Crisis Civilizatoria. Experiencias de los gobiernos progresistas y debates en la izquierda latinoamericana

Introducción

La humanidad vive una profunda crisis, crisis terminal multidimensional del patrón civilizatorio moderno-colonial que está destruyendo las condiciones que hacen posible la producción y reproducción de la vida en el planeta Tierra. Es tal la profundidad de esta crisis que incluso las opciones que durante los últimos dos siglos y medio aparecían como alternativa al capitalismo, la expresión más acabada de dicho patrón civilizatorio, confrontan igualmente una severa crisis. Desde posturas asociadas al marxismo, a horizontes socialistas, y en general desde los más diversos ámbitos de la izquierda, se ha carecido de propuestas creíbles, capaces de señalar rumbos y opciones otras como salidas de la crisis, capaces de dar cauce, expresión, a los profundos y generalizados malestares que se extienden a los más amplios sectores de la población del planeta. Muy por el contrario, en la medida en que se acelera esta crisis sistémica y se extienden los impactos del colapso climático, en que se profundizan las desigualdades y se expande la inseguridad y la incertidumbre sobre el futuro, durante las últimas décadas se ha producido un marcado desplazamiento hacia opciones de derecha y derecha extrema. Gobiernos y partidos de orientaciones autoritarias, patriarcales y xenófobos cuentan con un creciente apoyo en la mayor parte del planeta.

En América Latina, en lo que fue considerado en ese momento como el continente de la esperanza, a contramarcha de estas tendencias globales, se produjeron en las primeras dos décadas de este siglo significativos desplazamientos político/culturales que condujeron a las experiencias de los denominados “gobiernos progresistas” que parecían abrir caminos en otras direcciones para la humanidad. Sin embargo, después de varios lustros es posible constatar que, en lo fundamental, estos proyectos han fracasado tanto como procesos de transformación anti-capitalistas y como alternativas a la modernidad colonial.

El presente libro aborda estas cuestiones en tres secciones. En primer lugar, se realiza un análisis de esta profunda crisis civilizatoria que hoy vive la humanidad. Se caracteriza ésta como la crisis terminal del patrón civilizatorio moderno-colonial que ha tenido como dimensiones constitutivas su carácter antropocéntrico, patriarcal, colonial, clasista y racista. 

Este patrón societal de crecimiento sin fin y asalto continuado al entorno natural, con sus modalidades hegemónicas de conocimiento, la ciencia y las tecnologías del capitalismo, está devastando en forma acelerada las condiciones de creación y reproducción de la vida en el planeta Tierra, amenazando no sólo la sobrevivencia humana, sino igualmente la de una elevada proporción de la vida. Se analizan en esta parte los principales diagnósticos sobre el estado del planeta y las propuestas básicas que están siendo debatidas/implementadas como respuesta a esta profunda crisis. 

Se abordan igualmente las implicaciones del hecho de que en los debates y respuestas hegemónicas de Estados, instituciones multilaterales, corporaciones y centros científico-tecnológicos, predomina la ausencia de una disposición a cuestionar los supuestos civilizatorios y patrones de conocimiento básicos y relaciones de poder que han conducido a la humanidad a la presente crisis. Con ello se produce una negativa radical a explorar posibles alternativas que den cuenta efectiva de la profundidad de ésta.

Las soluciones tecnológicas (technological fix) y de mercado que se proponen desde estas perspectivas hegemónicas, se conciben a partir de los mismos patrones de mercado y modelos científico-tecnológicos que nos han conducido a la situación actual. Se trata, como en El Gatopardo, de definir qué es lo que hay que cambiar, qué respuestas e imágenes de transformación hay que generar, para garantizar que en realidad no cambie nada, para que la concentración del poder y las profundas desigualdades que caracterizan al sistema mundo capitalista colonial moderno, no sólo no se cuestionen, sino que se consoliden y profundicen.

