Leyendo el escrito que hizo el cantante panameño Rubén Blade sobre la situación venezolana, me surgió una tremenda arrechera y si ya había comenzado yo a flaquear un poco sobre mi apoyo a Maduro, éste cantante de marras me jurungó el espíritu nacionalista y no pude aguantar las ganas de escribir y responderle a ése metiche defendiendo a Maduro, el cual por cierto sabe defenderse sólo.
Quien carajo le dio vela a Rubén Blade en este entierro para atreverse a inmiscuirse en nuestra política interna. Una cosa es opinar sobre un tema y otra es tomar posición de apoyar a alguien y en atacar otro en una contienda en la cual no se es ni arte ni parte. Atreverse a decir que: "Es absurdo que Maduro se declare como electo por el voto popular directo de venezolanos y a la vez pretenda descalificar la parte de ese mismo voto, la Asamblea, porque el resultado le fue adverso. Esas no son acciones de un presidente electo; eso lo hace un dictador, alguien que no respeta el proceso democrático." Desconociendo este metiche todo lo que ha pasado aquí en los últimos tres años. Decir que Juan Guaidó lo que quiere es: "…rescatar a la nación del desastre a la que la han llevado la obstinación, la mediocridad y la codicia de unos sinvergüenzas disfrazados de socialistas, comandados por Nicolás Maduro. "es insultante, inadmisible y además ofensivo a la dignidad de 6 millones de venezolanos que votamos por Maduro para que ejerciera la presidencia de la República para el periodo 2019-2025.
Tratando de cubrirse las espaldas el cantante de marras intenta salvarse de la andanada de respuestas condenatorias que recibirá, por eso dice que: " No voy a responder a las sandeces de los extremistas de siempre, que de lado y lado pretenden descalificarme con el vacío argumento de "se vendió", simplemente porque no comparto la estupidez y/o la maldad de sus argumentos. Toda mi vida he expresado mi posición de no apoyar intervenciones en los asuntos internos de otro país". O sea que todo aquel que le refute será un estúpido y un tipo malo. Que manera tan sucia de atacar y descalificar de antemano a los que osen defenderse.
Nada más este párrafo es para declararlo enemigo de Venezuela: A la clase militar le pido que por favor, apoye a su pueblo, no a la dictadura. No agredan, no lastimen más a gente inocente. Ayuden a estabilizar a la república, garanticen la posibilidad de un nuevo proceso electoral, sin las trampas que han llevado dos veces al poder a una persona que no reúne las condiciones, que carece de la capacidad, la comprensión y el respeto nacional necesarios para cumplir con la tarea de un cargo tan delicado, en un momento tan difícil como el que atraviesa el país. Pueden ser las Naciones Unidas el organismo neutral que pueda supervisar la honestidad de tal proceso electoral." En el se muestra toda la intencionalidad de llamar a la insurrección militar, a desconocer al Poder Electoral y a pedir la intervención de la ONU. Con amigos como Rubén Blade, Venezuela no necesita enemigos.
Ya para rematar su insana injerencia termina dándonos consejos a los venezolanos para que: "No caigan en la trampa de pillos que se disfrazan de socialistas. Lo que hacen no es socialismo: es corrupción sustentada por un populismo insostenible, para satisfacer sus propios intereses egoístas". Y para curarse en salud y no lo vayan a confundir como emisario de la IV República nos da la estocada final: "El escenario no es muy diferente al de los anteriores, cuando Adecos o Copeyanos corruptos saqueaban al país en nombre de una democracia ficticia y se hacían pasar por defensores del interés nacional."
Te confieso Rubén que lo que me hizo contestar tu escrito, fueron las ultimas palabras que en el dejaste:
¡Háganle justicia a Bolívar y a San Martín! ¡No se callen!
Decidí no callarme y decirte: No seas estrépito pana, no se meta donde no lo han llamado.