“No hay peor ciego que el que no quiere ver”, dice el refrán, el cual es aplicable sin mucho miramientos a la Organización de las Naciones Unidas, ONU, por la pésima conducta que ha exhibido las últimas décadas.
Ese organismo anda exigiendo que Venezuela libere a Leopoldo López, pero sigue arrodillada ante Israel, que no le para a ninguna de sus veintiséis resoluciones dictadas en su contra. ¿Eso qué significa? Pues que sencillamente la ONU es controlada por los Estados Unidos, otro país que se burla de modo permanente de ese organismo internacional y de las naciones que lo integran.
El mundo sigue al revés a pesar de los esfuerzos que se hacen para enderezarlo. El compa Franklin González le dice a la Academia Sueca, a propósito de referirse al Premio Nobel dela Paz, que “ha estado obnubilada” cuando le ha tocado decidir a quién darle el Premio Nobel de la Paz, porque, en lo que concierne a USA, se lo ha entregado a tres presidentes altamente guerreristas (Theodore Roosevelt, Thomas Woodrow Wilson y Barack Obama), gente que nada tiene que ver con la paz.
Por honor, por respeto al mundo, por la humanidad si es que la respetan (nada creíble este argumento, pero ahí vamos), por el ambiente (otra razón que les sabe a casabe), la ONU debiera da un paso acelerado a su reestructuración mientras que los que entregan el Nobel de la Paz, deberían sepultar ese galardón y dedicarse a entrenar pulpos, ballenas y calamares gigantes, a ver si crean una vanguardia marina que frene a los barcos balleneros, a los que cazan tiburones, a los que andan en la pesca de arrastre y a los que andan contaminando los mares.
El mundo sigue manchado de corrupción, porque sigue siendo posible la agresión a los más débiles y de hecho, los europeos y sus descendientes de habla inglesa continúan metiéndose donde no les llaman y agrediendo de modo continuo. Los argentinos pueden hablar de ello, Bolivia también, los paraguayos en la misma, ni hablar de Ecuador, sin olvidar a Brasil, Uruguay, Nicaragua, Panamá, El Salvador, Guatemala, Honduras, Santo Domingo, Puerto Rico, Granada, Cuba y Venezuela.
¿Entonces, con todos esos claros antecedentes de intromisiones va a venir la ONU a pedirle a Venezuela que suelte a Leopoldo López y a la manga de facinerosos que han dañado económicamente al país y generado muertes horrendas?
Ese absurdo de que haya hombres y grupos económicos –que solo siguen sus propios intereses- que se crean superiores a los demás, no existirá por siempre pues las naciones con sus hombres se preparan cada día, mientras ellos se deterioran, cada hora que transcurre.
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