China camina hacia la "nueva era"

En la República Popular China en un espacio de meses se han celebrado el Congreso del Partido Comunista China (PCCh), el Congreso de la Asamblea Popular Nacional (ANP) y el Congreso de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC). Cabe la pregunta: ¿Se han alcanzado decisiones de Estado, de Gobierno y de Partido en esos aquelarres chinos cuales afectarán la vida del pueblo chino, tendrán sus importantes incidencias en el entorno geográfico y podrían afectar sus relaciones bilaterales con los Estados Unidos de América?

Cabe esa pregunta sí nos acercamos al polvero que han levantado las tres Conferencias referidas en la globalidad de los países occidentales y capitalistas en diferentes grados según los intereses bilaterales de cada actor occidental con China; en el marco de esa objetiva realidad, China ha sabido, por ahora, "manejar y controlar" sus relaciones internacionales con sus contrapartes occidentales en el marco de la bilateralidad.

En ese orden de ideas, ello nos obligaría a tener que acercarnos según los intereses de las contrapartes, en el marco que representan las asimetrías referidas, a la geopolítica internacional adobada de esa tan necesaria geo-estrategia cuando observamos con cierto y cauto detenimiento los avatares de crisis internas por las cuales transitan ciertos países occidentales, avatares de conocimiento público, son de análisis conocidos, ciertamente, pero poco tratados en sus profundidades obligantes; por y para la mass-media internacional (opinión pública), en contrario, esas realidades chinas son de simples análisis o enfocados en la post-verdad, en sus análisis internos, en y para cada uno de los países occidentales y capitalistas, aparentemente, afectados por las decisiones alcanzadas por esos Congresos, en referencia más arriba.

Dicho lo inmediato anterior nos lleva a tratar de exponer algunas opiniones vertidas por las partes occidentales en función de particularidades mencionadas en sus críticas con respecto a las variables ideológicas sobre las cuales sustentan esas críticas, claro, siempre desde la óptica del capitalismo liberal tan en boga en países capitalistas subsumidos a los intereses del Centro, sea ese Centro la ciudad de Washington, Londres, Madrid, Berlín, París, sobre las bases de las dependencias sico-ideológicas de sus conductores en el marco objetivo de sus realidades nacionales apátridas y proto-antropológicas en función de sus necesarias presencias en la arena internacional para el mantenimiento del sistema capitalista.

En ese orden, podríamos comenzar exponiendo cuáles han sido las importantes decisiones que la alta política de China ha procedido a aprobar en cada uno de los Congresos referidos según las temporalidades de sus celebraciones buscando analizar posibles impactos a lo interno-nacional-chino como esos impactos en la arena internacional como en las relaciones bilaterales de Beijing con algunos de los actores capitalistas internacionales y cómo esas realidades podrían impactar en lo militar-regional como en posibles escenarios donde ambos actores, China y país capitalista analizado, estén directamente involucrados como, a título de referencia, América Latina, y, concretamente, con la República Bolivariana y Chavista de Venezuela.

El 19avo. Congreso del Partido Comunista Chino se celebró entre los días 18 al 24 de octubre (2017) en el Gran Palacio del Pueblo ubicado al oeste de la plaza de Tian Anmen. Un partido político con 89 millones de miembros comparado con aquellos 14 miembros que celebraron el Primer Congreso fundacional en la ciudad de Shanghai en aquel convulsionado año de 1921 y quienes representaban a 57 miembros a nivel nacional, congreso celebrado durante "…un caluroso verano…" como le diría Mao Zedong a Edward Snow ("Red star over China") en aquella conversación en las montañas de la provincia de Shanxi.

En aquel primer congreso la línea ideológica se acercaba al leninismo junto a los conceptos básicos que asume cualquier revolución de obreros, fundamentalmente, junto al importante sector del campesinado chino, durante sus primeros pinitos de existencia. Eran tiempos de semi-colonia, de importantes migraciones del campo a las ciudades industriales, de políticas sustentadas en "señores de la guerra" (warlords, caudillismo provincial), de dependencias a los imperios bajo la norma jurídica de los "Tratados y Acuerdos Desiguales", eran realidades, eran objetividades, de fuertes contradicciones, eran tiempos de revoluciones primarias.

El 19avo. Congreso se celebró bajo importantes contradicciones internas referidas a la corrupción en niveles altos del Estado tanto en la estructura gubernamental como en el sector militar del Ejército Popular de Liberación (ELP). Era y es una necesidad de confrontación que ha venido siendo desarrollada como "política de Estado" por el propio Secretario General del PCCh, Xi Jinping. Otra importante contradicción, "no-contra-revolucionaria", sin ser una muestra de debilidades revolucionarias, es la realidad socio-económica de la sociedad china en diferentes muestras y expresiones según sea el análisis en la sociedad campesina, sea en el seno de la sociedad urbana. Por ejemplo, por razones de desarrollo de la política de "reforma y apertura" hay un movimiento migratorio interno, en alto porcentaje, temporal (seasonal), de 270 millones de personas. Otra contradicción consecuencial producto de las anteriores sería el objetivo impacto en "lo militar" como un todo orgánico junto a la seguridad y unidad nacional cuando conjugamos ambas contradicciones en referencia. Es decir, el PCCh tenía, de manera obligada, que asumirse como partido conductor del proceso revolucionario en los tiempos actuales globales y su diálogo con las realidades nacionales e internacionales. Ello significaba la necesidad de consolidar la autoridad interna del PCCh dando un mensaje muy claro tanto a lo interno-nacional como al escenario internacional.

