La amenaza de Al Qaeda: ¿cierta o falsa?

Polémicas y declaraciones de todo género, han causado la tal amenaza hecha por el grupo terrorista Al Qaeda, de que hace objetivo militar a Canadá, México y Venezuela, alegando que le venden petróleo a los Estados Unidos. Esto no puede tomarse a la ligera para creerlo o para rechazarlo.

El mundo es complejo, y lo que sucede en un país está determinado, en primera instancia, por todo lo que sucede en el escenario que lo rodea. Esta verdad es irrefutable en la actualidad, cuando pocos, grandísimos y excesivamente ricos supermonopolios económicos son los que deciden el destino del planeta en el mercado mundial. Sería ideal que los países productores de petróleo no le vendieran ni un solo barril de combustible a las potencias imperialistas, para hacerle lo más difícil posible sus movilizaciones de tropas cuando deciden invadir otras naciones. Pero esto, ¡por ahora!, es sólo un deseo y no una realidad. Italia invadió a Abisinia –hoy Etiopía-, y eso sí fue realmente grave, haciendo uso del petróleo que le vendía la extinta Unión Soviética, cuando ésta tenía por deber impulsar la revolución en los países capitalistas más desarrollados del planeta, y no alimentarlos para que le hicieran la guerra a las naciones subdesarrolladas. Bueno, pero esa no es la materia de este artículo de opinión.

 Se ha dicho que existen pruebas irrefutables que Al Qaeda no realizó la operación terrorista que acabó con las torres casi gemelas en New York Que fue obra del propio Estado estadounidense para poder dar rienda suelta a sus guerras imperialistas para asegurarse de la riqueza del petróleo y del gas en el Medio Oriente. En esta región, no olvidemos, tiene presencia el peor sub-enemigo de la humanidad en la actualidad: el Estado Saudita, donde los príncipes son los amos particulares de la gran riqueza petrolera y, por sobre todas las cosas, son los agentes más fieles que tiene el imperialismo estadounidense en el mundo, incluso por encima de los altos funcionarios del Estado israelita.

Se tienen pruebas que el imperio estadounidense creó el terrorismo de Al Qaeda para sus fines de lucha contra la ex-URSS en Afganistán; existen indicios muy serios que la ocupación de Kuwai por Irak fue ordenada por el gobierno de Estados Unidos, para luego matar dos pájaros de un solo tiro; se sabe que el imperio estadounidense apoyó al gobierno de Irak contra Irán; el mundo entero sabe de todo cuánto es capaz de hacer ilegalmente el imperio cuando se propone incursionar bélicamente en otras regiones del mundo. La política imperialista es perversa por el ángulo que se le mida o se le aprecie. Es el gran enemigo público número uno de la humanidad, de la naturaleza y del pensamiento. Y si quisiéramos conocer, hasta la invasión estadounidense a República Dominicana, cómo prepararon, qué alegaron, por qué hicieron todas las incursiones armadas en América Latina, no tendríamos más que publicar por millones de ejemplares el folleto de don Gallego Ortiz llamado “Garrote y dólar”, de manera que no quede un solo venezolano sin conocer la verdad verdadera de ese emporio salvaje y criminal que sin nuestro consentimiento ha decidido, armas en mano y disparando a mansalva, nuestro destino.

Analicemos el meollo de la amenaza para determinar no sólo si es creíble, sino de dónde surge. Existen dos hipótesis dignas de tomar en consideración para que no nos quedemos dormidos y nos lleve la corriente.

1.- Si Al Qaeda tiene realmente una posición antiimperialista, nada de raro tendría –sin que se lo justifiquemos- que lanzara amenazas contra Canadá y México, en vista que los gobiernos de esos dos países son fervientemente declarados epígonos del imperialismo estadounidense; que apoyan la política de éste en sus alocadas guerras contra Afganistán e Irak. No habría, por otra parte, una razón de poder para hacerlo sobre Venezuela, cuando el gobierno de ésta ha condenado la política exterior de guerra de Estados Unidos en el Medio Oriente y en Afganistán, lo mismo que al Estado israelita en sus incursiones bélicas en el Líbano y Palestina. Si fuese lo contrario, es decir, que Al Qaeda nos haya amenazado, sería una locura de Bin Laden dando una muestra de estar orinando fuera del perol.

2.- Si Al Qaeda, como algunos creen y en lo cual no poseo ningún elemento serio para creerlo, fuese en verdad un aliado del imperio estadounidense para que éste acometa –aparentemente- con argumentos de defensa sus guerras de terrorismo de Estado contra el terrorismo de grupo y contra estados que supuestamente le prestan su territorio como base de apoyo, tendríamos que tomar muy en serio la amenaza, porque la verdad sería que la misma no nace del laboratorio de Al Qaeda, sino de las oficinas de la CIA o del Pentágono. Y nadie duda hoy día de la capacidad de criminalidad que guía el espíritu de salvajismo y de dominación de ambas instituciones, baluartes en la preparación del intervencionismo gringo en los asuntos internos de otras naciones como en las guerras que realiza en el mundo el imperio más poderoso que haya conocido la humanidad hasta ahora: Estados Unidos. En este caso tendríamos que prepararnos por quíntuple para luchar y vencer a la CIA, al Pentágono, al gobierno estadounidense, Al Qaeda y a los que internamente se solidaricen con los impostores.



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Freddy Yépez


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