Los registros de la historia de los continentes, de los estados o naciones, reflejan las hazañas épicas de sus lacayos o sus héroes, las luchas por las libertades o la sumisión, sus soberanías e independencia. Escribir sobre Colombia, implica necesariamente la mención histórica cuando fue colonizada por el Reino Español y sus aliados de la época en que decidieron la invasión a nuestro continente latinoamericano, y la Nueva Granada fue erigida como el centro administrativo del reino español, que lo fue el Virreinato, que abarcaba los actuales territorios de Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá.
En 1820 Pablo Morillo, comandante Realista de la Nueva Granada, se vio precisado a firmar una tregua con Simón Bolívar, situación que este aprovechó para conformar la reciente República de Colombia, se produce la Batalla de Bomboná ganada por las tropas republicanas y así en 1822 entregan el Virreinato, ya los héroes de la Independencia tenían el control de este territorio como el que ya habían ido ganando en otras geografías con sus luchas independentistas a partir de 1811.
Lograda la Independencia, Bolívar y su ideal promisor por crear una gran Patria, que fuera libre, democrática, próspera, que diera la mayor suma de felicidad posible a sus ciudadanos, así concibió el enorme bloque de naciones que consolidara sus sueños y epopeya, comenzó a ordenar y plasmar lo que su mente afloró en Cartas y en el Congreso de Angostura, no pensaba Bolívar, que las pasiones políticas labradas en la envidia, comenzaban a perturbar su obra, aunque sus comienzos cargados de emociones, la algarabía del pueblo colombiano al recibir al héroe, este entra esplendoroso en medio de lluvia de flores, pero no encontró elogios a su heroísmo, sino en un arco la leyenda ‘’¡ Viva la Constitución Inviolable por diez años’’! Su mente viaja por instantes hasta la Caracas que le vio nacer, ya estaban encendidas las llamas que propiciaban la anarquía. Presagia los peligros que acechan a Colombia, mientras viaja a Caracas, a Lima y otros puntos objeto de su lucha por consolidar la independencia, al retornar se consigue con las fuertes pugnas por parte de teorizantes que le adversaban, Santander, Páez y otros, ya conspiraban contra su obra, la Gran Colombia y el poder de Bolívar.
El Libertador sufre, se acongoja, su visión de la gran obra comenzaba en ruinas, así que su ausencia en el Perú, supo del destrozo por parte de los roedores del peculado, así expresó sus lamentos al considerar la Patria como una pordiosera enferma y cubierta de harapos. Ya sus detractores le habían herido de muerte, dividieron su obra, quiso salvar a Venezuela y Colombia, pero ya las fuerzas menguadas no alcanzaban a arrancar sus antiguos bríos para el combate de nuevo; Santander, Páez y sus seguidores habían logrado la división y destrucción de lo que tanto le costó construir.
Así desde Colombia se gesta la intriga, la conspiración, el odio, la anarquía para poner en bandeja de plata las riquezas naturales en manos de los herederos aún robustos de la Oligarquía colonial, a poco de comenzar la tercera década del siglo XIIX, ya Colombia estaba en manos de los herederos taimados del Virreinato, que lo eran los conservadores y liberales al igual que en Venezuela, liderada por Páez y Miguel Peña, quien junto con Francisco de Paula Santander y su grupo, fueron los actores de la Cosiata, la traición ya era una tara colonial, pues estos teorizantes pretendían que Bolívar se coronara o fuera monarca, cuestión que el Libertador rechazó, diciendo ni Colombia es Francia ni yo Napoleón, y acotó: los monstruos que dirigían a Francia, eran igualmente ineptos, Napoleón era grande, único, y además sumamente ambicioso. Aquí no hay nada de esto. No quiero imitar a César, menos aún a Iturbe, tales ejemplos me parecen indignos de mi gloria. El título de Libertador es superior a todos los que ha recibido con orgullo humano.
La historia continuó, llegó la hora de las oligarquías y el caudillismo, iniciado en 1830 por los liberales y conservadores, fueron los protagonistas de revueltas, de leyes, de golpes, de pena de muerte, de persecuciones, se hereda la cultura colonial y se enmascara los de los partidos políticos surgidos en la Francia del siglo de las luces o la ilustración, sin duda de avanzada por los pensamientos de Montesquieu y de Juan Jacobo Rousseau, autores de obras políticas en contra de las monarquías, caso de Rousseau y su Contrato Social, así que las ideas de la Revolución francesa en favor de la democracia y derrocamiento de gobiernos opresores y tiránicos.
