De origen humilde, Recep Tayyip Erdogan ha logrado convertirse en un gigante político que ha liderado Turquía durante 20 años y ha dejado su huella en el país más que ningún otro mandatario desde Mustafa Kemal Ataturk, el reverenciado padre de la república moderna.
Logró renovar su mandato por cinco años más al vencer al candidato opositor Kemal Kilicdaroglu en la segunda vuelta de las elecciones más reñidas que le ha tocado disputar al gobernante en dos décadas.
Con 99,85% de los sufragios contabilizados, Erdogan obtuvo 52,16% de los votos mientras que el candidato de la oposición sumó 47,84%, de acuerdo con cifras del Consejo Electoral Supremo de Turquía.
Horas antes de que se dieran a conocer los resultados oficiales, Erdogan se había proclamado ganador, al tiempo que su rival -sin conceder la victoria- había calificado el proceso como "injusto".
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo este martes que la reelección de Recep Tayyip Erdogan como presidente de Turquía consolida las relaciones entre el país euroasiático y el sudamericano, que se establecieron en el año 1950. Maduro mantuvo con Erdogan una conversación telefónica en la que le reiteró las felicitaciones en nombre de "todo el pueblo venezolano, por su reelección", según explicó a través de su cuenta de Twitter, donde subrayó que la victoria de su homólogo turco "consolida el camino de las relaciones de complementariedad" entre ambos países. Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Francia, Emmanuel Macron, habían felicitado a Erdogan por su reelección.
Global Times, de China, subraya el "nuevo siglo de Turquía" y su relevancia geopolítica en la "era Erdogan": "puede continuar una política exterior equilibrada y plural con ambiciones geopolíticas, pero con contradicciones de las relaciones de EU y Turquía que todavía probarán dificultades para resolver, Turquía puede distanciarse más de EU y Occidente (https://bit.ly/3WEhfZw)".
Turquía se encuentra en la encrucijada del Este y el Oeste con "crecimiento de su fuerza nacional integral para constituir un poder geopolítico importante más profundamente implicado en múltiples regiones y en temas sensibles", según Zan Tao, experto chino en asuntos turcos.
Zan comenta que conforme Erdogan aboga por una política exterior independiente (la "autonomía estratégica"), las relaciones de Turquía y EU son "contradictorias y mutuamente necesarias".
Erdogan no aplicó las sanciones de EU contra Rusia y ha comprado un sistema misilístico de defensa de Rusia, pese a las fuertes presiones de EU. Zan afirma que en la "era de profundos cambios en la geopolítica euroasiática" resalta la postura de Erdogan de "voltear hacia el Oriente".
Tian Wenlin, internacionalista chino, explaya que el neoliberalismo practicado por Erdogan deberá ser ajustado para no empeorar la grave situación económica y financiera.
Tian describió las relaciones de EU y Turquía como "de continuo pleito, pero sin poder abandonarse uno al otro".
Tunç Akkoç, editor de Harici Media de Turquía, pronostica que "Turquía participará en forma activa en el presente proceso de normalización de Medio Oriente" con el "fortalecimiento de sus relaciones con países de la región de Siria a Egipto y de Arabia Saudita a Israel".
Ahora, para la aprobación de Turquía al ingreso de Suecia a la OTAN, Biden levantaría la prohibición de la venta de sus aviones F-16 por 20 mil millones de dólares (https://bit.ly/3MIq2Fg).
Conor Gallagher, de Naked Capitalism, expone el ascenso del nacionalismo sunnita como el gran triunfador en la elección turca cuando entre los apremiantes problemas de Erdogan en su próximo quinquenio –sumados a los 20 previos que superan los 15 años de Kemal Atatürk, creador de la República– se encuentra la presencia de 3.5 millones de refugiados sirios, que con otros llegan a 10 millones, además de la galopante inflación que alcanzó niveles argentinos de 86 por ciento, una fuerte devaluación de su divisa (la lira), la sequía de sus reservas y un déficit presupuestal que puede alcanzar 6 por ciento de su PIB (https://bit.ly/3WNe5mr).
A juicio de Gallagher, la lira inició su abrupta turbulencia a la baja desde agosto de 2018 (sic) "cuando EU impuso sanciones a las exportaciones turcas".
Tugrul Turkes, prominente nacionalista que se sumó al partido gobernante AKP, exaltó que "el nacionalismo turco es el único verdadero vencedor en las elecciones". Según Al-Monitor, Turquía ostenta el "Parlamento más nacionalista y conservador de su historia moderna (https://bit.ly/43yLwLS)".
Para que no quede duda de quién fue el vencedor geopolítico en el mar Negro –la única salida de Rusia al mar Mediterráneo para conectarse con Siria, Egipto y Libia–, la relección de Erdogan acelera la relevante encrucijada regional del gas ruso en suelo turco (https://bit.ly/3oKKxsW).