En la segunda parte se analizan críticamente algunas dimensiones medulares de las experiencias de los tres gobiernos “progresistas” sudamericanos (Bolivia, Ecuador y Venezuela) en los cuales se postularon rupturas más radicales, no sólo con el régimen capitalista global hoy hegemónico, sino con dimensiones fundamentales, propiamente civilizatorias, constitutivas del sistema mundo colonial moderno. Estos gobiernos emergen en un momento histórico en que no sólo se acentuaba la crisis civilizatoria a la cual se ha hecho referencia, sino en que igualmente avanzaba aceleradamente la globalización neoliberal y se consolidaba la hegemonía unipolar de los Estados Unidos en lo que fue caracterizado como el nuevo siglo americano y el fin de la Historia. Los ojos del mundo se volcaron hacia estos novedosos proyectos de transformación social que parecían dar cuenta de, y presentar alternativas, en forma sistémica, integral, a las principales dimensiones de la crisis civilizatoria multidimensional que confronta la humanidad, a la necesidad de superar el antropocentrismo, el patriarcado, la colonialidad, el racismo, las relaciones de explotación/dominación del capital y los límites excluyentes de la democracia liberal. Se anuncian rupturas significativas en los sistemas políticos que en sus diferentes expresiones habían existido en el continente desde tiempos coloniales. Entran en la escena política como protagónicos otros sujetos sociales y políticos, en particular los provenientes del mundo indígena, y se incorporan novedosos/ancestrales horizontes normativos como los representados por las nociones del buen vivir y los derechos de la naturaleza.

No se pretende en este texto un balance global de estas experiencias. El análisis crítico de éstas se realiza a partir de preguntas acotadas, focalizadas: ¿Cómo han respondido estos procesos de transformación a los complejos y multidimensionales retos que nos plantea esta crisis civilizatoria en la que está en juego la sobrevivencia misma de la humanidad y la vida? ¿En qué medida fue posible en estos años dar pasos, aunque fuesen iniciales, en la dirección de transiciones hacia formas alternativas de producir, conocer y convivir con los otros seres humanos y la naturaleza?

Contrastando los objetivos formulados en los discursos y documentos fundantes de los procesos políticos de estos tres países, en particular en los nuevos textos constitucionales, es posible concluir que en el logro de sus objetivos extraordinariamente ambiciosos, en lo fundamental, han fracasado. Hubo importantes logros —sin bien temporales— particularmente en el ámbito geopolítico y en la reducción de las desigualdades y la mejoría de las condiciones de vida de la población. Sin embargo, como ha sido el caso de los gobiernos neoliberales en el continente, con estos gobiernos progresistas se profundizó el extractivismo y la inserción colonial subordinada en la división internacional del trabajo y de la naturaleza.

En lugar de confrontar la voraz maquinaria devastadora del capital global, sea éste del occidente o del oriente, se aceleró su alimentación. Ante las resistencias de pueblos y comunidades al avance sistemático de mega proyectos mineros, energéticos y agropecuarios sobre sus territorios, la respuesta gubernamental que ha predominado es la represión, como ha sido el caso en los gobiernos de orientación neoliberal.

Las interpretaciones y evaluaciones de los tres o cuatro lustros de estas experiencias han producido profundas confrontaciones en el seno de la izquierda, tanto  latinoamericana como global. En la tercera parte de este texto, entre estas diversas posiciones, se analizan críticamente las posturas de lo que se denomina la izquierda oficial, una izquierda predominantemente estadocéntrica y partidista cuya expresión más representativa son los documentos y declaraciones del Foro de Sao Paulo que agrupa a la gran mayoría de las organizaciones que se definen como de izquierda en toda América Latina. Desde perspectivas que en su conjunto pueden ser catalogadas como ortodoxas, en esta izquierda oficial se han priorizado las dimensiones  geopolíticas, tendiendo a predominar miradas maniqueas construidas en torno al eje anti-imperialista/imperialista desplazando a segundos o terceros planos las otras dimensiones esenciales de la realidad del mundo contemporáneo: antropocentrismo, patriarcado, racismo, colonialismo, eurocentrismo… Desde estas perspectivas se han tenido miradas poco críticas o autocríticas sobre las experiencias de estos gobiernos, con frecuencia expresando solidaridades incondicionales a dirigentes y gobiernos de estos procesos. Como nos ilustran claramente las declaraciones del Foro de Sao Paulo, esta izquierda oficial, lejos de reconocer la profundidad de la crisis civilizatoria que se confronta y lo que ha venido siendo la impotencia de sus formas de hacer política y el agotamiento histórico del socialismo estadocéntrico, desarrollista y monocultural como alternativa tanto al capitalismo como a la civilización en crisis, se ha atrincherado en la reafirmación de principios abstractos que han dejado de dar cuenta de la complejidad multiforme de la realidad contemporánea. Esta izquierda se ha cerrado sobre sí misma intentando, por esa vía, defender lo indefendible. Aparte de reconocer algunos “errores” y “desviaciones”, la causa de todos los males que confronta la sociedad contemporánea y los problemas enfrentados por los procesos “progresistas” de cambio siempre están del otro lado, en el capitalismo, en el imperialismo, en la derecha.

