¡Qué vergüenza! ¡Qué deshonra! ¿Cómo puede sentirse orgulloso un país de contar con un ejército como el de Colombia, qué en lugar de luchar hasta el sacrificio si fuera necesario en defensa de la patria, en defensa de su independencia y soberanía, pues esa es su razón de ser, lo que hace es ponerse incondicionalmente al servicio de un ejército invasor, que viola sus mujeres y lo utiliza para agredir a naciones hermanas y a patriotas que hacen el trabajo que esa fuerza armada por cobardía no se atreve hacer? ¿Que asesina a humildes e indefensos compatriotas para luego presentarlos como trofeos de guerra. Francamente, mayor ignominia es imposible concebir, porque un ejército así no es digno de vestir el viril uniforme del soldado sino las femeniles enagua de las meretrices.
Nota: CNE: Atención a las personas que serán designadas para trabajar en las mesas electorales en futuros procesos de esta índole.
Van a tener que exigirles a las autoridades que organizan este tipo de eventos, un fiador o el pago por adelantado. Esto deben hacerlo, sino quieren que les suceda lo que a un sin número de personas en esta ciudad de Maracaibo, las cuales todavía no han recibido el pago por su trabajo durante las elecciones de gobernadores, alcaldes y presidenciales, celebradas recientemente en el país. ¿A dónde, a qué bolsillo extraño habrá ido a parar ese dinero, Dra. Tibisay?.
Para el caso de que le interese, le dejo mi dirección. Esto le permitirá comunicarse directa o indirectamente conmigo, lo que le permitirá igualmente conocer los nombres de las personas vilmente estafadas. El de los ladrones, se lo dejo a usted mi respetada rectora.