Desde entonces el Estado de Derecho, con la igualdad, la fraternidad, la libertad, y aquella frase de que el hombre nace libre; pero la civilización a la que pertenece coarta toda su libertad, mediante las diversas normas por las que se rige la sociedad. Nacen el partido Liberal y Conservador, Comienza la Democracia con su Estado de Derecho y tres poderes, y algunos de los principios y preceptos democráticos, aunque del ‘’poder económico no se desprendieron’’, se lo reservaron para intereses del pensamiento oligarca, que aunque soltaron algunas prendas, este poder les serviría sin duda para apoyar futuras acciones a favor de sus grupos económicos, como viene sucediendo desde hace unas cuantas décadas con gobiernos hegemónicos.
DESDE EL 9 DE ABRI DE 1948 CON EL ASESINATO DE GAITÁN COMIENZA CON MÁS FUERZA LA VIOLENCIA POLÍTICA EN COLOMBIA AUNQUE ESTA SE REMONTA A LA MASACRE BANANERA EN DICIEMBRE DE 1928.
La práctica del crimen político es un drama generado al calor de la indignidad, la cobardía, la traición y la vileza. Siempre es fraguado por la infausta categoría humana de quienes odian y destruyen, Este tipo de crimen, lamentablemente produce alegría en el espíritu de los enceguecidos fanáticos, cuya devoción, linda en lo irracional, incluyendo crímenes tan execrables como el de Mahatma Gandhi, el de Lincoln, el de Kennedy y el de Martín Luther King. El lugar común de este delito es la conjuración, la autoría intelectual. El de Gaitán no fue la excepción. Este Párrafo copiado textualmente de la página número 63 del libro ‘’Gaitán después de Medio Siglo’’ de William Briceño.
Como paradoja la capital colombiana lucía estandartes de los países latinoamericanos, se narra en el libro que turistas del continente recorrían las carreras, avenidas y plazas bogotanas, se exaltaban las policromías de los símbolos patrios, cambiando cosméticamente el rostro de una ciudad melancólica en cuyo corazón se agitaba la inconformidad social, propia de un pueblo, que para ese momento, sufría en carne viva, el asfixiante aumento del índice del precio de los alimentos en 425 puntos en relación al año anterior.
La celebración de la IX Conferencia Panamericana, bajo el eslogan de ‘’la hermandad americana’’, colocaba una careta en Bogotá, cualquier cosa podría pensarse en aquel ambiente, en la que se pretendía expresar al mundo la fraterna relación de los pueblos americanos, menos que Colombia recibía el tajo divisional de la cortante espada de la historia. Todo era posible imaginarse en aquella feria, menos que se estaba tejiendo una conspiración criminal para arrebatarle a las masas colombianas su única referencia de esperanza. Muy lejos estaba Colombia de pensar que aquel 9 de abril se callaría para siempre la voz que enardecía multitudes. La única voz que el pueblo colombiano escuchaba. Aquella voz que fue como un látigo para los gobernantes y los oligarcas, y una antorcha iluminadora para los cientos de miles de colombianos que solo esperaba la señal del líder para recorrer el camino que él ordenara. (Narra en el Prólogo su hija Gloria Gaitán)
Tres capítulos de ese libro, que necesario era insertar para dar a conocer a aquellos profanos en la temática de la violencia desatada en Colombia tras el asesinato de este insigne líder de masas, militante del partido Liberal de avanzada revolucionaria, nuestra América luchaba por desprenderse del feudalismo agobiante, sus planteamientos económicos, políticos, sociales, culturales encendían y despertaban al pueblo, no estaba sujetado a normas estrictas de partidos, que se nutren de doctrinas foráneas, proclamaba la necesidad de una democracia no representativa, clamaba por la paz y por el respeto a las leyes sociales y las reivindicaciones de los trabajadores y de las clases más vulnerables, así defendió a los obreros bananeros que en justicia reclamaban sus derechos, y que fueron vilmente masacrados aquel 6 de diciembre de 1928, acudió al Congreso e hizo su defensa y acusaciones con pruebas a los culpables, un abogado penalista, defensor de las causas justas, fue un genio aportando a la ciencia penal en su teorema sobre la premeditación que le permitía entrar al aula del asesoramiento científico para las nuevas generaciones encargadas de representar la justicia en el mundo, un polifacético proyectado como gran estadista, que sus enemigos de la indignidad, la cobardía, con envidia y celo, planearon su eliminación con su asesinato.
