El emperador, Barack Obama deambula, luce desvestido, poco arrogante, está preocupado. A lo interno, las cosas no están bien, mucho menos hacia el exterior. El mundo sabe de sus hazañas belicistas, falta de ética y moral. Está envuelto en una barbarie existencial por el control político, económico, social…, el sistema imperial de intercambio comercial de los últimos 200 años no funciona. Los oprimidos exigen Libertad, Independencia. La especie humana parece extinguirse. Lejos están los días de paz, de humanidad, de existencia y respeto mutuo entre los pueblos y naciones. La corona de laureles, símbolo del trabajo fecundo en pro de la PAZ, está marchita. Sus hojas, con la fresca brisa otoñal, lucen esparcidas por todo el recinto. En su cabeza sólo hay un pensamiento…
Todo comenzó al inicio del siglo 21, por allá por el año dos mil, el imperio Bush, inicia la guerra preventiva contra los pueblos árabes en busca de nuevos enemigos, Osama Bin Laden y los terroristas de Al Qaeda. Hasta ese momento los únicos en el planeta que conocían la existencia de la acaudalada familia Bin Laden, eran políticos, empresarios y el Departamento de Estado. Para entonces la familia Bin Laden eran los socios favoritos de congresistas estadounidenses, de los Bush. Su fama y fortuna tiene orígenes en la guerra de Afganistán contra la intervención soviética, a finales del siglo veinte. Fueron armados y bien pagados por el complejo militar industrial de los Estados Unidos de América. En esa búsqueda, el ejército regular norteamericano invadió y devastó Afganistán e Irak, nunca apareció Osama Bin Laden. La guerra preventiva, del imperio Bush, contra el terrorismo fracasó y con ella la mayor derrota económica y militar del imperio más poderoso de la tierra
Coronado de laureles, como Premio Nobel de la Paz, se inicia una nueva era para la humanidad; el imperio Obama. Envuelto en las mayores derrotas económicas, sociales, políticas y militares, ofrece a lo interno y a lo externo una nueva forma de hacer política, de relaciones amistosas, respetuosas. Terminar con las torturas en cárceles secretas y con la guerra. Se dice victorioso en Irak mientras retira su ejército, sin embargo, son tan cruentas las cárceles y torturas que decide seguir ocultándolas. La crisis económica se pierde de vista y se extiende por el mundo, hacia la Unión Europea, sus incondicionales aliados. Progresivamente pierde el control político, social, económico. El modelo capitalista de dominación no funciona. La economía no funciona, Los países de la Unión Europea se hunden en la miseria. Los rusos, chinos renacen y establecen relaciones de intercambio con naciones del sur. Quienes a su vez, exigen independencia, libertad y control de sus recursos naturales.
Imposible de entender, de conceder. Ante la pérdida de poder imperial es urgente y necesaria la intervención. De la nada surge y se extingue la denominada primavera árabe en países de la región del golfo tutelados y protegidos por el ejército imperial estadounidense. Como resultado de estos movimientos, los jerarcas gobernantes de dichas regiones al ver sus intereses perdidos, se llenan de terror y apoyan al gobierno de Barack Obama y sus aliados de la Unión Europea en la invasión contra Libia, país africano con mejores estándares de vida en la región. Como en Afganistán contra los soviéticos, en Libia los europeos y estadounidenses, introducen a un ejército no regular, son asesinos, sin moral, sin conciencia, sin humanidad, mercenarios de todas partes al servicio del poder imperial. Libia es devastada, Las bombas inteligentes de aviones estadounidenses, alemanes, británicos, españoles, italiano y franceses, destruyen escuelas y hospitales. El terror invade Libia, al mundo. ¡Oh!, en medio de esta vil destrucción reaparece, en Afganistán, el terrorista más famoso de la humanidad; desde su profundo y bien protegido bunker, en los Estados Unidos, el emperador, Barack Obama, oculta el asesinato de mujeres y niños en Libia con la noticia de la captura y muerte de Osama Bin Laden. Nadie vio, nadie supo. Sólo Obama y sus fuerzas especiales.
Paralelamente, con este mismo ejercito del terror, se invade Siria, para EE.UU., sus aliados europeos y los bien acaudalados gobernantes del golfo, ahora el nuevo objetivo de control es el Estado Sirio. Sin embargo, por más de tres años, esta campaña es desfavorable a los intereses del imperio Obama y sus aliados, como en otras partes del mundo. China pasa a tener el control mundial de la economía, a tras quedaron los días donde Los Estados Unidos de América y la llamada Unión Europea decían al mundo que hacer. Se extiende la noticia de lo profundo y extendido del espionaje estadounidense interna y externamente. El nuevo frente de intervención aparece en Ucrania, por orden directa del emperador, Barack Obama, los gobiernos de España, Italia, Alemania, Inglaterra, Italia y Francia sancionan a Rusia.
Fracasados en Ucrania, Siria, Venezuela, Argentina…, Obama ordena al llamado ejército mercenario tomar los campos petroleros de Irak y Siria, crear el denominado Estado Islámico y atacar a cuanto gobierno se oponga. Los incondicionales del golfo, financistas de dichos ejército, se horrorizan y corren, corren a pedir auxilio. Es necesario que sus reinos e intereses personales sean protegidos por los ejércitos de la Unión Europea y de Estados Unidos. Los mismos que entrenan, financian y equipan a estos ejércitos del terror. La economía tiembla, el rublo cae a niveles históricos, lo mismo ocurre con el real brasileño. En el mundo en todas direcciones hay un conflicto bélico auspiciado directa o indirectamente por Estados Unidos y la Unión Europea Para el emperador, Barack Obama, es fundamental el control petrolero, político y militar en medio oriente. En África Occidental, controlada por Estados Unidos, aparece el ébola, en el Caribe y América Latina recrudece el dengue y aparece el chikungunya. La estrategia imperial es simple, llenar al mundo de terror. Luego, con su aparato tecnológico, militar industrial, científico presentarse como los salvadores y dueños de la humanidad.
