Almagro acaba de quemar su último cartucho, de aquellos que guardaba para llegar a la presidencia de Uruguay y en el menor de los casos, seguir en la Secretaría General de la OEA. En vista de la insistencia de Rodríguez Zapatero, que no difiere de muchos organismos internacionales y de personajes importantes, de continuar con las gestiones pro diálogo en Venezuela, justo procedimiento para evitar confrontaciones dolorosas y muy costosas, por supuesto que a Almagro nada dolerían y menos costarían, le ha dicho, según la información "El señor Zapatero tiene un problema muy grande de comprensión (…) Mi consejo, es un consejo nada más: que no sea imbécil. Es un consejo importante, bueno, creo que le puede hacer mucho bien".http://www.el-nacional.com/noticias/mundo/luis-almagro-rodriguez-zapatero-sea-imbecil_252761
Almagro descarta con esa genial, generosa y muy diplomática respuesta que no tiene "problemas de comprensión". Él entiende todo muy bien. Hasta el Grupo de Lima, que descartó, por lo menos por ahora, lo que el pidió en Cúcuta con arranque de locura, tendría esos "problemas de comprensión".
Pero hay más defectos en Rodríguez Zapatero que la agudeza y enorme capacidad de comprensión de Almagro han percibido, pues agregó que "no deja de hacer favores a la dictadura venezolana". Para +el mo hay la más mínima posibilidad que Zapatero, como tanta gente, procura ayudar a que los venezolanos no nos entrematenos y menos seamos vúctimas de una invasión y hasta guerra civil.
Pero la agudeza de Almagro que no tiene límites, tanto que viene haciendo de todo, hasta jugado el apellido y todo apoyo, hasta el del Grupo de Lima y no logra conformar una mayoría en la OEA para sus macabros fines, siguió amontonando argumentos "muy contundentes" contra Rodríguez Zapatero, como acusarle de
"Defender una dictadura como lo ha hecho él, eso sí que es ser un político obsoleto, arcaico y anacrónico".
Por cierto, al calificar de esta última manera al español, el uruguayo también usó la palabra "perimido", por obsoleto, palabra esa que casi nadie usa, quizás porque haya caído en obsolescencia.
Lo que Almagro quiere de la OEA es volverla a lo que era antes, la que sin pudor permitía a Estados Unidos intervenir con sus tropas en cualquier parte o país de nuestro continente. Quitar t poner gobiernos al exlusivo gusto e interés de los capitales de EEUU. Y habiendo sido así entonces quiere a la OEA arcaica y si eso quiere, el arcaico no sería Rodríguez Zapatero que aboga por el diálogo, sino él. Y si el ex presidente del gobierno español, que para nada ha mencionado a Almagro, por hacer lo que hace, merece que éste le califique de imbécil, entonces es fácil concluir que esa "chupa" debe caerle más bien a él. Está hecha como a su medida.
Pero para la incomodidad de Almagro, alquien quien no tiene nada de imbécil, Pepe Mujica no sólo le recordó que Estados Unidos anda detrás de las enormes reservas petroleras de Venezuela, para lo que a él usan, sino además lamentó "el rumbo que tomó el hoy secretario de la OEA. Lamento que los hechos reiteradamente me demuestren que estaba equivocado. (...) Lamento el rumbo por el que enfilaste y lo sé irreversible, por eso ahora formalmente te digo adiós y me despido". Es decir Mujica lo mandó al mismísimo demonio y sugirió, con la sutileza diplomática que le hace falta a Almagro, que actuaba como un agente de intereses ajenos a nuestra América. Que e como decirle que tiene "problemas de comprensión" y hasta propios de un imbécil.
Tabaré Vásquez, presidente uruguayo, con respecto a la posición de Almagro ha dicho lo siguiente: "El Gobierno no comparte para nada sus dichos. Si se plantea una reelección para el cargo de secretario general de la OEA, el Gobierno uruguayo no va a apoyar su reelección". De manera específica, rechazó la solicitud del Secretario General de la OEA para derrocar a Nicolás Maduro. Tabaré pues de manera muy directa también se lo quitó de encima. Es decir, a Almagro no le apoyan ni siquiera en su país, pues a lo anterior habría que agregar que el Partido Comunista uruguayo ha anunciado que solicitará su expulsión del "Frente Amplio" y siendo así, tantas cosas y rechazos, creo que el discurso de Almagro contra Rodríguez Zapatero fue como un escupir para arriba,
De donde uno concluye no sólo que las ilusiones que ha albergado, según Walter Martínez, de ser presidente de Uruguay deben habérsele desvanecido, por haberse restado todos esos apoyos, sino que además sus descalificaciones contra Rodríguez Zapatero, de quien dijo tiene "problemas de comprensión" y además es imbécil, pudiera habérselas lanzado por mampuesto a Pepe Mujica y Tabaré Vásquez, quienes además de opinar lo mismo que aquél, se refirieron a él de manera específica.
Mujica, en especial, con su referencia a los fines nada ocultos de EEUU con respecto a Venezuela y sus riquezas petroleras pudo haberle llamado, más que imbécil, cipayo.