Hay indicios que muestran la teoría de que el intento de EE.UU. de frenar el avance de China mediante el coronavirus podría conducir a una III Guerra Mundial.
La guerra biológica es una forma singular de combate, en la cual se emplean armas de diferentes tipos que contienen virus o bacterias capaces de infligir daño masivo sobre fuerzas militares y/o civiles.
El uso de armas biológicas está terminantemente prohibido por las Naciones Unidas; sin embargo, muchos países —potencias militares— cuentan con este tipo de arsenal en forma no sólo de bombas sino de otro tipo de agentes de esparcimiento menos convencionales, los Estados Unidos firmaron la Convención de Armas Tóxicas y Biológicas, que prohibieron el "desarrollo, producción y acumulación de microbios o sus productos venenosos excepto en cantidades necesarias para protección y exploración pacífica." Para 1996, 137 países firmaron el tratado, sin embargo, se cree que a pesar de haber firmado la convención EEUU viola tales acuerdo.El periodista Kevin Barrett, en un artículo publicado el viernes en la cadena PressTV, pone de relieve que observa acontecimientos interesantes ocurridos tanto en Estados Unidos como en China, los cuales sugieren que "algo muy extraño sucede" respecto al coronavirus y el Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump.
Uno de estos hechos, apunta el articulista, son las declaraciones recientes de las autoridades de China —coincidentes con lo que publica en masa el pueblo chino en las redes sociales— de que Estados Unidos podría haber llevado el COVID-19 a la ciudad china de Wuhan, foco del virus.Al respecto recurre al tuit del jueves del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Zhao Lijian, en el que acusó al Ejercito de Estados Unidos de introducir el coronavirus en Wuhan
Otra señal que Barrett cita para apuntalar su teoría es la decisión del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, bajo órdenes directas de la Casa Blanca, de clasificar las principales reuniones de emergencia sobre este tema. "Solo se les permite participar a personas con autorizaciones de alto secreto, lo que descarta a la mayoría de los expertos médicos que deberían haber estado allí", plantea el experto.
Con esto, el analista asegura que si el Gobierno de EE.UU. o sus aliados, con intención —la posibilidad más probable— o accidentalmente, sino en alguna combinación de ambos, hubiera infectado Wuhan con el COVID-19, podría desencadenarse una escalada que conduciría "fácilmente a la Tercera Guerra Mundial".De hecho, Barrett hace ver que Washington y Pekín ya cerraron su comercio, lo que, a su entender, podría ser el preludio necesario para "un ataque del imperialista EE.UU. contra China, diseñado para evitar que China se eleve como número uno en el poder mundial". Barrett señala la alta tasa de muerte e infectados en Italia, donde el martes murieron 168 personas por este mal, y el contagio de varias autoridades importantes de Irán para afirmar que "todo esto sugiere un componente de guerra biológica o al menos esa posibilidad".