Golpe de estado imperial

Como en una película de los super héroes americanos, de esas protagonizadas por Stallone, Schwarzenegger, Bruce Willis o Jason Statman, en las que los valientes y aguerridos ídolos del celuloide se disponen a rescatar a la hija del presidente de los EEUU, secuestrada por la mafia rusa (o china, igual da) en una fortificación impenetrable, los valerosos rescatistas ascienden a través de paredes lisas sin ser vistos por los cientos de centinelas armados hasta los dientes, la mayoría de ellos con tatuajes en sus fornidos brazos que revelan que en algún momento de sus vidas fueron kgbecistas. Finalmente en un abrir y cerrar de ojos logran penetrar hasta el propio corazón de la covacha,evadiendo las miles de cámaras que vigilan cada paso que propios e intrusos dan dentro y fuera de la edificación, para ya por fin encontrarse dentro del salón principal, luego de abatir a decenas de sorprendidos camaradas Dimitri, Kaleinokof, Viktor, Boris, Yuri, Alexei y Andreis.
 
Esa película que ayer trascendió la imaginación de cineastas para convertirse en una incontrovertible realidad la vimos en vivo y directo, transmitida por cientos de canales de TV alrededor del planeta y hasta el infinito y más allá, como diría el ídolo de preadolescentes, Buzz Lightyear, quien fuera uno de los pocos ídolos ausentes en el affaire del Jueves 7.
Solo que esta vez, tanto los ídolos del cine como los ídolos de Marvel, fueron sustituídos por gente como uno, o más bien como ellos, quienes desde el Parlamento o Capitolio del país más pipirisnai del mundo, lanzaron su proclama de guerra contra el fraude, para defender la continuación de un Presidente que, según dicen los guarismos, llegó a la máxima magistratura habiendo llegado de segundo. Pero bueno, ese no es el problema! 
 
El problema es que este tipo de eventos estaba reservado para países del tercer mundo. Por eso se escuchó decir a un diputado de los llamados demócratas, mientras valientemente huía del lugar “quieren convertir a Estados Unidos en un país bananero tercermundista”. De ser o no ser de ese modo, ellos mismos se encargarían de demostrarlo.
 
Lo cierto es que en la propia casa donde se hacen las leyes que gobiernan al mundo, en la que se aprueban presupuestos multimillonarios para la compra y equipamiento de los más sofisticados equipos de armas; en el propio sitio donde congresistas levantan sus manos para autorizar la guerra y el exterminio de pequeños países que nada les han hecho en nombre de la libertad, allí en ese mismo sitio andaban muchos de esos legisladores arrastrándose sin pudor entre las filas de sillas, muebles y poltronas donde plácidamente yacían hasta el momento en que fueron sorprendidos por una turba enardecida. Turba enardecida? Pero si eso es propio de los países tercermundistas. Quéjeso?
 
Luego supimos a través de las cámaras de televisión que testimoniaban los acontecimientos en pleno desarrollo (ojalá Walter no me vaya a cobrar derechos de autor), que de quienes corrían era de quien a partir de ese momento se convertiría en Presidente del Capitolio y quién sabe si con el desarrollo de la trama, se les metería hasta la propia Presidencia de los EEUU. Quién sabe!
 
Era él un joven representativo de lo más culto del país más desarrollado del mundo, quien ataviado de pieles de animales -y donde no había pieles se disimulaba con tatuajes- y cuernos de bisontes o búfalos tomó posesión en el escritorio de la presidencia de la cámara, luego de lo cual encaramaría sus botas sobre el bufete como demostrativo de quién era el que tenía el poder a partir de ese momento, lo que a muchos hizo recordar algo ocurrido en la Venezuela de Abril de 2002 con un artista de la TV criolla. Es que Washington y Caracas son igualitas!
 
Llamó mucho la atención que el joven lucía en su frente unos inmensos cachos, lo que despertaría la especulación de si se trataba de una danza de iniciación –iniciación como nuevo presidente del Senado del país más desarrollado del mundo-, si sería la representación del mismo demonio que ejerce esos cargos allá en tan altas esferas, o si era el inicio de una nueva tradición en la Presidencia de los EEUU, la que se ha caracterizado en los últimos tiempos por la proliferación de astas en los ocupantes de la primera magistratura y en sus primeras damas. Cornamentas de parte y parte, pues, en la tradición del vallenato colombiano!
 
Todo este embrollo de dimensiones dantescas vino a ser resuelto bien entrada la noche, cuando hubo de hacer su aparición en medio de la espesa neblina, el hombre murciélago, mejor conocido como Batman, quien batiendo las alas desu tradicional traje gris de escudo amarillo, se presentó inesperadamente en plena refriega para, luego de conectar unos cuantos golpes con sus consecuentes plop pam pum bang pom sock, producir la estampida de los malechores y así salvar de estas alimañas a la Ciudad Agotada, perdón, Gótica.
 
Sin embargo, el hombre búfalo en plena huída tuvo palabras de aliento para los países que luchan por el desarrollo y su ingreso como países del primer mundo, cuando alzando sus brazos hasta lo más alto de sus cuernos, en las 
escaleras del Capitolio, cual Rocky Balboa, exclamó para el canal de Las Hermanas Morillo “vamos por ti Venezuela, si nosotros pudimos tú también podrás, ante cualquier eventualidad estamos a tu orden, Venezuela” y raudo 
emprendió veloz carrera antes de enfrentar los puños de hierro del justiciero americano y hacer que permanezca vivo el american way of life y el american dream, o sea.


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Héctor Acosta Martínez

Profesor Universitario jubilado. Graduado en Historia. Especialista en Programación Neuro-Lingüística.

 elecoeco@gmail.com

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