, el Canciller Wang Yi: comprendemos y apoyamos el socialismo que impulsó el Presidente Chávez. Amén!

¿Qué quiso expresar el Canciller Wang Yi con esa tan contundente frase? En ese mismo orden de ideas, el propio Canciller Wang Yi expresó que a partir de estos 40 años, debemos desarrollar una nueva cultura en las relaciones bilaterales sobre la base de nuestros intereses más importantes (¿fundamentales?) dentro del marco de las relaciones entre China y Venezuela (entrecomillado nuestro). Reiteramos nuestra pregunta: ¿Por qué el Canciller Wang Yi fue tan preciso en esta propuesta con tan profundo contenido político, financiero, comercial e, inclusive, nos atrevemos expresar, ideológico?

En tratando de encontrar algunas respuestas a nuestras inquietudes intelectuales, nos debemos trasladar a realidades objetivas en el marco de tratar de alcanzar ciertas precisiones que lleven al mutuo beneficio en el marco de las interesantes e importantes relaciones bilaterales de Venezuela y China. En ese contexto, es de obligada rigurosidad metodológica comenzar por un escueto recuento histórico de ciertas etapas de las relaciones diplomáticas y consulares cuales se han desarrollado, históricamente, entre Venezuela y China, algunas de ellas como primicia histórica que explicaremos en el presente texto analítico.

Las relaciones diplomáticas y consulares de Venezuela con la República Popular China de 40 años de existencia tienen un interesante antecedente histórico. Hemos precisado que esos 40 años de relaciones diplomáticas y consulares se han desarrollado con la República Popular China, concretamente, pero ello no desmiente que las relaciones de Venezuela y China, con sus particularidades político-ideológicas, comenzaron en el año 1936 cuando el Gobierno del General Eleazar López Contreras tomó la decisión de establecer el Consulado General en la ciudad de Shanghai siendo designado José Miguel Ferrer como Cónsul General. Dicho Consulado fue cerrado cuando el Imperio nipón invadió la ciudad de Shanghai. Al finalizar la 2da. Guerra Mundial en el Pacífico, el Gobierno de don Rómulo Galllegos tomó la decisión de establecer a nivel de Legación diplomática relaciones con el Gobierno nacionalista presidido por el general Chiang Kaishek (1947) designando al propio José Miguel Ferrer como Encargado de Negocios. Dicha Legación fue trasladada, primero, a la colonia británica de Hongkong para, posteriormente, establecerla en la ciudad de Taibei (Taiwan) decidiendo aquel gobierno venezolano de los años 50 no establecer relaciones diplomáticas con el novel gobierno presidido por Mao Zedong (Guerra Fría y dependencia al Centro). Años posteriores, en la ciudad de Lima (Perú), comenzaron las negociaciones con la representación diplomática del Gobierno de la República Popular China para el establecimiento de las relaciones diplomáticas y consulares. Es de resaltar que el traductor de aquellas conversaciones fue un intelectual chino que había traducido algunas obras de don Arturo Uslar Pietri, entre ellas, Lanzas coloradas. Es también de curiosidad no solo histórica sino política que cuando nuestro primer Embajador ante el Gobierno chino presentó sus Cartas Credenciales fuera recibido por el sucesor de Mao Zedong (Hua Guofeng) cuya fotografía recorrió el mundo entero porque ella permitió dar a conocer al líder político que asumiera las responsabilidades de conducir los destinos de la China post-Mao Zedong. Es decir, el Gobierno chino en esas sutilezas a las cuales nos tiene tan acostumbrado, ha mantenido sus particulares detalles hacia Venezuela que deberían ser leídos con prístina e inmaculada atención.

Las relaciones diplomáticas de Venezuela y China se han mantenido, hasta el impulso que le diera nuestro Comandante en Jefe, Chávez Frías, en los siguientes tópicos: relaciones culturales, fundamentalmente, con la celebración del Bicentenario del Natalicio de El Libertador, don Simón Bolívar celebraciones que se extendieron durante doce (12) meses continuos llegando a impactar en las discusiones ideológicas que se estaban desarrollando en el seno del Partido Comunista Chino (PCCh) sobre la política de reforma y apertura impulsada por líder aperturista y muy comunista, Deng Xiaoping. Otro de los tópicos que se desarrolló fue el mutuo conocimiento del tema petrolero e industria petrolera en todo su amplio ámbito estructural que permitió que Venezuela profundizara en el conocimiento tanto de CNCP como de Sinopec y que la parte china pudiera no solo comprender sino profundizar en la importancia que tenían las relaciones bilaterales energéticas en los temas petrolero, gas, carbón para ambos países.

Es de obligación precisar que la decisión 50 del Consejo de Estado del Gobierno chino con toda la anuencia del Politburó del Comité Central del PCCh y de la Comisión Militar Central (CMC) le ha dado prioridad en el conocimiento y las relaciones de mutuo beneficio entre ambas industrias petroleras como es importante tener presente que la energía para China es política de Estado, es decir, de seguridad y defensa del Estado chino.

Otro tópico en el marco de las relaciones diplomáticas en los campos económico y comerciales fue el entrar en conocimiento de una futura ruta económico-comercial y financiero-tecnológico a desarrollar lo cual nos permitió durante nuestras responsabilidades diplomáticas visitar fábricas, siderúrgicas, centro satelital en Xi´an, Zonas Económicas Especiales, Centro de Investigación Petrolera, petroquímicas, solo por mencionar algunas realidades de mutuo interés en aquellos años previos al triunfo de nuestro Comandante en Jefe, Chávez Frías (1998). Es decir, desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas con la República Popular China hasta el triunfo electoral de Hago Rafael Chávez Frías, esas relaciones se fueron construyendo los cimientos para el posterior desarrollo en profundidad de las relaciones de mutuo beneficio entre Venezuela y China. Hemos considerado más por comodidad que por rigurosidad metodológica en el desarrollo explicativo histórico-diplomático de establecer como principio de la 2da. Etapa en las relaciones de Venezuela y China el triunfo electoral de Chávez Frías porque fue la decisión personal de nuestro Comandante en Jefe, Hugo Rafael Chávez Frías, dar el salto adelante en las calidades de dichas relaciones de mutuo beneficio.

