La República Islámica de Irán, al responder al régimen nazisionista de Israel, lo hace en respuesta a innumerables agresiones provenientes de esa máquina de muerte que ha asesinado desde científicos hasta generales iraníes. Incluso, el 31 de julio, la maquinaria de muerte en que han convertido a Israel la burguesía sionista, asesina al líder de Hamas y jefe negociador, Ismail Haniyeh, quien estaba de visita oficial en Teherán, capital iraní y el 27 de septiembre, se dio el ataque a Hizbullah en Beirut, capital del Líbano, que llevó a la muerte el líder del movimiento, Hassan Nasrallah, quien estaba acompañado del general iraní: Abbas Nilforushan, también asesinado. Irán, como país miembro de Naciones Unidas, haciendo uso der Artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas que establece: «Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales». Irán, habiendo cumplido todos los pasos allí establecidos, procedió en consecuencia a responder al atacante nazisionista con un bombardeo a objetivos militares de la entidad nazisionista, en pleno ejercicio de su derecho inherente a la autodefensa. Comenzando octubre, Irán procedió a ejecutar su respuesta al criminal nazisionista en correspondencia al ejercicio de su legítimo derecho a su defensa, solo que en esta oportunidad el atacante criminal, acostumbrado a matar a diestra y siniestra, ahora su padrino el cómplice criminal de todos sus crímenes: los Estados Unidos de Norteamérica, ha hecho un debate nacional para estudiar cuál debería ser la respuesta que la entidad nazifascista-israelí debe dar a la República Islámica de Irán. «Hemos dejado claro que habría consecuencias, estamos trabajando con Israel para que ése sea el caso», asegura desde la Casa Blanca el consejero de Seguridad Nacional de EEUU, Jake Sullivan. Y avisa, que Washington está coordinando con Tel Aviv, la entidad criminal, la respuesta militar, mayor cinismo.

Un problema entre dos Estados miembros de Naciones Unidas, EEUU lo convierte en un problema mundial, valga decir: de todos los países miembros de ONU, así de prepotente y cínico es EEUU. ¡Es el malandro del barrio mundo! De hecho, la respuesta militar nazisionista a la República de Irán, se convirtió en agenda de los candidatos presidenciales del venidero noviembre en EEUU, todo un show de bajo nivel. Es la degradación plena del debate político, en el imperio del mal: los EEUU. Donald Trump, candidato republicano propone como fórmula de respuesta que debe dar el nazisionismo a Irán, atacar las instalaciones nucleares iraníes: «Cuando le hicieron esa pregunta, la respuesta debería haber sido: atacar primero lo nuclear y después preocuparse por el resto» siendo esta la respuesta de Trump. Y esto lo dice el candidato Trump, consciente como es por ser ex presidente de los EEUU, que el derecho internacional prohíbe: «todo ataque a una instalación nuclear». Ya que puede convertirse en una amenaza no solamente para el país atacado sino que sus efectos son transfronterizos, particularmente por la diseminación de material nuclear a la atmósfera. Así, un ataque nuclear en la ciudad de Arak en Irak, donde se encuentra una planta industrial de agua pesada para el programa nuclear iraní, podría matar al 93% de sus 424.000 residentes, algo así como 394 mil personas. De acuerdo con el estudio científico publicado en la revista ‘Conflict and Health’ (conflicto y salud) que evalúa las consecuencias que tendría para la población Irání un ataque nuclear israelí. Un ataque israelí con cinco armas nucleares de 500 kilotones cada una mataría a siete millones de personas, el 86% de la población de Teherán, y dejaría cerca de 800.000 heridos, según predicciones realizadas con la ayuda un paquete de software que permite calcular las víctimas de una explosión nuclear. Asimismo, señala el estudio, el impacto de tres armas nucleares de 100 kilotones cada una en el puerto de Bandar Abbas, en el golfo Pérsico, acabaría con el 94% de sus 468.000 habitantes, y con el 99,9% de la población si el ataque se produjera en la ciudad kurda de Kermanshah. Devastador, sería el efecto causado por la propuesta apoyada por Donald Trump, como respuesta nazisionista a Irán. En su locura, Trump, supera a ese otro loco llamado: Benjamin Netanyahu.

En contravención, Joe Biden ha dicho que su país no apoyaría un ataque de Israel contra las instalaciones nucleares de Irán. Pero, con estos guerreristas siempre hay un pero, Israel tiene derecho a responder y deben hacerlo proporcionalmente. La paz, no forma parte del discurso imperialista estadounidense y mucho menos de su protegido nazisionista-israelista. A ese nivel de degradación política, están los debates políticos en los EEUU. En un comunicado hecho público esta semana, la Casa Blanca informó que Biden participó en una llamada con el G7 para analizar «el inaceptable ataque de Irán contra Israel y coordinar una respuesta», que incluirá nuevas sanciones. Washington, se inclina por el bombardeo de las instalaciones energéticas-petroleras iraníes, cuyos efectos sobre el precio del barril petrolero, son igualmente devastadores para los consumidores. Añádale, que en su respuesta, Irán podría verse obligado a cerrar el estrecho de Ormuz, bloqueando así todos los envíos de crudo de Oriente Medio. Recuérdese, que el estrecho de Ormuz, es responsable de una cuarta parte de todo el suministro mundial de petróleo, con una capacidad de paso diario de 22,5 millones de barriles. Asimismo, al menos el 20% de los suministros mundiales de gas natural licuado pasan por esa zona acuática. Las elites gobernantes en EEUU, desean mantener la estabilidad de los precios del petróleo antes de las elecciones presidenciales de noviembre, en las que esperan la victoria de la candidata del Partido Demócrata, Kamala Harris, según una publicación de Wall Street Journal. «El presidente [Biden] pretende hacer todo lo posible para garantizar que los consumidores estadounidenses tengan el precio más bajo posible en las gasolineras», explicó un alto funcionario de la Administración Biden, citado por el medio. Como explicó el experto de la Universidad Financiera para el Gobierno de Rusia Ígor Yushkov, «los votantes en EEUU tienen la opinión de que si la gasolina es más barata, significa que los demócratas están liderando bien». En este contexto, «cabe imaginar qué tipo de 'regalo preelectoral' haría Israel a Washington si decide atacar las instalaciones petroleras iraníes antes de las presidenciales estadounidenses», resume el portal Oilcapital. Nada fácil, la tiene Washington con unas elecciones tan cercas. Es la locura hecha política, más barato sería apostarle a la Paz. Una apuesta que no forma parte de la agenda guerrerista de la élite imperialista de EEUU…

Postscriptum: La gerencia de banco Bicentenario o Banco de los Trabajadores, debe apostarlo todo por el buen servicio y la calidad de servicio. La principal debilidad del banco es su sistema tecnológico que se quedó en la cuarta república y no progresó o avanzó. Todo absolutamente todo debe resolverse acudiendo a la agencia bancaria, instancia y lugar de resolución cuando de todas y todos es conocido que la mayoría de bancos venezolanos con Inteligencia Artificial, logra la resolución de problemas de sus usuarios más ello no es posible para banco Bicentenario o Banco de los Trabajadores que se aferró a la cuarta república…

Caracas, 09-10-2024