Implantemos nuestra soberanía, no mendiguemos más al extranjero, lo que es nuestro por los hechos de la historia. Ni entreguemos nuestra soberanía y territorio a un delegado de las Naciones Unidas, que ya sabemos como y con quienes baila. Ya tenemos sobre esto amargas experiencias.
Más de 200 años ha esperado Venezuela, para una solución pacífica y negociada de este diferendo. La `paciencia venezolana tiene un límite, este límite ha llegado. Guyana en forma abusiva y provocativa, explota los ricos y numerosos recursos mineros de está región en reclamación y otorga concesiones para exploraciones en busca de petróleo. La riqueza de este territorio es inmensa, oro, gas, petróleo, uranio entre otros.
Venezuela Bolivariana hoy, al parecer tiene miedo de imponer por la fuerza su soberanía en un territorio que históricamente le pertenece. Que forma parte de la Capitanía General de Venezuela desde 1.777. Quizá, en este territorio se encuentra el tan anhelado dorado, tan buscado por los conquistadores españoles. Esta extensión de 159.542 Km cuadrados que no podemos entregar en manos extranjeras, su decisión, la que será sin dudarlo contraria a Venezuela. Detrás de esto, están los intereses de los imperios coloniales de siempre.
Hoy Guyana, sin ninguna intención de resolver pacíficamente este diferendo y sintiéndose respaldado por los imperios del Norte, alza su voz genuflexa, del que no puede sólo, pero se siente respaldado por las potencias imperiales.
La expansión no solo se mide por presencia de grupos extranjeros, sino por sus influencias culturales, idiomas, y comunicaciones, así por las estrategias geopolíticas mantenidas en el tiempo.
El gobierno guyanés explota los recursos de esta zona reclamada, y los administra como propios, sin importarle pactos ni convenios firmados con anterioridad por Guyana y Venezuela.
Algunos pensaran que por ahora no es el momento ni la hora propicia para recuperar el territorio en reclamación y el cual nos pertenece empleando nuestra fuerza soberana. Pero es que no hay otra manera. Doscientos años nos dan la razón. ¿Qué más vamos a esperar?
Sin duda que en este escenario debemos usar la táctica y la estrategia. Y las fuerzas amigas para apoyarnos, que pueden frenar en seco a las potencias coloniales. Que tienen la mano metida en las riquezas de este territorio guyanés, "acaso el nuevo dorado".
La zona en reclamación. históricamente pertenece a Venezuela.