La elecciones en Siria sí valen es en los Estados Unidos donde, actualmente, no valen, pues existe una falsa democracia
Es curioso que el Sr. Kerry critique de una manera tan autoritaria las elecciones que acaban de darse en la República de Siria, como si en su país, los Estados Unidos, existiese una verdadera democracia.
Tanto en los Estados Unidos, como en la mayoría de las democracias burguesas, se practica lo que algunos han denominado el truco de los dos partidos, partidos que representan, aparentemente, dos posiciones opuestas, cuando en realidad se trata de dos caras de la misma burguesía vinculada a los grandes grupos de poder, nacionales y trasnacionales, de manera que, gane el que gane, se trata de la misma clase gobernando, perpetuándose en el poder, clase que excluye, sistemáticamente, a todo partido minoritario que potencialmente represente al pueblo, como los partidos socialistas.
Vamos a transcribir un artículo único, publicado en los mismos Estados Unidos, que denuncia la falsa democracia que el Sr. John Kerry pretende ignorar, cuando acusa a Siria de
En el sitio de Internet http://elproyectomatriz.wordpress.com/, en un artículo titulado La Falsa Democracia, se sostiene que el camino a la Presidencia de los Estados Unidos está ya sembrado: demócratas y republicanos ¿qué más da?, son exactamente lo mismo, pues en el ámbito de las altas esferas de ambas facciones, todos son miembros y a la vez esclavos de la élite del Nuevo Orden Mundial: se decide la receta, se cocina y se come el juego de la falsa democracia, de la falsa libertad de elección, el confiar para ser traicionados, todo está decidido acordaos del trabajo que publicamos acerca de la Democracia Mercenaria (Hacking Democracy), prueba y pieza fundamental para entender el fraude masivo electoral que tiene lugar en Norteamérica y en otro sitio, Democracia y Traición (Democracy, Trust and Betrayal), se expresa: ¿Acaso creeis que en los Estados Unidos existen partidos que defienden o representan al pueblo? Sólo tenéis que pensar en el mecanismo por el cual se eligen a los candidatos: pueden llevar a cabo sus campañas y candidaturas, exclusivamente a través de aportaciones económicas Y ¿quiénes los subvencionan? ¿Pueden los pobres apoyar a un candidato que los represente? ¿Acaso puede hacerlo la clase media? No: sólo las grandes multinacionales, los multimillonarios, los instrumentos de poder, etc., son quienes intervienen en las candidaturas con su apoyo, además de colocar a sus lacayos en las altas esferas, por lo cual les deben tributo, tanto los republicanos como los demócratas. Son lo mismo uno que otro: una falsa cortina para despistar a la mayoría de la población, que cree poder elegir, cuando realmente están eligiendo a quienes los oprimen, los que realmente deciden. Y con ello se nutren para despistar a la mayoría de la población, desplegando así, día a día, su control del mundo, de manera sutil y sibilina Hillary Clinton, Obama, Edwars, Giuliani, Mcain: basura a reciclar, más de lo mismo. Por suerte existen seres humanos, héroes, caso como ángeles, que están ahí, intentando dar un giro radical a la maldad orquestada, pero los mantienen con la voz silenciada, en las bajas esferas de los partidos, con escaso poder para que no los veamos, para que no los escuchemos, para que no nos emocionen, para que no nos despierten. Está en nuestras manos que su voz sea escuchada, pues los medios tradicionales no lo hacen. Nos referimos a Dennis Kucinich, Samm Simpson, Ron Paul.
Antes de que sea demasiado tarde, está en nuestras manos: no toméis nuestro proyecto como un espacio para entretenernos un rato en nuestro trabajo o en casa. Esto no es una película, sino la triste realidad, que reclama la acción de personas auténticas.
Ved el siguiente documental (entrar al sitio), que expone la vulnerabilidad del sistema de votación electrónica utilizado en los Estados Unidos, demostrándose cómo pueden manipularse los votos intencionadamente Prestad especial atención al final del documental, cuando los responsables oficiales de las campañas electorales se dan cuenta de que el sistema es manipulable, pasando, por sus cabezas, los grandes temores.