El periodo Chávez Frías (como concepto) marca, como lo hemos expuesto, un salto adelante en profundidad en las relaciones de Venezuela y China no solo por los acuerdos alcanzados en, prácticamente, todas las áreas fundamentales para Venezuela sino que las relaciones diplomáticas y consulares se han venido consolidando con las designaciones de Embajadores que han desarrollado un ingente, serio y profundo trabajo diplomático reconocido por el propio Comandante Chávez Frías. En el periodo Chávez Frías los tópicos fundamentales se han concentrado en la energía, el agro como un todo estructural, lo tecnológico, el comercio y, fundamentalmente, las bases sustantivas financieras. Es decir, se han elevado las relaciones a nivel de política de Estado con mutuos intereses que son de tal particularidad que, demostrablemente, son diferentes a relaciones bilaterales que ambos países pudieran alcanzar y tener con terceros países. Es decir, las relaciones de Venezuela y China son estratégicas.

Ahora bien, las relaciones de la República Popular China con la América toda, incluyendo los EEUU de América, son, particularmente, diferentes a las relaciones que mantiene Beijing con el resto del mundo; es decir, las relaciones que ha desarrollado China con el continente de África que son motivo reciente de profunda preocupación para Washington, son especiales y puntuales; mientras que las relaciones con la Comunidad Europea se consolidan en las excelentes relaciones que han venido desarrollando, particularmente, con Gran Bretaña y Alemania y las relaciones con Rusia, independientemente, de las relaciones tanto con la URSS como con Rusia, han tenido sus significativos momentos entre los cuales, se deben destacar, el alcance de la solución de problemas fronterizos en el río Amur, acuerdos para el combate de las mafias tanto rusas como chinas en las fronteras siberianas, acuerdos energéticos, acuerdos militares y alcances geopolíticos en lo denominado como el Grupo de Shanghai y, particularmente, un tema geopolítico que imbrica tanto a China como a Rusia con Japón. Es de conocimiento general, particularmente, entre políticos y académicos venezolanos y latinoamericanos que Rusia y Japón han firmado un armisticio en la finalización de la 2da. Guerra Mundial en el Pacífico pero aún no han alcanzado un acuerdo para la firma del tratado de paz entre ambos países y que China mantiene una dura e importante confrontación limítrofe con Japón con relación al archipiélago de las islas Daiyu que han alterado los equilibrios geoestratégicos y geopolíticos presentes cuales han obligado a Washington a desarrollar lo que José Vicente Rangel Vale ha denominado como la nueva política Obama.

En ese marco referente, hemos precisado las relaciones de China con toda la América lo cual significa que para la política exterior de la República Popular China, quizás, vea al continente americano como todo un conjunto subdividido en diferentes sub-conjuntos según sus propias características nacionales, geopolíticas, geoestratégicas, económicas, por mencionar. Ello significa que al alcanzar un análisis sobre las relaciones de China con, por ejemplo, la CELAC se deberían tratar de comprender esas características tan particulares desde la visión geopolítica de China sustentándolas en realidades históricas que han sido desarrolladas entre China y los diferentes países americanos.

Nos trasladamos a la Historia de China del siglo XIX. El intelectual mandarín reformista, Kang Youwei (Kang Zuyi, 1858-1927), cantonés de origen, propuso un interesante diseño geopolítico mundial en función de la propia Historia de China (imperio del Centro) y sus intereses a futuro en el contexto internacional en el objetivo marco referente de las realidades impactantes del desarrollo del Imperialismo tanto en China como en el resto de Asia durante aquel siglo XIX que le permitió a dicho intelectual chino sustentar ese diseño sobre las características geográfico-humanas de ciertos países del mundo. En esa propuesta, concretamente, en lo referido para América, Kang Youwei consideró que América debía sustentar sus objetivos geopolíticos y geoestratégicos en dos (2) realidades objetivas: los EEUU de América y Brasil cuales, por su extensión geográfica, estaban destinados a tener un peso específico en las realidades continentales americanas. Independientemente de las bases que sustentaran esas tesis del intelectual reformista chino, es evidente que las relaciones que mantiene China con los EEUU de América y Brasil son muy importantes, diferentes y de obvia demostración académica además de ser información totalmente pública. En segundo lugar, para Beijing en el marco del desarrollo de las relaciones con la Argentina se ha profundizado con los dos (2) últimos gobiernos argentinos como, también es de obligación destacar las importantes relaciones comerciales que mantiene tanto con Chile como con el Perú. En ese escenario, las relaciones de Beijing con Centroamérica se han desarrollado con la prudencia consabida mientras que con México se han profundizado con la importancia que han tenido decisiones político-económicas de diferentes gobiernos mexicanos particularmente en lo referente a las zonas especiales mexicanas. En el marco de las relaciones con El Caribe cabe destacar las importantes e históricas relaciones de Beijing y La Habana que datan desde 1960.

En ese somero escenario propuesto cabe la inquietud: ¿cómo se deben desarrollar las relaciones de la CELAC con la República Popular China?



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Miguel Ángel Del Pozo


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