Chile, otra colonia vandálica de los Estados Unidos, que con un gobierno neoliberal feroz tiene al pueblo hambriento y ensortijado de necesidades con su presidente, Sebastián Piñera, atascado de dificultades de todo tipo, pensando que sólo ellos saben gobernar y engañar al pueblo y, por supuesto, el mundo los aplaude, no sabiendo que, adentro la cosa está que arde que hasta una huelga general anda atravesada buscando salidas.
Pinochet feliz -¿por qué no lo ha de estar?- en su encierro profundo compartiendo desde allá: las políticas que siguen adelante embarradas de maltratos, de vejaciones sexuales, torturas excesivas, detenciones y muertes en ese peregrinar de audacias machistas y, lo peor el pueblo por lo general sufriendo por las causas de un gobierno que, se dice democrático que asesina a sus ciudadanos y levanta en contrario borbollones de furia por lo engañoso que son, siempre con la estrategia de hablar mal de Venezuela, no sabiendo que lo que es igual no es trampa y, ellos que deberían corregirnos nos dan una enseñanza que nos aleja de sus propinas conservadoras.
Acá se lucha por el socialismo que no le gusta ni lo aceptan los gringos, haciendo lo posible por su fracaso, mientras que en Chile Pinochet anda en sus calles como jefe dictador de una dictadura que todavía comete sus desmanes que, Bachelet con los oídos tapados y mirada perdida desde la ONU que no ha dicho esta boca es mía que ella es parte de ese fenómeno que ellos crearon en Chile para salir del presidente Allende, a quien el pueblo todavía le está pesando su asesinato.
La democracia Chilena en declive, una agonía persiste, el miedo se acumula y, un ejército golpea y golpe con su salvajismo colonial y, el rumor crece, ¿será que habrá nueva dictadura como le gusta a los Estados Unidos? Y, su canciller aletea, sopla injurias, disloca situaciones con tácticas benevolentes que asustan, pero ellos están en la mira, en la mira del pueblo manso que no da un paso atrás, ya basta de eufemismos que no es Sebastian Bach quien está en el poder y, siguen las tropelías absurdas y, el poder comienza a verse en el espejo de la distorsión cuando, se juega con la paciencia humana, no más mentiras, no más servilismo, la Patria es una y América sufre con un dolor profundo que hasta Neruda renace de rabia y pide en verso dentro del poema de la paz que configure igualdades y haga al hombre capaz de convivir con sus realidades sin maltrato.
Chile, el Chile de un venezolano que hoy los hay por miles buscando respirar de otra forma no como lo hizo Andrés Bello que los iluminó de luces y cultura, pero, ¿Bachelet existe? Irá por su tercer mandato sin pena ni gloria como lo dijo, Joaquin Sabina, en: "Si me matas / me hago el muerto / Yo que mato por vivir / Cuando no sé qué decir ... "
Y, ellos por qué matan, acaso por el poder, el poder de Piñera, el poder del FMI que cada día mata y mata a más, menos en Venezuela de donde lo corrimos y, ojala nunca más vuelvan con sus urnas al hombre.