Los gobiernos pos-neoliberales y la falacia de la teoría del "fin ciclo progresista" en América Latina y en Venezuela

Samir Amin afirma que el capitalismo que surgió de la Segunda Guerra Mundial, que se convertiría en el sistema económico mundial, ha retenido dos características heredadas de su evolución histórica: la primera, Los estados naciones burgueses, históricamente construido, que juntos constituyen los centros del sistema mundial. Dichos estados supusieron la pauta social y política que permitió la gestión de las economías capitalistas nacionales (sistema de producciones nacionales controlados y, en gran medida regidos por el capital nacional), cada uno de ellos en agresiva competencia con los restantes. Asimismo; en segundo lugar, Un contraste casi absoluto entre la industrialización de los centros y la ausencia de industria en las periferia, a causa de la industrialización progresiva de dichos centros en el siglo XIX". Amin, S., 1998: 76).

Podemos decir que la guerra mundial abrió el camino a la industrialización, la razón fue las perturbaciones de los nexos internacionales del comercio, los países se vieron obligados asumir el reto de la producción agrícola e industrial, al termino de la guerra, se avizoró la necesidad de continuar con la política de industrialización en los países en desarrollo del capitalismo mundial, vía sustitución de importaciones en el marco de un sistema nacional proteccionista, con el apoyo del Estado al capital nacional, un desarrollo que no reproduce la evolución que se dio en los países capitalistas desarrollados, merced a una industria pesada apoyada por la revolución agrícola y la conquista colonial de la materia prima barata (Amín, 77).

Este modelo de desarrollo o de anti-desarrollo, simplemente de crecimiento económico desigual, albergaba la ilusión de que en la nación, el Estado resolvería todos los problemas del subdesarrollo, (Ibíd., p. 80), hasta que "en el periodo de crisis estructural, profunda y duradera, …producto del estancamiento (stagflación, la nota es mía), y de la regresión de condiciones sociales y económicas y al mismo tiempo de una superestructura caracterizada por la pérdida de las ilusiones, algo para el cual los pueblos no estaban preparados, refuerza las fuerzas centrifugas. En las siempre frágiles periferias, las fuerzas centrifugas rompieron la unidad de las clases dirigentes,…De pronto parecían haber perdido toda legitimación en que basaba su poder. (…) las crisis política se fundamentaron en esta ruptura, en la desintegración del Estado…" (Ibídem).

Arribaron fuerzas de izquierdas al poder en Latinoamérica y el Caribe, como resultado de aquella deslegitimación del Estado neoliberal, --no habiendo la burguesía cumplido con las tares del desarrollo, la industrialización, por incapacidad gerencial, facilismo del rentísmo del Estado, parasitismo financiero, en la creación de una economía moderna, competitiva más equitativa y menos desigual--, se planteó el modelo pos rentista, pos neoliberal, incluso el socialismo del siglo XXI, (bolivariano). Aquí cabe entender la política como el arte de lo posible, las izquierdas en el Poder no han roto radicalmente con las bases estructurales del capitalismo han decidido cohabitar en la transición, esto es debido como lo explica Ruiz A. M., (2019:2):

"La excepcional coyuntura latinoamericana de los primeros lustros del siglo XXI se explica comúnmente por la confluencia de dos tendencias más o menos coincidentes en el tiempo: a) la mejoría de las condiciones de inserción de las economías latinoamericanas al mercado mundial debido a una serie de factores entre los que destaca el llamado boom de las commodities; y b) los cambios políticos de finales del siglo XX y comienzos del XXI, primero bajo la forma de agudización de la lucha de clases; más adelante con la emergencia de coaliciones electorales que lograron transformarse en gobiernos de cuño posneoliberal".

Las razones del nacimiento de los "gobiernos posneoliberales" según Ruiz "……resultaron de un largo ciclo de protesta y movilización social que tuvo como punto de arranque el Caracazo en 1989 en Venezuela; así como por un periodo de gran convulsión social en algunos países de América del Sur entre 2000 y 2005, mismo que condujo a la destitución de seis presidentes; el fracaso del intento de reelección fraudulenta de Fujimori en Perú en el 2000; los derrocamientos de Mahuad y de Gutiérrez en Ecuador en 2000 y 2005; el abandono de Fernando de La Rúa en Argentina en 2001, en medio de una insurrección más o menos generalizada; y, finalmente, el derrocamiento de Gonzalo Sánchez de Losada en 2003 como corolario de la "Guerra del Gas" y la renuncia de su sucesor, Carlos Mesa, en Bolivia en 2005.

De modo pues que la crisis neoliberal deslegitimo a los gobiernos, "A estos acontecimientos habría que agregar los triunfos de plataformas electorales con programas que tomaban distancia en menor o mayor medida del neoliberalismo: la elección de Hugo Chávez como presidente de Venezuela (1998); a la que siguieron la de Lula, en Brasil (2002); de Néstor Kirchner, en Argentina (2003); Tabaré Vásquez, en Uruguay (2004); Evo Morales, en Bolivia (2005); Rafael Correa, en Ecuador (2006); y Fernando Lugo, en Paraguay (2008)", se propusieron cambios políticos "dada la agudización de luchas de clases", sustentado en el boom de los precios de los commodities (las materias primas), una gestión de inclusión social, una democratización política, social y económica, "mejores condiciones de inserción de las economías latinoamericanas al mercado mundial".

