Ahora recuerdo que en mi infancia le decía a los colombianos "colombiches", no sabía porque lo decían, pero sé que es un término despectivo tanto como las declaraciones recientes del Vicepresidente de Colombia, Germán Vargas Lleras, el pasado miércoles, 25 de enero al calificar de "Veneco" a los venezolanos, negándole derechos de vivienda en la frontera. Sin embargo; insiste "la colombiche", recordemos que si ella cree que no es despectivo el veneco, tampoco debe ser el colombiche, pues siendo asi, estamos en un nivel que "no es normal de relaciones", según la canciller colombiche María Ángela Holguín si somos recíprocos y justos, para ella es normal el calificativo, también debe ser para nosotros calificar a los colombianos como colombiches.
Según la colombiche, "los problemas internos en Venezuela condicionan las relaciones entre ambas naciones", si es así me parece que debe serlo también los problemas colombianos afectan las relaciones de Venezuela, ella asevera que el Gobierno de Colombia según no es posible tener una "relación normal", si eso no es posible, ¿qué puede ser posible para sostener la paz?. Para el gobierno colombiano que considera "las relaciones anormales", ¿de qué se trata, acaso de inducir la ruptura de relaciones diplomáticas? ¿Pretenden acaso, no atenerse a tratados y acuerdos para dirimir conflictos?, ¿tienen pensado distanciarse?, abonar el camino para la guerra cuando dice que --no es posible sostener relaciones normales--, es decir relaciones civilizadas, por tanto según ella, cabe la guerra.
Recordemos dentro de esas relaciones normales que teníamos, en una oportunidad Uribe y su gobierno fascista, secuestro a Rodrigo Granda, representante de la Farc que se encontraba en Caracas, participando en un evento de los intelectuales en defensa de la Humanidad y el Congreso Bolivariano de los Pueblos. Pues bien es el DAS, el cuerpo de seguridad quien secuestro he dicho personaje sin la colaboración del gobierno venezolano. ¿Es esto normal?.
Podemos mencionar incidentes mucho más lejos como la invasión de "la corbeta Caldas en aguas territoriales venezolana" en 1987, o más cerca, las declaraciones recientes del Vicepresidente de Colombia, Germán Vargas Lleras, el pasado miércoles, 25 de enero al calificar de "Veneco" a los venezolanos, negándole derechos de vivienda en la frontera. Sin embargo; insiste la colombiche, con Venezuela, ella cree y el ministro de defensa, Luis Carlos Villegas que "evitarán caer en provocaciones luego de la presunta incursión de militares en territorio colombiano". Olvidando; las miles de incursiones de narco militares y paracos colombianos así como de traficantes con sus laboratorio en la frontera para exportar drogas a los Estados Unidos, bien recibida por el principal consumidor mundial.
Como sostener relaciones con un país que siente ser "el primer productor de marihuana del mundo", al parecer esas declaraciones de la canciller venezolana en la OEA, le sintieron al gobierno de Manuel Santos, se vieron al desnudo, por eso viene la retaliación, "No estamos frente a un país con el cual se pueda tener una relación normal por la misma situación interna que tiene. Es una provocación que desafortunadamente estamos seguros que se va a dar cada día más", indicó la canciller colombiche, María Ángela Holguín.
La colombiche piensa, que "es una provocación" no así la injerencia del gobierno colombiano mediante la OEA, solicitando la aplicación de la Carta Interamericana, la injerencia militar en Venezuela, la tutela de un gobierno no electo por venezolanos, por eso, están pensando que las provocaciones comienzan "a darse día a día", hasta crear conatos de guerra, tal es el sentido real de sus provocaciones con su eufemístico lenguaje diplomático.
En estos tiempos del presidente demencial de los Estados Unidos, Donald Trump, individuo desequilibrado que ya comenzó a desafiar la III Guerra Mundial decidiendo disparar más de 50 misiles contra el territorio de Siria, no será fácil a la oligarquía colombiche solicitar un teatro similar, de inventar invasiones, incursiones, alguna escaramuza que afecte las relaciones con Colombia y Venezuela, así señala, el ministro de Defensa colombiano, Luis Carlos Villegas, precisó que "no es desde Colombia que se debe empezar un conflicto bélico internacional en América Latina" y que por lo tanto no se caerá en las "tentaciones de quienes tocan el tambor de la guerra a todas horas".
Pues bien siempre los Estados Unidos tocan tambores de guerra a todas horas, Colombia vive tocando tambores de guerra, contra la guerrilla, contra los narcos, contra los campesinos, esas tentaciones las quiere ahora ensayar en Venezuela, un teatro para provocar guerras sobre todo en ese contexto, los departamentos colombianos de Arauca, Norte de Santander y La Guajira, zonas que comparten frontera con Venezuela para crear confrontaciones en el territorio entre militares colombianos y venezolanos.