La información en la antigüedad: Julio César en Roma

Basándonos en algunos materiales, podemos decir que Julio César (Del 100 a. C.-15 de marzo de 44 a. C ) como estratega militar fue excepcional, que sabía cómo utilizar la información para planificar y ejecutar sus campañas con gran éxito desplegando redes de espías y exploradores en las regiones donde planeaba llevar a cabo sus operaciones militares. Estos agentes le proporcionaban información detallada sobre el terreno, los movimientos de las tropas enemigas, las alianzas políticas locales y otros aspectos relevantes para sus planes.

Esta cualidad individual de Julio Cesar con la información nos debe hacer reflexionar como mejorar sus usos en todos los ámbitos en nuestro país, porque muchas veces ponderamos las habilidades mentales de los grandes líderes y no nos fijamos en los instrumentos más terrenales que utilizan para mantenerse en sus actividades.

Adicional a esto, utilizó mensajeros rápidos y competentes para mantenerse informado sobre las actividades de sus enemigos y las condiciones en el campo de batalla lo que facilitaba la toma de decisiones rápidas y efectivas. A lo interno del ejército Julio César mantenía una estrecha comunicación con sus oficiales y soldados, para recopilar información sobre la moral de las tropas, sus necesidades y preocupaciones, así como evaluar su disposición para el combate. ¿La dirigencia del PSUV considera necesarias o realiza estas actividades para saber que piensan y sienten sus militantes o es necesario empezar a realizarlas?

Julio César también era hábil en el uso de la propaganda y la manipulación de la información para influir en sus enemigos y aliados. A través de discursos, proclamas y mensajes públicos, buscaba moldear lo que hoy llamaríamos la imagen que de él y de Roma, tenían los pueblos conquistados, presentando sus acciones como beneficiosas o necesarias para garantizar la estabilidad y prosperidad de los territorios bajo su dominio.

Julio César utilizó la información detallada y estratégica recopilada durante sus campañas para lograr el éxito en la denominada Guerra de las Galias. Como brillante estratega militar sacó provecho de la información obtenida sobre las tribus galas, sus líderes, alianzas y fortificaciones para planificar mejor sus movimientos y tomar decisiones tácticas efectivas. Esta inteligencia le permitió anticipar los movimientos de sus enemigos y adaptar sus estrategias, lo que contribuyó en gran medida a su victoria en la guerra.

Como un dato interesante sobre estas actividades de información que realizaba, tenemos que las herramientas utilizadas para el manejo de la información no se parecen en nada a lo que estamos hoy acostumbrados ya que incluía, rollos de papiro para escribir sus documentos, rollos que llevaban los oficiales consigo para tomar notas y redactar informes; utilizaban tablillas de cera: estas tablillas eran reutilizables y servían para tomar notas rápidas y hacer cálculos (los ebooks de la época); mensajeros, empleados a caballo o a pie para enviar y recibir información rápidamente;

Aunque la cartografía era prácticamente desconocida Julio César y sus oficiales utilizaban mapas para planificar sus campañas y orientarse en el terreno.

El éxito de las campañas militares romanas no solo se debió a la fuerza y disciplina, sino también a la habilidad de obtener información sobre los territorios conquistados, según lo que ya dijimos. La inteligencia desempeñó un papel relevante en las operaciones militares de Julio César, permitiéndole anticipar al enemigo tomando decisiones informadas, logrando así la expansión de Roma.

Después de la victoria sobre Cartago, Roma no tuvo rivales de peso que colectaran información sobre sus movimientos estratégicos y sus decisiones por el contrario era ella Roma, que tras tantas y prolongadas guerras en la cuenca mediterránea habían acumulado un amplísimo conocimiento sobre el territorio y las poblaciones que lo habitaban.

Julio Cesar utilizaba un tipo de cifrado en sus textos. Usualmente, sus cartas eran escritas con un método en los que sustituía cada letra por la tercera que le seguía en el alfabeto. Por ejemplo, la palabra CAESAR se convertía en FDHVDU, también utilizaba variaciones de este método, protegiendo así sus mensajes.

Él no tenía un equipo de Inteligencia, por lo que era muy probable que fuera él mismo quien coordinara estas responsabilidades entre sus tropas. De sus oficiales seleccionaba tres tipos de funciones de reconocimiento: prosecutores, eran los hombres en la avanzada de las fuerzas romanas; exploratores, scouts utilizados para distancias largas; y speculatores, quienes se infiltraban en territorios enemigos y levantaban información de inteligencia.

Julio César, que como vimos tenía un instinto muy desarrollado en torno a la importancia de la información, subestimaba las artes adivinatorias de los videntes y los oráculos, básicos en la Roma antigua (y quizás en la actual), y prefería él mismo, averiguar datos sobre el terreno. Pero irónicamente, por no creer en ellas no pudo protegerse ante el intento de asesinato, pues, semanas antes de la muerte, un adivino le advierte a César que sería asesinado. Presagio que subestimaría, a diferencia de Alejandro Magno que hizo el famoso viaje al desierto de Siwa hasta el templo de Amón para consultar el oráculo.

En el surgimiento de Roma como superpotencia militar el papel de la Inteligencia durante las guerras fue servir de potenciador de la fuerza, ya que los ejércitos romanos eran reconocidos por su disciplina, armamento y extraordinario tamaño, características que por cierto deberían tener los partidos revolucionarios actuales.



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Oscar Rodríguez E


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