En tal sentido cuantificamos 68 años de violencia política en Colombia, es decir desde el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, aunque las fuerzas campesinas y seguidores de las luchas sociales de Gaitán se conformaron en frentes guerrilleros unos años después, razón por la que hablan de 56 años de guerra, que es la que en estos momentos las partes en conflicto llegan a dialogar durante cuatro años en la Habana Cuba, para en definitiva firmar los acuerdos de paz en diversos actos, en Cuba y recientemente en Colombia, en Cartagena de Indias se firmó el acuerdo general, que sería sellado el domingo dos de octubre con el Plebiscito, motorizado por el Presidente Santos, queriendo la participación del pueblo en tan trascendente decisión para apostar a la paz, y dejar atrás la muerte, la destrucción y tantos males ocasionados al pueblos colombiano.
Julián Conrado un cantor a la paz y que formó parte de la FARC-EP, escribió desde la Habana lo siguiente: ‘’La desarmada Fuerza del Amor’’. Un nueve de abril en Colombia mi abuelo solía recordar…Porque hablaba de paz y justicia a un gran hombre asesinaron.
Qué bueno fuera que cesara por siempre la horrible noche y que no vuelva a repetirse, la historia de Galán el comunero, los obreros de las bananeras, Jorge Eliécer Gaitán, Guadalupe Salcedo, la Unión Patriótica, Carlos Pizarro, los miles de masacrados y millones de desplazados por el paramilitarismo. No es fácil pero tampoco imposible. Lo bueno es que bien vale la pena volver a soñar, volver a creer, volver a intentar, quien quita que esta vez nos cumplan esa paz, tan anhelada, por fin se haga realidad…¡Ojalá! Porque otro engaño…Quien sabe… Lo único que la guerra es horror, muerte, destrucción; y la paz, es vida, alegría y bienestar, lo mejor para Colombia y el mundo entero.
Colombianas y colombianos sigamos por el camino del amor, el perdón y la reconciliación. Que este dos de octubre y todos los días de nuestras vidas digamos de todo corazón, Sí a la PAZ que se ha construido y a la paz que falta por construir.
EL PLEBISCITO DEL PASADO DOMINGO DOS DE OCTUBRE ES UNA LECTURA QUE SEGURAMENTE LA DIRIGENCIA POLÍTICA LAS ORGANIZACIONES Y EL PUEBLO ANALIZARÁN CON MIRAS A UN FUTURO MÁS PROMISOR.
Era impensable que ganara el ‘’NO’’, fácilmente quienes abogamos por la paz en el mundo en contra de la guerra, pensamos que el ‘’SÍ’’ Arrasaría sobradamente, porque percibíamos a través de los medios de comunicación, en noticieros, informaciones, entrevistas, boletines, opiniones, que había llegado la hora de acabar con esa larga pesadilla; sin embargo ganó por estrecho margen el NO de la guerra, liderado por un sector recalcitrante de los Conservadores de vieja data, de aquellos herederos del legado colonial y que en Colombia siempre han gobernados las dos fuerzas: Liberales y Conservadores, que en las últimas décadas ha habido divisiones, pero el poder económico y político sigue en manos de la extrema derecha, son los que históricamente han gobernado, en nombre de la democracia, una democracia sin el aval de las mayorías, por el contrario vota la minoría y entre estos contrincantes gana el que tenga unos votas más.
En esta prueba ganó la propaganda al estilo Goebbels, una mentira dicha mil veces se convierte en verdad, fuel lo que el fascismo de Hitler en la Alemania Nazi, utilizó para justificar el perseguir a sus adversarios provocaron e incendiaron el 27 de febrero de 1933 en Berlín el Reichstag, concebido por Hitler y Gooring Goebbels, fueron las razones por las que desataron una persecución y represión contra el movimiento obrero y popular de Alemania, con el pretexto de salvar al mundo del comunismo. Desde entonces es la práctica utilizada por la hegemonía del poder ideológico político, religioso y pensamiento único para destruir y acabar con el adversario al que no confrontan con las ideas sino apabullan con la fuerza, además de haberse armado con la Industria cultural la que utilizan para sus fines de propaganda de intriga, alienación y subyugación de los sentimientos humanos, así fue la campaña del ‘’NO’’ en Colombia, vender las mentiras como verdades, y como se sabe siempre hay segmentos de población que se fanatizan y ciegan ante semejante propaganda, lo estamos viendo no solamente en nuestra América, también en Estados Unidos y Europa, como hacen política degradante los liderazgos, que aspiran a llegar a los gobiernos de los Estados. Razones por las que menester es ir dando giros de 360 grados en las estrategias de la ciencia política, por parte de quienes piensan en mundo distinto, un mundo de paz, de bienestar, donde predomine la inteligencia como privilegio natural, y que no sigan los estados en manos de obnubilados y apasionados o fanáticos, que en vez de construir destruyen.
