Nuevamente se reedita la rivalidad electoral estadounidense que empezó en el siglo diecinueve entre los republicanos y demócratas. Los primeros basados en los principios de liberalismo económico, el libre mercado, que impulsaron a la presidencia a personajes como Ronald Reagan con su "tormenta del desierto" y Bush, quien cínicamente confesó que la invasión de Irak fue para su "liberación". Todos de la misma estirpe.
Los demócratas son una mezcla ideológica conservadora, no se oponen a la economía de libre mercado, y por añadidura, consideran que el capitalismo de mercado es el único sistema económico que permite generar crecimiento y prosperidad. Defienden lo que ambiguamente llaman Estado de bienestar. Entre sus sobresalientes presidentes están Franklin D. Roosevelt, Lyndon B. Johnson, Bill Clinton y Harry S. Truman en quien recae el peso histórico abominable de dar la orden de los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki.
¿En qué se diferencian esas dos formas de gobernar? Tal vez no haya, pero abundan coincidencias. Sus concepciones se centran en un mismo proyecto de nación, aquella de "América para los americanos" apoyada y propulsada por el Presidente James Monroe, principio siempre vigente mediante el cual todo gobernante esta obligado a cumplir a través de diversos mecanismos, y que al pasar del tiempo, en la practica tal expresión se ha desplazado por "El mundo para los americanos", pues se confiesan los guardianes del mundo por lo cual pueden invadir, destruir y apoderarse política y/o económicamente de las naciones que se les antoje. Caso lastimoso que han quedado en la memoria de la humanidad es el de Irak donde destruyeron su patrimonio cultural, arqueológico, y más allá de lo económico, acabaron con parte de la humanidad.
Otra coincidencia importante para los políticos gringos es reafirmar lo nacional que se sintetiza en el "Sueño Americano", postulado que al pie de la letra se ejecuta, y que tal como lo exige la dinámica de esa sociedad, se basa en armonizar y sincronizar en el imaginario de los sujetos la posibilidad de ascender socialmente en un país que les propicia las mejores oportunidades en libertad, todo construido en el marco del marketing y la publicidad hollywoodense y su industria del entretenimiento.
"América para los americanos" y el "Sueño Americano", son los principales puntos de coincidencias entre los republicanos y demócratas, que dicho sea de paso, lo es todo para vida estadounidense; lo demás es puro maquillaje.
Desde esta perspectiva, en las elecciones venideras no hay candidato o grupo político perdedor por cuanto ofrezca uno u otro mayor compromiso con las causas de la población norteamericana, y mucho menos con los pueblos del mundo.
Trump ya triunfó, aunque no será Presidente. Me refiero a lo que encarna ese personaje: un tipo siempre triunfador en el mundo de los negocios y finanzas, poderoso, arrogante, hijo de esa de la doctrina Monroe y producto del "Sueño Americano"; pera solo basta revisar su posición contra los inmigrantes, su propuesta del muro en la frontera con México. El ha sido en esta campaña un buen termómetro para ver que es Norteamérica y como quiere que la sigan viendo.
Clinton tal vez sea la primera mujer Presidente de norteamericana, lo cual es una gran novedad para vender al mundo, así como lo fue el primer Presidente afroamericano Nobel de Paz (Que se pensó lucharía contra el racismo, y se incrementó… Que lucharía a favor de la paz y bueno…). Además la Clinton representa la fortaleza de ser salvaguarda de los intereses gringos extraterritorialmente; solo recordemos cuando en la masacre de Bin Laden expreso morbosamente la célebre frase "Vinimos, vimos y murió". Será ella la mejor señal de Norteamérica para mostrar su fortaleza, una Margaret Thatcher sobredimensionada.
En fin, allí gana el que decida el Colegio Electoral , perdón, los grandes maquinarias de poder que ante todo tendrían mucho pavor de que Trump pudiese manejar, por ejemplo bonos del tesoro de manera personalista como si fueran de sus empresas. Ese aspecto fundamental que requiere un análisis en detalle inclinaría la balanza desfavorable para este arrogante y xenofóbico candidato.