El gobierno del reino de España y su presidente, Mariano Rajoy, siguiendo los dictados del gobierno norteamericano, viene arremetiendo duramente y de manera persistente contra el gobierno revolucionario venezolano, el Presidente Nicolás Maduro y contra el proceso de cambios estructurales que vive Venezuela desde hace 15 años e iniciado por el comandante Supremo Hugo Chávez.
La posición de enemistad y agresión del gobierno español no es nueva, se inicia casi con el comienzo de la Revolución Bolivariana y empezó a manifestar con los ataques sistemáticos del prensa oligarca española contra el Presidente Chávez desde que llegó a la presidencia. Desde el anterior gobierno del PP del fascista Aznar, España se integró a la entente subversiva contra la Revolución, así la mano de cuerpos de inteligencia españoles, la diplomacia mercenaria española se involucraron en los preparativos del golpe de Estado contra el gobernante venezolano en magnitudes aún no cuantificadas y hasta en detalles como la banda presidencial hecha a la medida del enano Carmona, el efímero presidente por 47 horas infernales. El 12 de abril de 2002 los primeros embajadores que llegaron a Miraflores, temporalmente en manos de los fascistas, fueron los de Estados Unidos del Norte y el de España.
No ha cesado el apoyo de los gobiernos ultraderechistas españoles, sobre todo los del PP contra Venezuela después del fracasado golpe carmonista. Repliegue aparente, injerencia por lo regular velada en los asuntos venezolanos, estrechamiento de vínculos con grupos de la extrema derecha criolla, en particular con el grupo delincuencial Primero Justicia muchos de cuyos miembros han viajado a España a recibir cursos, talleres y formación en diversos aspectos políticos, técnicos, así fue acordado en el último viaje que hicieran Julio Borges y Ramón Muchacho a España al evento Campus FAES 14, en junio pasado, que contó con la presencia del señor Rajoy, jefe del gobierno español.
Pero no solo se reunieron con Rajoy, también con Aznar y con funcionarios y analistas del CNI, el servicio de inteligencia español que dirige Félix Sanz Roldán. Ambos venezolanos recibieron instrucciones concretas sobre los procedimientos tácticos y estratégicos para desencadenar una nueva fase de enfrentamientos callejeros, guerra psicológica, ingobernabilidad y acciones de desgaste del gobierno de Nicolás Maduro en lo que restaba del año 2014. La injerencia del gobierno español se pone de relieve una vez más, igualmente la de unos ciudadanos venezolanos que se ponen al servicio de un gobierno extranjero.
En nuestro trabajo/comentario de la investigación del valiente periodista español Carlos Fazio, que aporta todo un conjunto de gravísimas informaciones sobre las razones de aquel viaje de los líderes de PJ, señalamos entonces: “El CNI (inteligencia española) habría garantizado el adiestramiento y el financiamiento necesario para la ejecución de los nuevos planes subversivos en Venezuela, que estarían siendo coordinados en secreto en estrecha colaboración con el gobierno de Barack Obama y la CIA”.
Luego de ese viaje de junio de los connotados líderes ultraderechistas de la denominada ‘burguesía amarilla’, viajó a España el desgobernador de Miranda Enrique Capriles Radonski. Mucho se especuló sobre ese viaje, gastos pagados por el erario de la gobernación que dirige pero no ejerce. ¿Fue el muchas veces derrotado Capriles a pasear a España, a tomarse una foto con el adeco Felipe González porque Rajoy no lo recibió?
Esos son comentarios de farándula, irrelevantes a mi juicio, que no van al fondo verdadero del viaje del escuálido, incapaz y viajero gobernador. Como miembro de la dirección de la ultra derecha fue a continuar concretando lo acordado por Borges y Muchacho, es decir, a darle continuidad a los planes subversivos, probablemente a amarrar lo referente al financiamiento de la subversión. El bajo perfil de Radonski o sus aparentes divergencias con la violencia de los ultrosos fascistas y terroristas de voluntad popular.
Cuando el presidente Rajoy sale a la palestra pública a lanzar con su pastoso y venenoso discurso su andanada de ataques al gobierno revolucionario, al presidente, a las políticas emancipadoras del pueblo, sabe que está violando la ley internacional, que hace una bárbara e inadmisible injerencia en los asuntos internos de Venezuela y deliberadamente pone en juego el alto nivel de relaciones económicas existente entre Venezuela y España.
Hay dos razones. La primera es la de poner en práctica los acuerdos políticos subversivos que buscan derrocar el gobierno legítimo y democrático venezolano, de ir concretando los acuerdos hechos entre el Partido Popular de Aznar y Rajoy y el partido ultraderechista venezolano Primero Justicia y sus principales dirigentes Julio Borges, Ramón Muchacho y Capriles Radonski. Todo un abanico de acuerdos subversivos e injerencistas que comentamos en nuestro anterior trabajo, donde las diversas declaraciones de Rajoy cobran evidente notoriedad y son repotenciadas por la mediática imperialista mundial. Ellas pueden interpretarse como una señal de partida para las diversas manifestaciones subversivas en Venezuela, Miami, Colombia.
La otra razón es acusar el golpe que les ha dado el recién creado partido chavista español Podemos. No entiende la oligarquía española ese impresionante fenómeno político que el chavismo como doctrina irrumpa en la decadente España y voces de izquierda, revolucionarias, utilizando las armas de la burguesía, los procesos electorales, se vayan por encima del PS y del PP en las preferencias electorales. En sus declaraciones Rajoy lo que hace es acusar el tremendo golpe que Podemos le está asestando a la burguesía y al derechismo español, porque no se puede negar que el ejemplo de la Revolución Bolivariana en Venezuela, de su líder indiscutible, Hugo Chávez, ha llegado a Europa, particularmente a la España de la República, sin reyes ladrones y comerciantes, sumisos ante los dictados de los gobiernos norteamericanos, de unas aguerridas clases trabajadoras y de los jóvenes.
España, que es un verdadero polvorín social, con un 26% de desempleo, con bancos quebrados y fábricas cerradas, con un creciente separatismo que amenaza con la secesión de varias provincias, con el pueblo permanentemente en la calle, con una descomposición social comenzando por las propias clases dominantes, con una macro crisis económica que viene presagiando violentos estallidos sociales, la ultraderecha fascista española del PP se enfrasca en una nueva aventura colonial tratando esa decadente burguesía de sojuzgar a un pueblo y una nación libre y soberana como Venezuela que los arrojó de su suelo hace más de 200 años. No se equivoquen que los venezolanos sabemos golpear y duro.