A propósito del referéndum boliviano, he vuelto a releer a Brzezinski.
Era un teórico de la globalización que, a diferencia de Kissinger, sabía que vivía una época de cambios políticos intensos. Anticipó nuevas lealtades: los seres humanos –predijo– quieren entender su origen, su destino y comprender su entorno. Con Hegel, repitió que la historia "es la lucha por la emancipación, la libertad y la igualdad".
Nació en Varsovia, se hizo estadounidense, fue fundador de la Comisión Trilateral y consejero del presidente Carter durante su mandato. Creyó en las comunicaciones y en las respuestas dinámicas, pero insistió en que los conflictos políticos (incluidos los latinoamericanos) desembocarían en una auténtica participación de masas con respuestas a las contradicciones del capitalismo.
Al globalismo imperial enfrentó su "globalismo trilateral", y advirtió que las revoluciones en los países pobres no se deben ver como amenazas, ni como planes conspirativos. "Debemos –afirmó en una de sus conferencias– establecer relaciones de igualdad con el mundo, tal cual es". Propuso fortalecer la democracia y cuestionó que los Estados Unidos no se adecuaran a ella ni a la diversidad de sus alternativas.
Fue un neoliberal que no dejó de creer en el marxismo. Recogió de Marx la ofensiva contra las instituciones anticuadas. Adoptó su internacionalismo (integración) y su enfrentamiento con los odios nacionalistas (fascismo). Confrontó la pobreza, la injusticia, la desigualdad y la intolerancia. Enfrentó a Kissinger en su empeño de promover las dictaduras y la persecución brutal de su política exterior. "La pasión sin razón no es histórica, es histérica...", le espetó en una declaración.
Claro que conservamos muchas diferencias con Brzezinski, pero ello no impide reconocer su capacidad de visualizar el cuadro actual del mundo. Es ese el valor por rescatar de su discurso. Kisisinger lo desplazó, pero no lo derrotó. Con relación a Bolivia, anticipó las condiciones de ese país para avanzar; su capacidad para integrarse y derrotar los medios y el acercamiento cívico-militar.
Ex Fiscal General de la República