Fracasó la estrategia de boicot del Estado español diseñada por Rajoy para este 1 de octubre. Dijo que no habría papeletas y la hubo, dijo que no habría colegios abiertos y ha habido dos mil seiscientos, señaló que no habría urnas y las había y, sobre todo, dijo que no habría referéndum y lo hubo.
Varias millones de personas han acudido a votar, sin miedo. Con su pacífica movilización y con una papeleta por todo arma se han enfrentado a la brutalidad policial indiscriminada. Los 844 heridos y contusionados demuestran que la única manera que tienen de imponer la letra de su unidad y su constitución vacía de derechos para el pueblo, es la porra y la brutalidad. Quieren al pueblo de Catalunya en las mazmorras de un reino y de un régimen en el que no cabe la libertad, en el que la gente no tiene derecho a decidir sobre aquello que le concierne y preocupa en sus vidas.
Las plazas de toda España se llenaron el 15M para señalar: "no nos representan" y para añadir: "lo llaman democracia y no lo es". También en esas plazas se escuchaba: "vamos despacio, porque vamos lejos". Y así ha sido. Durante los últimos 10 años se ha ido construyendo en Catalunya un movimiento masivo de millones de personas, un movimiento de indomable voluntad democrática y profundamente republicana, el derecho a decidir, el derecho como pueblo a ejercer su autodeterminación. Un derecho que, finalmente, este día 1 ha dado a luz una nueva legalidad que debe ahora desarrollarse.
Entre el 30 de septiembre y el 1 de octubre, en todo el Estado miles de personas han salido a la calle ante la brutalidad policial, la vuelta del Cara al sol y ante las urnas y papeletas arrebatadas por la policía. Este sano movimiento muestra, una vez más, como el sentimiento republicano, el de la defensa de la libertad es la base para ganar la fraternidad entre los pueblos y los oprimidos de todas partes y condición.
Para millones de personas la legalidad del régimen del 78 ha perdido este 1 de octubre, definitivamente, su legitimad. Los partidos que han apoyado, por activa o por pasiva, el boicot del Estado, ya sea el PP, C’s, o un PSOE que reparte culpas en una falsa equidistancia que lo aparta del pueblo, han demostrado su incapacidad.
El 1 de octubre con el voto, en condiciones dificilísimas, de más de dos millones de personas, con las escuelas tomadas y con las entidades sociales organizando a los voluntarios, se ha abierto un espacio de autorganización popular que profundiza la senda del camino democrático que abrieron las plazas el 15M. En lo inmediato, la Mesa Democrática ha convocado para el día 2 concentraciones a la puerta de los centros de trabajo y para el 3 un paro ciudadano en toda Catalunya.
El resultado del 1 de octubre ha consagrado una nueva soberanía y, en consecuencia, abre la puerta a una nueva legalidad. Esa soberanía reclama para sí un proceso constituyente y una república en Catalunya a la vez que anima al resto de oprimidos del reino hacia un proceso de procesos constituyentes y a nuevas repúblicas.
Devolución immediata a la Generalitat
de todas sus competencias
Juicio a los responsables de la represión
Inicio de un proceso constituyente
