Desde el 28 de Junio de este año, el ejército de Israel mantiene invadido el norte de Gaza, y desde el 12 de Julio realiza una campaña brutal de bombardeos en contra de El Líbano. Tanto en Gaza como en El Líbano se mantiene un bloqueo aéreo, luego de la destrucción de los aeropuertos; así como un bloqueo militar marítimo y terrestre. Durante esta campaña se ha bombardeado sistemáticamente la infraestructura vial, estaciones de gasolina, plantas eléctricas, edificios gubernamentales, una universidad palestina, y edificios residenciales. En una campaña terrorista dirigida contra la población árabe, el ejército agresor se ha ensañado contra objetivos civiles, asesinando a más de doscientas personas.
Sólo es posible una condena moral de estos hechos si ella se ejerce también más allá de las palabras. El gobierno brasileño condenó la muerte de cuatro brasileños, dos de ellos niños, bajo las bombas israelíes, en el Líbano. El escenario de una condena efectiva, para los países americanos, está planteado en la ciudad argentina de Córdoba, dónde se reunirán el Consejo del Mercado Común y los Jefes de Estado del Mercosur, los días 20 y 21 de Julio.
En este escenario Brasil asumirá la presidencia pro tempore del Mercosur, actualmente ejercida por Argentina, y está planteada la discusión de un Tratado de Libre Comercio con Israel. Su discusión está muy adelantada, y encuentra su mayor impulso en el poderoso lobby judío argentino.
Hace menos de un año, en la "Declaración Sobre Derechos Humanos de los Presidentes del Mercosur y Estados Asociados", los presidentes signatarios reafirmaron "… el compromiso con el respeto, protección y promoción de los Derechos Humanos, con base en los principios de universalidad, indivisibilidad e interdependencia de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales; y se comprometen a aplicar las políticas públicas tendientes a asegurar su efectivo ejercicio".
Dicha Declaración hace alusión al "Protocolo de Asunción sobre compromiso con la promoción y protección de los Derechos Humanos del Mercosur", firmado el 9 de Junio de 2005. El Protocolo plantea que "Las Partes cooperarán mutuamente para la promoción y protección efectiva de los derechos humanos y libertades fundamentales a través de los mecanismos institucionales establecidos en el Mercosur."
La firma de un Tratado de Libre Comercio con un Estado que viola sistemáticamente los derechos fundamentales de la población civil, en una agresión ilegal y sanguinaria en contra de los pueblos de Palestina y El Líbano, significaría el incumplimiento, y derogación de hecho, de los compromisos adquiridos por el Mercosur en materia de derechos humanos. Venezuela, recién ingresada al Mercosur, ha condenado la campaña militar israelí con claridad y contundencia. Ahora el bloque regional tiene la oportunidad de hablarle directamente al agresor en un lenguaje que éste entiende, el de la economía. ¿Qué le dirá?