Hay mucha expectativa acerca cual será la línea de gobierno que lance el señor Trump cuando asuma la presidencia de los Estados Unidos el próximo 20 de enero. Una de estas expectativas es que posición tomará en los frentes de guerra que deja abierto Biden, tomando como certera su afirmación de que buscara la paz en el primer día de gobierno. Por lo menos en lo que respecta a Ucrania, algo que beneficia a todo el mundo, inclusive a los que se oponen.

Bueno esta posición "pacifista" duro menos que un suspiro en un chinchorro, pues basto media hora de reunión con los líderes judíos para que cambiara radicalmente su punto de vista. No hay que olvidar que los que gobiernan en los Estados Unidos son los judíos, y sus líneas estratégicas ellos las trazan. Los judíos tienen la maldición bíblica "vivirás con el hacha de la guerra en tus manos", bueno Estados Unidos es el hacha.

Y es que en las elecciones de Estados Unidos, la población vota por una variedad de razones, la paz aunque puede ser un factor importante para algunos votantes, cada individuo es manipulado sectorial y regionalmente para que fije otras prioridades y valores al votar, por lo que la dicotomía guerra o paz, no estaba en el rack básico electoral de ese país.

Y aunque la paz no era un ingrediente determinante en el cocktail, si contribuyó al ambiente general de la campaña electoral del señor Trump, que por cierto agregaba y agrega un desprecio y agresividad hacia los países de Centro y Sur América, lo cual no tiene nada que ver con la paz. Ya Méjico se encentra en un escarceo con el juzgado Presidente, por las políticas que quiere imponer a ese país haciéndolo responsable de la inmigración y además tratándolo como basura despreciable. Nada de paz, aunque le facilitó la idea de un cambio de política radical.

Durante su campaña presidencial, Trump prometió poner fin a las "guerras interminables" en Medio Oriente y traer las tropas estadounidenses de vuelta a casa. Sin embargo, en la práctica, durante su primer gobierno aumentó la presencia militar en varios países de la región y continuó con operaciones militares en Afganistán, Siria e Irak. A pesar de sus promesas de retirar tropas, la guerra en Medio Oriente no terminó durante su mandato y la conclusión de la guerra en Afganistán la realizo Biden, muy criticado por Trump por ello.

Sin embargo, la presencia de Trump en el gobierno de los Estados Unidos plantea desafíos a todos los países pobres, entre los cuales nos encontramos, en términos de identidad, respeto hacia nosotros, seguridad y desinformación por lo que es importante mantener equipos dedicados a investigar y comprender cuales son la líneas de acción que seguirá este nuevo gobierno, necesariamente imperialista que continuará transformando nuestras vidas.

En una comparación entre la posición de Trump con respecto a la paz podemos tomar lo sucedido en Colombia. Los fenómenos políticos no se pueden interpretar de una forma unilateral ni la interpretación que los medios interesados hacen de ellos.

En el referéndum de 2016 en Colombia, la mayoría de los votantes votaron en contra del acuerdo de paz con las FARC, lo que fue interpretado como un apoyo a la postura de no negociar con la guerrilla. Pero esto era la posición e interpretación de la oligarquía colombiana y de los medios de comunicación dominantes, ya que el resultado no significaba necesariamente que la población estuviera votando por la guerra, sino que hubo divisiones sobre la forma en que se debía abordar el conflicto armado en el país.

Otros temas como la economía, la salud, la educación y la seguridad también suelen ser determinantes en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos y si Bolívar dijo algo así como que todo país tiene el gobierno que se merece, la interpretación de esta frase sería si los Estados Unidos es imperialista es porque la población apoya y quiere que lo sea. Con lo cual quiero concluir que la estrategia de Trump no es llevar la paz y la prosperidad, ya que esas son causas socialistas, su único interés es como mantener por más tiempo el dominio mundial de los Estados Unidos: América Primero.