Entre los sesenta y setenta, ante la determinación de la izquierda en América Latina animada por el triunfo de la revolución cubana de conseguir el poder mediante la lucha armada, la derecha representada por los partidos del estatus, hacía llamados a esos grupos para que se incorporaran a la vida democrática y mediante el sufragio universal y directo, trataran de conquistar el poder.
Chile fue el primer país en donde las fuerzas de izquierda llegaron al poder mediante el voto demostrando la factibilidad de esa posibilidad y nadie desconoce el desenlace negativo que tuvo esa primera experiencia pero que nos dejó elementos de análisis para que en procesos posteriores no sucediera lo mismo. Hoy en América Latina tenemos exitosos ejemplos que han demostrado que el intento de Allende por establecer el socialismo en Chile por medios democráticos es posible, dando paso a otras formas de lucha donde el poder popular juega un papel preponderante.
Pero los acontecimientos actuales nos demuestran que la oligarquía latinoamericana no tiene ninguna dignidad moral, nunca la han tenido cuando de defender sus intereses se trata. En Bolivia los prefectos de los diferentes departamentos que conforman la llamada Media Luna, apelando a lo democrático de su decisión llevaron a cabo referendos autonómicos ilegales para dividir el país. Como hicieron antaño utilizaron el sufragio popular, no para aleccionar a otros en su uso, sino para utilizarlos en provecho propio.
Sin embargo, la decisión del gobierno boliviano de celebrar un referendo revocatorio que abarque tanto a los prefectos departamentales como al propio presidente Evo Morales, los ha dejado en evidencia pues, inmediatamente de conocerse el anuncio manifestaron su negativa a participar en él. ¡Que cosas! Se dicen demócratas y defensores de la democracia, pero cuando se va a poner en práctica uno de los argumentos más importante de ella, botan tierrita y dicen que no juegan más, entrando de paso en contradicción con sus argumentos.
Posteriormente, siguiendo sus propias estrategias y esperando la pronunciación de la magistrada Silvia Salame, que aprovechando el receso del Tribunal ordenó a la Corte Nacional Electoral la suspensión de los referendos anunciados para el 10 de Agosto, rectificaron y manifestaron su decisión de acudir a los mismos. Ahora se conoce que el presidente del CNE José Luís Exeni, ha desechado la posibilidad de acatar la suspensión de los referendos desinflándose de esa manera los intentos desesperados de la extrema derecha por parar los referendos revocatorios. Ya desde hace meses la oligarquía boliviana había desatado contra Evo una guerra sucia en los principales medios de comunicación afectos, acompañada entregas apresuradas de obras y dinero en las regiones, acusaciones de fraude, amenazas de boicot en el parlamento, además de protestas en las calles.
A dos semanas del 10 de Agosto, la oposición boliviana ha perdido una de sus principales bazas, la suspensión de los referendos, y de paso ha quedado en evidencia dejando al descubierto sus chapuzas y sus errores estratégicos.
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