Uribe quedó como el gran embustero

Como dijese Gloria Gaitàn, las FARC en ningún momento dijeron que entregarían al niño Emmanuel en la selva. El gobierno de Uribe, en los últimos días de diciembre, logró localizar al niño y utilizó esa carta para justificar la interrupción de la operación de entrega de las dos damas. Y es obvio que el gobierno colombiano, por intermedio de las fuerzas armadas, hizo militarmente todo lo posible para que los emisarios de la guerrilla del hermano país cumpliesen su cometido.

En artículo publicado por la hija de Jorge Eliécer Gaitàn, afirmó que medios oficiales de las filas castrenses de ese país, habían admitido que en la zona donde se entregarían los rehenes se desarrollaban actividades militares de ofensiva. La Agencia France Press (AFP), reportó que para el 31 de diciembre, justo el día que se esperaba concretar la operación, cuando Uribe lanzó el niple del niño en manos del gobierno y quien, para aquel momento supuestamente era Emmanuel, se desarrollaron intensos combates en el Arauca, en las cercanías con la frontera con Venezuela. La agencia francesa de noticias puso énfasis en tres cosas, primero que de los combates resultaron tres muertos; uno de ellos era un emisario de la FARC, que las autoridades militares informaron que esa área estaba lejos del “sitio donde se esperaban liberasen a los rehenes” y que el gobierno colombiano sabía donde se concretaría la operación-

Agreguemos a esto que en el discurso de Uribe desde Villavicencio, donde reconociò que habían participado a los testigos internacionales que su gobierno no les garantizaba la seguridad, como un acto de intimidación, dijo además que en la zona “donde se esperaba se librasen los rehenes” (palabras de las autoridades militares del Arauca), desde hacía varios días no se había “disparado un solo tiro”. Pero nunca negó lo que era un hecho público y la guerrilla estaba denunciando, que el área estaba acordonada, por lo menos con el macabro fin de impedirle la retirada a quienes acudiesen a entregar los rehenes.

Las FARC, a través de Anncol, una página mediante la cual frecuentemente informa, denunció el cerco y el hostigamiento que ejercía el ejército colombiano, lo que les impidió cumplir lo prometido para diciembre.

El Profesor Moncayo, el “caminante por la paz”, a quien la FARC le tiene retenido un hijo, al conocer lo anunciado por Uribe sobre el niño Emmanuel, dijo convincentemente que aquel siempre encontraba los medios para frustrar sus aspiraciones y las del pueblo y familiares, que no son otras que llegar a acuerdos para el intercambio de retenidos.

Es más, las autoridades colombianas, por intermedio del “Alto Comisionado para Guerra, perdón para la Paz”, Carlos Luis Restrepo y el Ministro de la Defensa, acaban de informar dos cosas muy sugerentes. Que hoy han suspendido las acciones militares en dos municipios – donde suponen se entregarán los rehenes, dice uno- lo que revela que estuvieron mintiendo cuando decían que por allí no se estaba disparando ni un tiro y que se han retirado dos (2), sólo dos (2) kilómetros del área. De todo esto último y los antecedentes, para quien nada lerdo es, sabe bien que Uribe es un mentiroso y sus subalternos, sobre todo sus ministros Araùjo, Luis Carlos Restrepo y Santos, tristes morisqueteros y hasta tanto o más guerreristas que Uribe.

Lo obvio es que Uribe hizo todo lo posible para que la operación fracasase. Y esto es fácil de entender porque su política está maniatada a los planes de Bush, que consiste en mantener allí un estado de guerra para justificar la existencia de una base militar USA y más de cinco mil hombres armados de ese país, entre los cuales hay unos miles de vulgares mercenarios. Además, lo más peligroso para la política imperial y la oligarquía colombiana en esta área, es que se alcance la paz en el muy querido país. Para ellos sería como una derrota. Que fortalecería al movimiento popular y progresista suramericano. En este sentido, es bueno leer los últimos comunicados emitidos por la FARC, donde ponen empeño en decir que están interesados en abrir canales no solamente para seguir entregando rehenes, sino para alcanzar la paz. Felizmente, pareciera que este movimiento pareciera empezar a entender que una paz negociada significa una gran victoria para el progreso de nuestros pueblos y sobre todo para el colombiano.

Queda claro que la insistencia de las FARC por entregar a las rehenes, lo que se acaba de concretar, tiene un triple significado. Que no estuvieron mintiendo; que de algún modo entregarían al niño, aunque informando que estaba en el IBFC (Instituto de Bienestar Familiar Colombiano) o en manos de algunas terceras personas a quien lo dieron en custodia, pues al entregar a la madre y haber anunciado que igualmente lo harían con él, no tendrían otra opción sino cumplir con ese compromiso. Un doble desagravio para el presidente venezolano que ha tendido su mano a favor de la paz de Colombia, interpretando cabalmente los intereses y sentimientos de los pueblos de América Latina, especialmente del venezolano y finalmente, así lo interpreta uno como venezolano de buena fe, el movimiento guerrillero han querido, pese los avatares, dar una prueba concreta, real que están interesados en transitar los caminos de la paz.

El balón está del lado de Uribe y lo primero que debería hacer es dejar el lenguaje belicista y socarrón y dar muestras que quiere avanzar en el camino de la pacificación y la unidad de nuestros pueblos. Pero uno sabe que le cuesta quitarse de encima la presión de la oligarquía colombiana y del Departamento de Estado gringo.

pacadomas1@cantv.net


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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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