La indagación reflexiva y genuinamente autocrítica del por qué todas las experiencias históricas del socialismo han fracasado como alternativas a esta sociedad en crisis y por qué el socialismo ha dejado de operar como un imaginario de futuro —tanto deseable como posible— está, en lo fundamental, marginalizado en los debates y preocupaciones de esta izquierda oficial. Esta ausencia de reflexión crítica/autocrítica es, en sí misma, la expresión más clara de la crisis de esta izquierda (¿de toda la tradición de la izquierda?), de su (¿nuestra?) creciente incapacidad para reconocer otras alternativas, otros horizontes de futuro que desde múltiples experiencias locales y regionales están construyendo otras formas de hacer política, están prefigurando otros futuros en el presente, y, por esa vía, dando cuenta de las dimensiones principales de la crisis que confrontamos[i].

Este texto está escrito en un tono expresamente polémico, buscando transmitir con ello tanto el apremio de los asuntos que confrontamos, como la urgencia de reconocer la necesidad de acometer rupturas profundas con las formas de pensar y actuar que hemos heredado. Está concebido como una contribución a las reflexiones, debates y polémicas que es indispensable profundizar.

__________________________

[i] Las características, diversidades y potencialidades transformadoras de estas otras formas de la política y de construcción en el aquí y el ahora de alternativas no-capitalistas, no forma parte de los objetivos de este texto, y, por lo tanto, sólo son abordadas en términos someramente referenciales.

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Crisis Civilizatoria. Experiencias de los gobiernos progresistas y debates en la izquierda latinoamericana

 

Índice

Introducción 9

La crisis terminal del patrón civilizatorio de la modernidad colonial 14

Acelerada destrucción de las condiciones que han hecho posible la creación y reproducción de la vida 15

El Grupo Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) 16

Los límites planetarios 19

Biocapacidad y huella ecológica 20

El Antropoceno y la sexta gran extinción 22

Impactos socioambientales presentes y futuros de las transformaciones climáticas globales 24

¿Cómo se responde a estos retos desde los poderes fácticos del sistema mundo capitalista? 28

¿Qué habría que cambiar para que no cambie nada? 29

La economía verde 38

La geoingeniería 41

¿Antropoceno o la era de la plutocracia? Las profundas desigualdades en la distribución de la riqueza y el poder político, comunicacional y militar que caracteriza al actual mundo post democrático 43

¿Quién decide sobre el futuro del planeta? 46

Los gobiernos progresistas latinoamericanos ante la crisis civilizatoria 58

Los procesos constituyentes 61

Ecuador ¿Mineralo-Estado? 77

Bolivia: del buen vivir al desarrollismo extractivista 84

La carretera del TIPNIS 87

Venezuela: el paroxismo del extractivismo 92

Extractivismo y los horizontes utópicos de las trasformaciones que fueron anunciadas 98

Extractivismo, geopolítica e integración latinoamericana 99

Los debates de las izquierdas en torno a las luchas anticapitalistas actuales en América Latina 105

Comienza el resquebrajamiento de la hegemonía de estas concepciones del anticapitalismo: la emergencia de nuevas formas de la política antisistémica 109

Otras formas de la política y la llegada de los gobiernos progresistas al poder 117

El socialismo del siglo XXI 120

El Foro de Sao Paulo 122

Perspectivas del Foro de Sao Paulo sobre el mundo actual 124

Tres años más tarde se destaca “el combate implacable a la corrupción por parte de los gobiernos de Lula” (Foro de Sao Paulo 2005) 129

La primacía de la geopolítica 130

El rol de China como punto ciego 131

Perspectivas dicotómicas sobre la ética política 133

Nicaragua 138

Venezuela 141

La crisis de las izquierdas 146

Una insistencia final sobre las izquierdas 150

Bibliografía 152

Autor 174

 



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Edgardo Lander


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