El momento político, el acontecer en la vida nacional próximo a las elecciones presidenciales, nos llevan a estudiar las condiciones y los personajes que participaran en estos comicios tan importantes para la nación. 2016 y 2017 fueron un par de años marcados por el llamado de la oposición venezolana a las elecciones presidenciales adelantadas, ahora siendo 2018 a la derecha se le olvidó su solicitud, posteriormente luego del llamado a no reconocer a la Asamblea nacional Constituyente, la alianza opositora mal llamada de unidad se ha ido destrozando en pedazos irreconciliables.
Primero con el reconocimiento a las elecciones regionales adelantadas para el 15 de octubre, las que acataron de manera unánime, tanto así que realizaron elecciones primarias, en las cuales ellos mismos cantaron fraude. Después de 4 de 5 gobernadores electos se juramentaron ante la ANC. Luego en las municipales un sector de la MUD participó, sufriendo una de sus más grandes derrotas, aparte de eso los que tuvieron miedo de participar fueron sancionados con la invalidación, teniendo que hacer un llamado a la legalización, en el ínterin se quedaron en el camino Voluntad Popular y Primero Justicia, logrando el objetivo Acción Democrática.
En medio de ese ambiente el Consejo Nacional Electoral, pauta las elecciones para el 22 de abril, fecha que pone de carrera a la oligarquía venezolana pues todavía no han podido convencer al grupo Mendoza a que le dé el permiso a su líder Lorenzo Mendoza para que participe como candidato, saben que esa dualidad de funciones de empresario y político no van de la mano, muchos han sido los fracasos en Venezuela y en el mundo, igualmente Lorenzo no se atreve a dar el paso por su cuenta ya que se arriesgaría a perder el chivo y el mecate, porque en la práctica él no es más que un empleado de la familia Mendoza y esta tiene facultades para sacarlo de la directiva, de tal manera que podría perder las elecciones presidenciales y la jefatura de empresas Polar.
Ante este posible cuadro hace su aparición el último comodín de la oposición venezolana el señor Ramón Guillermo Aveledo, ex secretario ejecutivo de La mesa de la Unidad, de la cual no salió muy bien parado, ante su estilo cerrado y diplomático, la dirigencia de la derecha opto por hacer un cambio radical colocando a Chuo Torrealba, quien lo hizo peor al creerse cuarto bate y novio de la madrina. A Ramón Guillermo, nadie le hace mención de los cargos políticos en Copei desde la JRC hasta la dirección nacional, mucho menos el cargo de Secretario privado de Luis herrera Campins en sus tiempos de Presidente de la Republica, quizás teman rayarlo.
Apenas mencionan su responsabilidad como presidente de la Liga de Beisbol. Lo cierto es que con Lorenzo o con Ramón Guillermo ya la oposición no tiene chance de llegar a Miraflores, no es cuestión de hombres, ni de mesías, la situación es de credibilidad, hicieron todo lo posible para que el pueblo no confiara más en ellos.
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