Tu verdad no; la verdad
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela.
Antonio Machado
En una ligera conversación con un amigo, quien por cierto no comulga con el proceso venezolano, pero no deja de estar al tanto de cuanto acontece en el mundo, le escuché decir: "Todos los lacayos del imperialismo, van a los Estados Unidos, a demostrar el servilismo, y la inmoralidad del cual están hechos" Apenas terminó de hablar, se me ocurrió preguntarle: ¿A qué viene esa opinión? Su respuesta no tardó mucho, muy sencilla, pero sirve para sacar nuestras propias conclusiones: "La visita del presidente peruano a Donald Trump, es una muestra de lo que estoy diciendo, no aguantó para ir a demostrarle fidelidad a la política imperial".
La entrevista del cual habla el compañero, le dio la vuelta al mundo a través de las cadenas informativas, casi simultánea a la realizada por la nueva "modelo" Lilian Tintori, quien se adelantó a los carnavales, dejando para la posteridad las acostumbradas fotografías, y las declaraciones de Trump: "Tenemos un problema con Venezuela. Lo están haciendo muy mal", esta corta expresión alegró al señor Pedro Pablo Kuczynski, quien, sin el apellido, suena muy criollito, pero apenas salió electo se incorporó a la jauría mediática, contra Venezuela.
Nada de esto, es nuevo, sin embargo, desde el mismo momento de iniciarse el proceso venezolano liderado por el comandante Chávez, agarró otra connotación. Nadie puede negar la conflictividad en el mundo capitalista, creada e impulsada por los Estados Unidos. Por la otra parte el gobierno bolivariano con todas sus fallas, y la grave crisis, nunca se ha doblegado a la política de rapiña de los gobiernos estadounidenses, al contrario ha levantado las banderas de la dignidad, enfrentando enemigos –presidentes– que solamente buscan tapar sus errores y sus agobiantes problemas en sus respectivos países, utilizando al nuestro, como un verdadera PANTALLA.
El grupo, no es muy numeroso, pero cualquier noticia por insignificante que sea, la magnifican los grandes medios de comunicación–tipo CNN– para crear la matriz de opinión, con la cual vienen atacando. Todo ese odio visceral contra Hugo Chávez, y ahora proyectado hacia Nicolás Maduro, no es cosa de azar, ni aparece de la noche a la mañana. El imperialismo está preparado para cualquiera circunstancia, con la guerra de las metrallas acabaron con: Libia, Irak, Iran y Siria. En estos momentos los conflictos adquieren mayor dimensión a través de los medios, de acuerdo a los intereses de los Estados Unidos, por algo el ex-presidente Barack Obama, se marchó dejando la orden ejecutiva que declara una "emergencia nacional" por la "amenaza inusual y extraordinaria" que supuestamente representa Venezuela para la seguridad de la nación norteamericana.
Ese decreto ha servido de apoyo a los presidentes Michael Temer, Mauricio Macri, Pedro Pablo Kuczynski, Juan Manuel Santos, el reciclado y rechazado Mauricio Rajoy, para vociferar a favor del imperialismo, y a la vez dar la ligera impresión, que en sus respectivos países, todo es color de rosa, cuando los problemas se han venido agudizando, pero tratan de ocultarlos, manteniendo una sistemática ofensiva, planificada, y dirigida por expertos norteamericanos. Todas las declaraciones con síntomas de "preocupados" por la situación de nuestro país, es una muestra de la tramoya montada, buscando desmoralizar a un pueblo, que rechaza los falsos "profetas". Por eso, la voz del comandante eterno: Hugo Chávez Frías, se escucha con mayor intensidad, como un volcán en erupción alertando del pasado oscuro y triste de nuestro país, cuando la derecha gobernó entregada en cuerpo y alma a los Estados Unidos.