La "idea central" del 19avo. Congreso del PCCh la transcribimos: "…Remain true to our original aspiration and keep our mission firmly in mind, hold high the banner of socialism with Chinese characteristics, secure a decisive victory in building a moderately and prosperous society in all respects, strive for the great success of socialism with Chinese characteristics for a new era, and work tirelessly to realize Chinese Dream of national rejuvenation…" (http://www.xinhuanet.com/english/2017-10/19/c_136691759.htm).

Analicemos el texto.

Consideramos que el contenido de esa propuesta como "idea central" encierra la Política de Estado que será desarrollada en profundidad con objetivos precisos en los planos nacional e internacional. En ese orden, comienza la frase (en traducción libre nuestra) enfatizando que el PCCh debe "…mantenerse fiel a la aspiración original y mantener con seguridad y firmeza nuestra misión en nuestros pensamientos…". Es decir, posible y probable que se refiera a la Historia del PCCh desde su fundación en aquel mes de julio (1921), en referencia, junto con todos los escenarios, positivos y negativos, pero con las enseñanzas históricas logradas en el proceso revolucionario. Importante porque es mantener la Historia como referencia permanente. En realidades venezolanas todo el proceso desde aquel año de 1928 pasando por el proceso de armas de los años de los gobiernos de la 4ta. República, el "27 de febrero" junto al "4 de febrero" sin descuidar el "juramento".

Una segunda e importante idea se refiere al marco ideológico cuando precisa que "…mantener en alto la bandera del socialismo con características chinas…". Este concepto, polémico por y para los puristas y, claro, los no tan puristas, se contradice y se confronta con las opiniones analíticas, sesudas, sobre los objetivos nacionales, partidistas y personales de sectores titulados como revolucionarios, sin profundizar, por parte de los críticos, en el simple significado del necesario desarrollo de la "estructura y sus contradicciones por desarrollo" en el marco referente a los paradigmas capitalistas existentes en sociedades donde se toma la decisión de realizar un proceso revolucionario socialista.

Por ello es preciso tratar de comprender qué significa "eso" de "socialismo con características chinas" algo que solo podría colaborar en su entendimiento y comprensión con consultas con los sinólogos independiente de sus nacionalidades. Lo otro, es decir, la opinión por opinar, conlleva a una crítica, supuestamente, objetiva y adobada con "lo conceptual marxista" que lleva, precisamente, en diferentes ocasiones, a fracasos partidistas, electorales, e, incluso, en fracasos en Estados considerados que se encuentran en procesos revolucionarios como bien se conocen con los sucesos en la URSS de Gorvachov y Yeltsin en contraposición a la propuesta ideológica de Deng Xiaoping. Temporalidades obligantes, decía aquel.

La siguiente idea reza: "…asegurar una victoria decisiva en la construcción de una sociedad moderada y próspera en todos sus realidades…". En esta frase, nos consideramos que el vocablo en concepto "moderada" es la clave fundamental para una Política de Estado en los niveles socio-económicos en un crecimiento nacional equilibrado en función de objetivas realidades internas y las contradicciones externas con ciertas influencias sobre el Estado chino.

La siguiente frase es en realidad un concepto geopolítico profundamente importante en los nuevos tiempos en pleno desarrollo. La frase en cuestión expone que "…[es imperativo tener que] esforzarse para el gran triunfo del socialismo con características china para una nueva era…". Es tan importante esta frase-concepto que ha sido incorporada en la reforma de la Constitución tanto del PCCh como la Constitución Nacional (2018). Es tan importante que ha caudado tsunami internacional no tanto por aquello de socialismo con características chinas como la incorporación a ese concepto de la frase "…para una nueva era…". Analicemos.

Quienes hemos seguido el proceso del desarrollo de la praxis del concepto "socialismo con características chinas" hemos percibido el crecimiento continuado del PIB nacional chino con fuertes impactos en la balanza comercial internacional de China con objetivos beneficios sociales tanto en el sector urbano como campesino. Ello es una verdad incontestable.

La incorporación al concepto referido de la importante frase "para una nueva era" tiene un impacto interno-nacional con una fuerte incidencia en lo internacional, con una incorporación geopolítica, pudiendo alcanzar un acercamiento conceptual al ideario revolucionario global. Nos explicamos.

Es de importancia vital precisar el uso de una proposición "para" y de un artículo indeterminado "una" que son, ambos vocablos, fundamentales para comprender sus significados e incidencias en lo objetivo sobre el concepto teórico-ideológico propuesto de "nueva era".

Ello significa que dicha frase no encierra dogmatismos sino una profunda reflexión tanto en lo referente de lo real-nacional como en percibir, conocer y aceptar el proceso global en curso con todos sus avatares, con todas sus contradicciones reales y objetivas. Ello obliga a preguntarnos: ¿Qué significa en la geopolítica internacional ese concepto referido a "…para una nueva era…"?

Una reacción incomprensible han sido las decisiones del Presidente Donald Trump.

 



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Miguel Ángel Del Pozo


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