Haití, Haití, la martirizada Haití es de nuevo pasta de la violencia y de la muerte. Pero nadie llora, por la patria de Pettion, . Nadie se ocupa de esa Nación. ¿Por qué no se ocupan de Haití? Porque no es Venezuela, naturalmente. No tiene petróleo. No tiene oro. No tiene gas, coltan, diamantes y otros minerales. En fin, no se ocupan de ese país porque no tienen nada que robarle. Quisiera preguntar, como cosas mías, simplemente cosas que se me vienen a la mente: ¿Dónde está el mugroso, secretario general de la OEA, Luis Almagro? Está conspirando contra Venezuela. Donde se encuentre está reunido con traidores a la patria de Bolívar, maquinando como jodernos la vida. ¿Dónde está la bondadosa y persistente preocupación de Trump? Está ocupado, junto a personajillos como Iván Duque, conspirando contra la patria de Bolívar. ¿Dónde está el comodín de Pedro Sánchez? Está observado en cómo se inicia el juicio contra los 12 catalanes, inculpados por querer independizarse, y, además, ocupa el resto de su tiempo en recibir los traidores venezolanos, para oírles sus estupideces. En fin, carajo, ¿dónde está el grupo de Lima? A caray, ese grupo de perros falderos del señor Trump, está viendo como jode a Venezuela. En efecto, mientras la violencia consume Haiti, y la muerte se lleva muchos haitianos, atropellas y baleados en las calles, a la vista de todo el primer mundo, la Unión Europea, realiza reuniones y consultas para ver como reconocen al autoproclamado “venezolano”, sin que le preocupe un comino a Venezuela. Haití, país gobernado por un títere de los gringos, y gracias a él, entreguista y traidor, hizo que su canciller se aliara a las locuras de Almagro, y firmará en contra de Venezuela en la OEA, la bodega de Trump. Por cierto, nuestro país siempre ha socorrido a Haití, en todas lasas tragedias y catástrofes por las cuales ha sufrido en estos últimos años. Venezuela y Cuba son los primeros países que se hacen acto de presencia con ayuda de todo tipo. No como la ayuda humanitaria que desea introducir en Venezuela el señor Trump y los traidores venezolanos. En fin, ¿por quién doblan las campanas de Ernest Hemingway? No doblan por la España arrastrada, como perro faldero. Doblan por los muertos en las calles de Haití. Doblan por la miseria que vive ese país. Doblan por la violación de los derechos humanos de los haitianos. Doblan por la vista gordo de quienes se preocupan por Venezuela, y dejan, por otro lado, a que Haití se consuma en su propia y dantesca miseria. He allí, pues, las dos caras de la moneda: unos cuantos países arrodillados a Trump, prestándose para atacar a Venezuela inmisericordemente, y, por el otro lado, ante la tragedia de Haití, están como pajarito en rama: volteando de un lado a otro, sin que nadie vote una lágrima por Haiti. Ese país no genera preocupación para Trump y sus perros falderos. La preocupación se la lleva toda Venezuela. Todos, toditos, preocupados por nuestra patria… ¡Váyanse al carajo con sus preocupaciones! LA ÑAPA: Por casualidad alguien vio u oyó a Juan, el ignorante, pronunciar una sola palabra sobre los 200 años de EL CONGRESO DE ANGOSTURA. En efecto, el 15 de febrero de 1819, a las 12 del mediodía, se instaló la magna asamblea, en la vieja casona que hoy se guarda como una reliquia en Ciudad Bolívar. Dijo el Libertador: “¡Dichoso el ciudadano que bajo el escudo de las armas a su mando ha convocado la Soberanía Nacional para que ejerza su voluntad absoluta! Yo, pues, me encuentro entre los seres más favorecidos de la Divina Providencia, ya que he tenido el honor de reunir a los Representantes del Pueblo de Venezuela en ese Augusto Congreso, fuente de la Autoridad legítima, depósito de la voluntad soberana y árbitro del Destino de la Nación”. Pues, señores, ni una palabra. A esta gente le huele mal los actos gloriosos de nuestro Libertador, como les huele mal todo lo que tenga que ver con bolivianismo. Prefieren celebrar el 4 de julio… ¿Por qué será?