Se abre un "ciclo progresista" del Poder del Estado en América Latina, que apenas duró más o menos diez años, según Álvaro García Linera. "el continente está viviendo un momento de inflexión histórica,. Ciertamente después de diez años continuos de expansivas victorias políticas de las fuerzas revolucionarias y progresistas en Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Nicaragua y el Salvador, existe un estancamiento de esta irradiación e incluso un retroceso territorial. Es asi que la conspiración política conservadora en Honduras, Paraguay, Venezuela y Brasil, le ha seguido la derrota electoral en Argentina…de un espíritu general d ela época caracterizado por la ofensiva hemos pasado a la defensiva política y electoral" García, p. 19).

Las razones de tal retroceso político, del fin de ciclo progresista responde a limitaciones de gestión del poder del Estado, así como errores de gobierno, de los gobiernos revolucionarios y progresistas pero no en menor medida, "a una --como dice García--, inocultable conspiración externa, las fuerzas conservadoras han asumido en el ultimo año el control de varios gobiernos del continente. Numerosas conquistas sociales, logradas años atrás, han sido eliminadas, y hay un esfuerzo ideológico por pontificar un supuesto fin de ciclo que estaría mostrando la inevitable derrota de los gobiernos progresistas del continente".

Aquí hacemos un paréntesis. En cuanto al problema o errores de los gobiernos progresista lo podemos apreciar a través de la caracterización que hace Miguel Ruiz Acosta de los gobiernos posneoliberales, ": lo entendemos no como una ruptura total con el neoliberalismo, sino como una tendencia a romper con ciertos aspectos de las prescripciones de la política neoliberal" (Ruckert, Macdonald y Proulx, 2016, p. 2), (Ruiz, p. 131), esto es respecto a las restricciones de sus políticas sociales, manteniendo intactas las bases económicas del capitalismo; segundo; "una política antipolítica que pretende clausurar el antagonismo social y la dimensión utópica del hacer colectivo, restringiendo al máximo los espacios de disenso tanto en el pensamiento como en la acción". Esto tiene que ver con la despolitización del Estado y de la economía pública, "naturalizando la economía libre de mercado"; Tercero; los gobiernos posneoliberales apostaron al neodesarrollismo, donde el mercado autoregulado está subordinado al Estado, se centra en las nacionalizaciones y estatizaciones de empresas de sectores estratégicos".

Las finalidades de estas políticas, "….permitió cumplir un triple objetivo: "apropiarse de la capacidad de conducir el proceso de desarrollo, recuperar soberanía nacional en la toma de decisiones y estatizar una parte importante de la renta para dirigirla a la inversión pública y a los programas sociales" (Filmus, 2016, p. 31); inversiones que fueron canalizadas al desarrollo de fuerzas productivas generales (infraestructura) y al gasto social para educación, salud, vivienda, crédito productivo, y a otras modalidades de salario social (Ruiz, p. 131). Ahora bien el asunto es saber de que manera, se trascendía el modelo de economía y sociedad capitalista, tanto su base estructural como su ideología, donde y como se sembraba el socialismo en este proceso de cambio progresista.

Al no tener respuesta de esa trascendencia, al estancarse determinados procesos de participación, al hacer ineficiente el Estado en atender las demandas sociales, surge al parecer el desgaste en los gobiernos progresista dando origen al parecer a esa teoría del "fin de ciclo progresista" respondiendo a la idea de acuerdo con Ricardo Forster del "fin de la historia, el fin de las ideologías, el fin del Estado rector, el fin de la política, el fin de las derechas e izquierdas, el fin de las democracias sociales, el fin de los proyectos nacionales, el fin de las utopías" (p. 91), el fin del socialismo (bolivariano) y sus diversas narrativas, anticolonialista, anticapitalista, antiimperialista. Los mas reciente sucesos en América latina y el Caribe han puesto al desnudo la falacia de esa teoría de final del ciclo progresista, los pueblos se levantan, y solo la fuerza antidemocrática del fascismo trata de frenar el renacimiento del ciclo progresista, se está destrabando las luchas populares, se unen las fuerzas democráticas y el socialismo.

Los sucesos de Chile, Ecuador, Peru, Colombia, el triunfo electoral de C Kirsner y Fernandez asi como Skerry en Dominica atestigua que elciclo progresista no ha concluido, que la historia de los pueblos no ha acabado, que la lucha de clases populares continúa, se abren nuevos horizontes, nuevas batallas electorales, nuevas uniones en todos los frentes de luchas,

Bibliografía consultada:

Amin, Samir El Capitalismo en la era de la globalización. (1999), Editorial Paidos Ibérica, SA., Barcelona, España.

Ruiz Acosta, M. (2019) "Desafiando al neoliberalismo desde la mitad del mundo: repolitización de la economía bajo la Revolución Ciudadana", revista para el desarrollo,









 



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Alexander Kórdan Acosta R.

Economista. Magíster en Gerencia de Servicios Administrativos. Doctor en Ciencias Estratégicas para el Desarrollo. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Instructor de Cooperativismo Comunitario.

 kordankovki@gmail.com

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