Los resultados del ‘’NO’’ no es como para que los ganadores se arroguen un exitoso triunfo y se tornen arrogantes y dueños de la voluntad popular y también de la guerra, ganan con el 50.22% contra el ‘’SÍ’’ un 49.77 %, apenas 0, 45 puntos por encima, según resultados cuantifican unos 63 mil votos; mientras que la Abstención sumó un 63 %, esto nos indica que la polarización está en dos fuerzas con un 37 %, la mayoría abstencionista fue la triunfadora, al parecer siempre en Colombia la democracia se sustenta con la minoría que vota, la mayoría es indiferente o está a la expectativa para cuando llegue su oportunidad de buenos liderazgos, de mayor democracia, más libertades, igualdad, cuando la ciencia política sea la que predomine y no la degradación de esta por parte de quienes practican el politiqueo y desvirtúan la esencia de la gobernabilidad de la ciencia política y la real democracia.
El pueblo del ‘’SÍ’’ habló a los cuatro vientos y lamentó que ganara el NO, pero hizo sus críticas constructiva y aportes lo que debe venir en Colombia por seguir el camino de la paz, el ‘’SÍ’’ ganó en los departamentos donde los pueblos sufrieron más las acciones de la violencia, los campesinos y pueblos aledaños, en Bogotá la Capital, que dio un ejemplo, mientras que la indiferencia, estuvo por parte de quienes poco se involucraron en el grave problema de la violencia entre el Gobierno, la guerrilla y las fuerzas paralelas, creadas intencionalmente para confundir y tratar de incrementar el caos. Se quejó del papel de los Medios de Comunicación que promocionaron el NO, siempre este poder mediático está en contra del pueblo más vulnerable.
El Presidente Juan Manuel Santos, declaró una vez arrojados los resultados del Plebiscito: ‘’No me rendiré, seguiré buscando la Paz hasta el último minuto de mi mandato’’.
Mientras Timoleón Jiménez (Timochenko) Comandante expresó: ‘’Las FARC-EP lamentan que el poder destructivo influyera en la población colombiana’’. Los movimientos promotores de la violencia dentro de la Nación han inferido en los resultados de estos comicios e instó al pueblo colombiano para manifestar el lamento que sienten en este momento como participantes de este proceso, y ratificó que la palabra serán las armas de la paz.
Piedad Córdova: ‘’No hemos perdido, hemos ganado’’, este Plebiscito es la gran oportunidad para conocer la manera de pensar de la contra parte y así finalmente dar los pasos a construir la PAZ definitiva, propuso la Asamblea Constituyente como punto de encuentro.
Otros líderes y liderezas, opinaron a través de TELESUR, dando sus opiniones, lamentando los resultados pero a la vez exaltando el camino de la paz, el pueblo también utilizó las redes sociales donde efectuó serias críticas a quienes promovieron el NO de la guerra, pero también el segmento que sigue la extrema derecha en Colombia, Venezuela y otras partes de nuestra América, criticaban al SÍ y aupaban al NO, haciéndose eco de las mentiras lanzadas por los propagandistas del NO, de que Santos entregaría Colombia a las FARC-EP y así otro tipo de propaganda que confundía y mentía sobre el real acuerdo entre el Gobierno y las FARC-EP y el aval de la comunidad Internacional representada en la ONU y otras organizaciones, que luchan por la PAZ.
En conclusión se sabe de una polarización entre fuerzas de derecha, pero la gente que votó por SI en su mayoría declararon que están con las fuerzas de avanzada liberal, el legado de Gaitán y hacia esa tendencia seguramente una gran parte de los abstencionistas se sumarán una vez logren organizar una Constituyente para dirimir fuertes controversias, salvo que la extrema derecha no acceda al diálogo o no respete a quienes votaron por la paz que casi están en igualdad de condiciones, porque no pueden olvidar la incógnita que hay entre el 63 por ciento de los abstencionistas que son mayoría y puede inclinar la balanza hacia la real PAZ.