Una de las consignas más pertinentes de los pueblos de España contra el gobierno del señor Mariano Rajoy pudiera ser: “¡Váyase, señor Cuesta! ¡Váyase!”
Dicha consigna es utilizada por un personaje (la señora Concha) en la vieja y famosa serie de la televisión española “Aquí no hay quien viva” para señalar la ineficiente -y muchas veces corrupta- gestión del presidente de un condominio.
La ¿“alternabilidad democrática”? como a la derecha le gusta definir y reducir la democracia: el quítate tu para ponerme yo, y la “gobernanza” en la que el bipartidismo entiende la política y la participación como el maridaje de lo público y el mercado (capital-empresa privada) dominan todos los espacios del devenir político de España, impregnando todo de corrupción, ventajismo, oprobio y cinismo.
Hoy nos enteramos de cómo el expresidente José María Aznar hacía lobby a escondidas con el líder de Libia Muammar Gaddafi para favorecer a empresas españolas a cambio de gruesas comisiones.
Por cierto: ¿No sería importante investigar si Gaddafi pagó comisiones a Aznar -líder del Partido Popular- para mejorar su imagen ante el imperialismo y países miembros de la OTAN?
Mientras tanto los medios tratan con “guante de seda” el mar de corrupción que inunda el Gobierno del señor Cuesta, ¡perdón!, el señor Rajoy, quien se ha empeñado en terminar de destruir lo poco que queda de bienestar social en España: 2 millones de niños pasan hambre, 52,1% de desempleo juvenil, más de 500 mil familias han perdido sus viviendas, etc.
¡Qué descaro!: y el señor Rajoy quiere dar lecciones de democracia al Gobierno de Venezuela.
¡Váyase, señor Cuesta!
